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Entró a Tinder para “andar de cabrón” y halló el amor

Daniela hizo “match” con Carlos en la aplicación de citas. Se enamoraron y se casaron, a pesar de que la idea inicial de él era de diversión

Escrito en NACIÓN el

Carlos entró a Tinder “para andar de cabrón” y encontró a su esposa.

Daniela hizo “match” con Carlos en la aplicación de citas. Se enamoraron y se casaron, a pesar de que la idea inicial de él era de diversión. Esta es su historia.

“Tinder tiene mil usos y mil maneras de usarla, cada quien le da el que quiere. Yo la verdad lo bajé para andar de cabrón, jamás pensé encontrar ahí a mi esposa”, relata Carlos Treviño, quien se acaba de casar con Daniela, la mujer con quien hizo "match" en la aplicación de citas.

La felicidad llena los rostros de Daniela y Carlos frente al altar, en Monterrey, Nuevo León. Sus sonrisas amplias y sus ojos brillantes expresan todo lo que representa para ellos poder llegar a este momento tomados de la mano. Ella en su vestido blanco con corte de sirena, el cabello recogido y un velo largo, él en un smoking color negro y usando una corbata de moño blanca.

En el jardín de la casa de ella los acompañaron sólo los familiares más cercanos, ya que por la pandemia de covid-19 tuvieron que hacer ajustes para las ceremonias civil y religiosa. Aunque las tenían planeadas para el 13 de junio, las adelantaron para el pasado 30 de mayo.

La fiesta se pospuso para mayo del próximo año, pero para esta pareja eso no importa, porque lograron unir sus vidas tras haber superado rompimientos y otros obstáculos de su relación.  

Todo comenzó con un like

Carlos comenzó a usar Tinder a inicios de 2015 y conoció a muchas chicas a través de esta aplicación. A mediados de ese año vio a Daniela en un partido de Sultanes de Monterrey, la conocía sólo de vista porque es prima de un amigo suyo.

Desde ese momento le gustó, pero no se acercó porque ella iba acompañada de su novio. En noviembre, mientras revisaba Tinder, de pronto le apareció Daniela y no dudó en darle like.

"Se me hizo raro verla ahí y le di like, pasó un día y en eso nomás vi un mensaje que decía ‘ya te vi que andas aquí’. Me meto a verlo y era ella", recuerda Carlos. Ese fue el comienzo de esta relación, ya que desde entonces se escribieron día y noche.

Daniela había cortado algunos meses atrás con su novio y también había descargado la aplicación. "Lo primero que me dijo casi, casi cuando hablamos por Tinder fue ''ya no tengo novio, eh, no vayas a pensar mal’", relata él. Dos semanas después salieron juntos y ambos notaron que existía mucha química entre ellos. 

Carlos destaca que desde que se conocieron, él se dio cuenta que “sí me gustaba para algo bien, luego luego te das cuenta cuando alguien te quiere bien, como amigo o para una aventura. La verdad a mí desde un inicio me gustó mucho.

Sin embargo, después de algunas semanas saliendo, Daniela empezó a tener conflictos internos por su exnovio, con quien había durado cinco años. Un día de diciembre ella le dijo a Carlos que quedaran mejor como amigos.

Regresaron, pero volvieron a separarse

En enero de 2016, Daniela buscó a Carlos y le explicó que se había sentido confundida por lo que sentía con su exnovio, pero que quería estar con él. Entonces regresaron y comenzaron formalmente su noviazgo, para ese momento ambos ya habían borrado la aplicación.

La relación iba bien, pero a finales de 2017 Carlos cambió de trabajo y cuando conoció a su nueva jefa, su futuro con Daniela estuvo en peligro.

Explica que se sintió atraído por su jefa y como no quería hacer nada malo, decidió separarse de Daniela, quien en ese momento no entendió la razón por la que él quería que cortaran.

Esa misma semana estuvo saliendo con su jefa y se dio cuenta que en realidad extrañaba a su novia y quería volver con ella, pero no iba a ser fácil, porque unos conocidos suyos se enteraron de toda esta situación y le contaron lo que sucedió a ambas.

“Se enteraron que a una la corté por andar con la otra y a la otra la corté para regresar con la misma. La regué. Nunca fue al mismo tiempo”, señala Carlos.

Daniela en ese momento le dijo que no quería regresar con él. Durante un año no tuvieron contacto, y él creía que ya había acabado su relación. “Ahí fue cuando dije la regué, cuando sentí la culpa y el remordimiento y ahí dije, si algún día la recupero, me voy a casar con ella. No quiero volver a sentirme como me sentí esa vez, sin ella”.  

“Sin Tinder no la hubiera conocido”

Un día, el celular de Carlos vibró y cuando vio el mensaje no lo podía creer, era Daniela, quien quería que platicaran. Salieron como amigos y tras verse en varias ocasiones, volvieron a ser novios, pero ella le dio un ultimátum.

"Si yo regreso contigo tengo que ver un cambio de verdad, que me des seguridad, a la primera desconfianza yo me largo. Y tengo que ver que va en serio, que te quieres casar”, fueron las palabras que le expresó.

Carlos se tomó en serio el mensaje. En 2019, durante una cena familiar en una playa de Mazatlán, él se levantó de su asiento, se arrodilló frente a Daniela y le pidió que se casara con él. Daniela, temblando, entró en shock y se soltó a llorar de la emoción. 

Aunque ya están casados, aún no viven juntos porque apenas les van a entregar su casa, asimismo, la luna de miel se tuvo que posponer debido a la cuarentena por covid-19, igual que la fiesta.

Carlos afirma que es tanta la química que tienen que, aunque son tan diferentes, “embonamos como legos” y por eso dice estar muy contento de que hayan podido casarse, porque está seguro que es la mujer de su vida.

“Lo que más me gusta de ella es que es una mujer que a donde va, brilla. Yo la he visto en su trabajo, están sus compañeras y ella resalta, estamos en algún lado y se le quedan viendo porque brilla, es una sensación cálida. Creo que lo que más me gusta de ella es que siempre me hace sonreír, puedo tener un mal día en el trabajo, puedo estar de malas y como que siempre ella sabe cómo alegrarme el día”, resalta.

Para este regiomontano, su historia de amor al lado de Daniela “se dio gracias a la aplicación, yo creo que sin Tinder no la hubiera conocido, porque yo me quedé con la idea de que tenía novio, ya se iba a casar”.

(María José Pardo)