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Entre bromas, Ackerman y comité que elegirá a consejeros del INE reciben 390 expedientes

En su primer día de labor, el CTE trabajó en privado y se prohibió el paso a sus asesores y al personal de seguridad de la Cámara

Escrito en NACIÓN el

A tres días de que el PRD impugnase ante el Tribunal Electoral el nombramiento de John Ackerman por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), como parte del Consejo Técnico Electoral (CTE) que elegirá a los cuatro nuevos consejeros electorales de ese Instituto (INE), el tema siguió siendo motivo de crítica en la Cámara de Diputados.

Lo que estamos haciendo es ejercer nuestro derecho ante una autoridad cuando creemos que no se ha cumplido un acto que tiene que ver con la convocatoria de manera particular”, explicó Verónica Juárez, coordinadora de la bancada amarilla. “Hay instituciones en ese sentido y nosotros hemos acudido a ellas: porque nos parece que una persona que va a evaluar tiene que ser completamente imparcial

Sin embargo, no todos vieron con buenos ojos su proceder. Asesores de los coordinadores de la 4T, consultados por LSR y quienes solicitaron no citar sus nombres, señalaron que las bancadas Morena, PT y PVEM que avalaron al académico de la UNAM, consideran que “el PRD está en la ignorancia legal, su postura contra Ackerman es más un tema político que jurídico. Si siguen en esa ruta, serán ellos quienes echen a perder este proceso”, advirtieron.

Alejado del tema el coordinador panista Juan Carlos Romero Hicks apostó más por hablar de una selección de consejeros que, dijo, será transparente ante los ojos del mundo. “La lista de 390 aspirantes se hará pública el 05 de marzo, no quiero juzgar ningún nombre”, adelantó.

Pero no todos contaban con la misma información. “La lista es pública, está en la página de la Cámara”, afirmó el coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, aunque LSR confirmó que no era así pues el viernes se dio a conocer de manera extraoficial una lista de 380 aspirantes, que para el sábado ya era de 385 y que hoy terminó oficialmente en 390.

“Conozco algunos nombres y son excelentes; va a batallar el CTE para el armado de las cuatro quintetas; dos de mujeres y otras dos que pueden venir combinadas o no. Algunos vienen de los OPLES, los organismos que nombra el INE en cada estado para organizar las elecciones, otros de tribunales electorales locales y regionales, e incluso algunos fueron ya consejeros”, explicó el petista. Además, Sandoval reiteró el ofrecimiento que recibieron del presidente López Obrador para mantenerse al margen de este proceso. “El día que desayunamos con él en Palacio le preguntó el Partido Verde y él dijo respeto mucho y agradezco, pero ese un tema de ustedes. Espero que lo resuelvan. Y ahí estaba el PAN”, relató.

En conferencia de prensa el morenista y presidente de la Jucopo, Mario Delgado, calificó el registro de aspirantes como un éxito. “390 de los cuales 135 son mujeres y 255 hombres”, dijo; y destacó que en 2014 hubo 307 registros para once cargos a consejeros, mientras que en 2017 fueron 151 para tres cargos. Si bien el 24 de marzo recibirán oficialmente de la CTE las cuatro quintetas de los mejores aspirantes, este miércoles la Jucopo les entregará una propuesta con los criterios técnicos de selección para estos nuevos cuatro consejeros.

Entre camaradería y humor

Quizás por su perfil académico, multidisciplinario y heterogéneo; o tal vez porque aún no tienen evidencia o argumentos que lo confirmen, el grupo de los siete que integra el CTE (Blanca Heredia, Ana Laura Magaloni, Silvia Giorguli y Sara Lovera; con Diego Valadés, José Roldán Xopa y John Ackerman) parece ser inmune a las críticas políticas de quienes cuestionaron el perfil de Ackerman.  

Por eso durante el lapso de tiempo en que recorrieron sus nuevas oficinas y esperaron firmar de manera oficial de la entrega-recepción de los 390 expedientes; así como la entrega de la metodología de la anterior elección de consejeros, se les vio bromistas, con camaradería y mucho buen humor.

“A ver, le vamos a hacer aquí un examen al doctor Ackerman”, dijo en tono de broma Blanca Heredia, con un libro que el propio académico llevaba consigo. “Díganos el artículo 312 electoral. Te soplo: concluido el computo”, y todos, incluso él, sonrieron. “Era una broma”, dijo la académica del CIDE. “Es que al entrar me venía recitando todos los artículos y nos habíamos quedado en 311”, contó a sus compañeros. “Es como esas preguntas donde pones el enunciado, luego un vacío, para poner las palabritas y luego te sigues”, continúo con la broma Roldán Xopa.
 

Sentado junto a Diego Valadés, John Ackerman bromeó pues el salón de trabajo asignado -por ubicarse arriba del restaurante Casa Milpa-, vibraba en el piso como consecuencia del aire acondicionado.

-Si seguimos aquí solo aguantaremos un par de horas, pero no todo el día, comentó.

-Tienes razón con la vibración, imagínate diez horas después, avaló Magaloni.

-El sábado y domingo también podríamos estar aquí, sugirió Valadés, en referencia a la carga de trabajo que les esperaba.

-Sí, muy bien, le secundó Sara Lovera, aunque el rostro de Ackerman no aprobó la sugerencia.

-Creo que el ingreso al lugar donde estarán los expedientes debe estar bajo estricto control -propuso Valadés-. De ser posible con acceso controlado mediante bitácora. 

 

A puerta cerrada

En cuatro diablitos metálicos para carga y el apoyo de un hombre, fueron trasladados los paquetes con 390 expedientes de quienes aspiran a ocupar una de las cuatro sillas para consejero electoral en el Instituto Nacional (INE). Perfectamente empacados, sellados y rotulados, los paquetes salieron a las once de la mañana del edificio G -donde se ubica el salón Protocolo-; luego cruzaron la explanada de la Cámara y arribaron al edificio G en su planta alta, donde se destinaron tres grandes oficinas para el (CTE) cuyos siete integrantes revisarán cada expediente. En una oficina trabajará el consejo. En otra, sus asesores con equipo de oficina y cómputo; y en la última, estarán los expedientes bajo resguardo. 

Una hora antes la Secretaría General de la cámara baja les dio la bienvenida y les condujo a la oficina donde celebraron su primera sesión de trabajo. Fieles al pacto que entablaron el viernes -tras su toma de protesta-, ninguno hizo declaraciones a la prensa. “Vamos a empezar a trabajar”, pidió Ackerman a LSR, “yo te pediría un poco de espacio para instalarnos porque ahorita estamos empezado, ya cuando tengamos que hacer alguna declaración lo haremos”.

En su primer día de labor, el CTE trabajó en privado y se prohibió el paso a sus asesores y al personal de seguridad de la Cámara. A las 13 horas recibieron snaks y servicio de cafetería; pero a las 14 horas se retiraron por separado, respetando el acuerdo de no emitir ninguna declaración aun cuando uno de los lineamientos de este proceso es el principio de máxima difusión y transparencia. Ni siquiera para hablar de los acuerdos tomados en su primera reunión.

(María José Pardo)