Ayer, el capo colombiano Alex Cifuentes soltó la bomba: Enrique Peña Nieto recibió un soborno de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, de 100 millones de dólares. Hoy, el Gobierno de Estados Unidos busca “proteger” al expresidente mexicano de estas acusaciones.
Los fiscales que llevan el caso contra Guzmán Loera presentaron al juez Brian Cogan una moción secreta que busca limitar las declaraciones de los testigos protegidos.
Así lo dieron a conocer los periodistas Alan Feuer, de The New York Times, y Keegan Hamilton, de Vice, quienes han estado presentes en cada una de las audiencias de Guzmán Loera.
Las autoridades estadunidenses buscan evitar más declaraciones como las de Cifuentes, esto argumentando que son testimonios irrelevantes y que pueden confundir al jurado, además, sostienen que los sobornos contra Peña Nieto no hacen ni más culpable, ni más inocente a “El Chapo”.
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Pero, ¿en qué beneficia a la defensa de Guzmán Loera las acusaciones contra el expresidente mexicano?
Primero y el más obvio, poner a temblar a los políticos y demás funcionarios que fueron cooptados por el Cártel de Sinaloa, más cuando miembros de la Administración para el Control de las Drogas, (DEA, por sus siglas en inglés) han estado vinculados con estos sobornos.
"Tal vez están desesperados [el gobierno de Estados Unidos] por proteger al gobierno mexicano", dijo Jeffrey Lichtman cuando se discutió la moción para limitar declaraciones.
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Unos días antes de que Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, se presentara a declarar ante la corte, los fiscales presentaron una moción similar para acortar el testimonio del primogénito de Ismael “El Mayo” Zambada.
¿Las razones?, cuando Zambada Niebla fue detenido y extraditado, su primera declaración en Estados Unidos fue que la DEA tenía un pacto con el Cártel de Sinaloa, los dejaban traficar su droga a cambio de información de organizaciones criminales enemigas.
Aunque, “El Vicentillo” cambió su declaración tras años de insistencia, lo que sí ha sostenido en sus testimonios es que él operó unos años con “permiso” de la DEA otorgando información del mismo Cártel de Sinaloa.
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Luego, ya detenido, ayudó a la DEA con más datos e incluso lo consideran una pieza fundamental en la segunda captura de Guzmán Loera en 2014.
Y no solo “El Vicentillo”, también al gobierno estadunidense le preocupan las declaraciones de Alex Cifuentes, quien aseguró que su hermano “Pacho” Cifuentes, entregó dinero a un miembro de la DEA.
Sin embargo, cuando se quiso saber más de esto en el juicio contra “El Chapo”, el juez Brian Cogan cortó la declaración del capo colombiano por insistencia de los fiscales.
Segundo, estas declaraciones vienen de un testigo presentado por el Gobierno de Estados Unidos, entonces, sí los fiscales dicen no creen en las palabras de su propio testigo, ¿por qué los jurados y el juez sí?
Esto es fundamental para los abogados de Guzmán Loera, pues una de sus estrategias para defender a su cliente es demostrar la poco confiabilidad de los testigos protegidos, quienes –según la defensa de “El Chapo– declaran contra el sinaloense porque tienen tratos favorables con el gobierno estadunidense.
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Tercero y más importante: Sí “El Chapo” tuvo el poder de sobornar a un presidente, claramente es el líder del Cártel de Sinaloa, pero si este hecho no puede ser comprobado por los fiscales, es un punto extra para la defensa en su objetivo que es: Guzmán Loera sólo es un chivo expiatorio, el verdadero líder es Ismael “El Mayo” Zambada.
Si bien, todo indica que “El Chapo” será declarado culpable, lo que se está jugando la defensa del capo criminal es evitar la cadena perpetua.
