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“En hospitales de Cuba se reciclan jeringas y guantes”

Cubano refugiado en México describe las condiciones en que se encuentran hospitales de la isla; camas, colchones, sábanas y almohadas, en condiciones críticas

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Escrito en NACIÓN el

La vida de “Adrián” no es la misma que hace dos años, cuando era estudiante de medicina en un hospital público en su natal Cuba, el Salvador Allende, mejor conocido como “La Covadonga”. Cuando habla de esa época le cambia la voz, se nota feliz y contento.

Ahora –en lugar de revisar pacientes– destaza pollos, prepara salsas y limpia la freidora. Pertenecen a la cocina del restaurante donde trabaja en México, él es el encargado porque tiene educación universitaria; y ese es su empleo actual.

“Adrián” no es su nombre verdadero, su identidad debe estar protegida por ahora, según comenta con La Silla Rota, porque su estatus legal en México es de refugiado. Con su empleo en el restaurante ahorra dinero, porque su sueño es retomar la carrera que dejó trunca por salir de su país.

“Muchos fueron los motivos que me llevaron a salir de mi tierra la cual amo y adoro”, relata. Uno de esos motivos fueron las carencias del sistema de salud y educación en la isla que, aunque gratuitos, no son satisfactorios.

“No hay condiciones para atender a los pacientes. Fui estudiante de medicina tres años y los medicamentos no estaban al alcance. Si teníamos un paciente con neumonía no había el medicamento para tratar la enfermedad. Tus superiores decían: el tratamiento de elección para esta enfermedad es la amoxicilina; pero el hospital está trabajando con este otro y hay que ponerle ese, aunque no sea el más favorable".

En la facultad donde estudiaba las condiciones también eran pésimas, señala. “Por ejemplo, la cama, colchones, sábanas y almohadas estaban en condiciones críticas; muchas veces manchados de secreción de otra persona, sangre o algún líquido purulento. Es decir, estaban limpios pero manchados de otra persona y era muy desagradable”.

“Adrián”, en el tercer año de estudios, ya podía atender pacientes bajo la tutela de profesores y médicos. “Ya podía dar mis servicios. Era médico de un paciente que tenía cáncer, aunque tuviera un médico supervisándome. Pero como responsable de esa persona tenía que dar una presentación y era muy incómodo no poder estar totalmente limpio”.

Para él no fue fácil aceptar que lo aprendido en libros no era factible llevarlo a la práctica. “A veces, las jeringas –que son desechables– tienes que reciclarlas. Los guantes que tienes para un paciente tienes que ocuparlo con otro, lavarlos y volver a usarlos con el siguiente porque, aunque sabes que son desechables, debes manipular a varios enfermos con ellos”.

Muchas fotografías circulan en redes sociales sobre el nivel de higiene en los hospitales cubanos. Retratan falta de limpieza, techos parchados, paredes deterioradas, falta de mantenimiento. “Adrián” cuenta que, en efecto, así se encuentra el sistema de salud en la isla.

“La higiene, la limpieza del lugar deja mucho que desear; los baños son desagradables. Había mucha peste. Sí hay personal de limpieza, lo que no hay son insumos. Las personas están ahí y aunque tengan deseos de hacer su trabajo no tienen detergente, cloro ni muchas otras cosas, porque los almacenes están vacíos literalmente. La isla tiene un número suficiente de hospitales públicos, lo que no hay son insumos”.

ACAPARAMIENTO DE INSUMOS

Si algún trabajador preguntaba por qué no llegaban los insumos necesarios, la respuesta oficial era atribuirlo al bloqueo económico y la situación política del país. Pero, con base en su experiencia, “Adrián” asegura que se debe a otra circunstancia.

“Hay un acaparamiento por parte del gobierno, aunque siempre vinculamos esto al bloqueo económico. Hay personas en etapas superiores de la sociedad, como coroneles y allegados a la presidencia, a ellos sí se les da un servicio de salud como debería ser. Para el resto de las personas, no lo hay”.  

"Si una persona de nivel superior se enferma por ejemplo un militar, un ingeniero, aparecen los medicamentos que no hay en los demás hospitales. Para la población más baja no hay porque están restringidos, no porque no se cuente con ellos”.

Cuando la pandemia de covid-19 llegó a la isla, encontró un sistema de salud vulnerable que empeoró con el paso de las semanas. “Adrián” relata que, desde el inicio, se registró un aumento en las defunciones, aunque las noticias oficiales reportaban que eran pocos.

“En el hospital donde estudié hay muchos colegas que comentan que lo que sale en la televisión no es acorde a lo que hay en los hospitales”, dice.

En la ciudad de Matanzas, por ejemplo, sus compañeros le contaron que la situación es crítica. “Las personas están afuera de los hospitales, en su casa, detectadas con covid y no pueden entrar al hospital porque no hay lugar, espacio, ni capacidad”.

“Muchos están en los pasillos de hospitales o durmiendo en el piso. No son atendidos correctamente, no tienen los medicamentos. Aunado a eso, el servicio de lavandería y aseo es precario. Los baños están muy sucios. No compagina que el servicio de salud sea gratuito para las condiciones que vive la persona que está en el hospital”.

“El gobierno sí invierte en ellos, aparentemente están en buenas condiciones, pero realmente es pura fachada. Muchos hospitales están muy bien por fuera; pero adentro es un desastre. Se están cayendo prácticamente”.

Además de esas condiciones, en la isla se corrió el rumor de que los estudiantes de medicina que salieron a atender la pandemia en comunidades alejadas fueron quienes dispersaron el virus en determinadas zonas.

SALVÓ VIDAS EN HONDURAS

Sin entrar en detalles del cómo y cuándo, en la primera oportunidad que tuvo, “Adrián” salió de la isla. Llegó a Nicaragua y recorrió por tierra Centroamérica, hasta que llegó a México. En su paso por Honduras, la crisis por covid arreció y vio en las noticias que médicos cubanos llegaron en apoyo.

“Adrián” se acercó a un hospital. “Soy cubano, no soy médico, pero sí soy estudiante de medicina. Tengo bastante conocimiento y me enfrenté a trastornos respiratorios en mi país ¿Qué puedo hacer? ¿Puedo ayudar un poco?”, recuerda que dijo. Y se quedó a colaborar.

La organización Asylum Access México –especializada en trabajo con migrantes y refugiados– apoyó a “Adrián” para realizar el procedimiento con el que solicitó permanecer en México, en condición de refugiado. Y en este momento, trabajan ya en un proceso de reunificación familiar con sus parientes en Cuba.

Él no ha podido ejercer su carrera en México; necesita revalidar materias y matricularse en una universidad pública para acceder a un estatus de pasante de medicina. Sabe que no será fácil, pues la carrera médica es una de las más solicitadas en el país y está saturada en las universidades públicas. Le han ofrecido otras alternativas, como estudiar veterinaria, pero él reitera que, lo suyo, lo suyo, es el cuerpo humano.

“Además de hacerlo bien, lo hago rápido y me gusta trabajar en equipo. Hay que cortar alitas, boneless y cocinarlos. Trabajamos cuatro salsas con mantequilla, también usamos ajo y queso parmesano. Creo que soy muy bueno en los platillos de la plancha”, comenta.

“Quiero dar el tiempo prudente para reunir dinero y continuar con mis estudios. Tengo una cuenta de ahorro destinada a mi carrera, porque lo que realmente me gusta es la medicina: el estudio del cuerpo humano y ayudar a las personas. En Cuba la medicina es gratuita si la estudias lo haces por amor, no por un salario”.

PROTESTAS EN CUBA ARRECIAN

Hace un mes, miles de cubanos salieron a las calles de La Habana para protestar contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel, por la crisis de alimentos y medicinas que viven en medio de la pandemia de covid-19 en el mundo

Un día después, el lunes 12 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que su gobierno iniciara acciones “intervencionistas” en la política cubana. Pero se refirió al envío de medicinas, vacunas y alimentos como "apoyo humanitario" a los cubanos.

Para finales de mes, la Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó el envío de un buque cargado de medicamentos, alimentos y 40 mil litros de combustible a Cuba. “Estamos convencidos que, hoy menos que nunca, los bloqueos no resuelven nada”, aseguró Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario para América Latina y el Caribe, en ese momento.

Y es que, como resultado de las protestas, el gobierno cubano arrestó a más de 500 personas, incluidos periodistas extranjeros que cubrían los enfrentamientos entre el pueblo cubano y las fuerzas policiales.

Gobiernos como el de Estados Unidos han llevado este debate, incluso, a sus congresos, desde donde buscan solucionar la falta de medios para que los residentes en la isla se comuniquen con familiares en otras partes del mundo.

En marzo de 2021, La Silla Rota publicó que el gobierno de la Ciudad de México gastó más de 150 millones de pesos en el pago de los servicios, así como el hospedaje y alimentación de la brigada médica cubana Henry Reeve, que estuvo en México para actividades de capacitación, investigación, compartir protocolos y buenas prácticas y monitoreo de prácticas epidemiológicas, entre el 23 de abril y el 24 de julio del año pasado. https://lasillarota.com/metropoli/gasta-cdmx-mas-de-150-mdp-en-brigada-de-medicos-cubanos/496502

Ese mismo 24 de julio, cuando la brigada compuesta de 585 médicos regresó a Cuba, la secretaria de Salud, Oliva Arellano, informó que se les pagó por sus servicios 135 millones de pesos para las actividades mencionadas. Posteriormente, en su segundo informe, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum precisó que el pago fue de 135 millones 875 mil 082.52 pesos.

En diciembre de 2020, en plena crisis por covid-19 el gobierno, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), abrió la convocatoria para que mil médicos mexicanos realicen su especialidad en Cuba, en las cuales gastará mil 808 millones 737 mil 992 pesos que incluyen la colegiatura, el pago de las becas y del seguro médico durante los tres o cuatro años que dura la formación académica, lo que además generó críticas de especialistas del país.