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“En caravanas también vienen miembros del crimen organizado”

Algunos migrantes hondureños temen viajar en caravanas y optan por viajar solos o en familia; "hay cosas que pasan en ellas que nos dan miedo”, afirma José

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Escrito en NACIÓN el

José Gutiérrez viene de Honduras. Está de paso en la Ciudad de México. Su destino ideal es llegar a Estados Unidos por la vía Tijuana. Se tomó un descanso. Él no cree en las caravanas, dice que son inseguras. Prefirió hacer el viaje con un grupo de 21 familiares y amigos, de los cuales son 14 adultos y siete niños.

“Nosotros no venimos en caravana. Hace como tres semanas se estaba armando lo que le dijeron la Caravana Madre. Decidimos no venirnos con ellos porque a veces vienen personas transportando droga, gente problemática. Hay cosas que pasan dentro que nos da miedo, traemos familia. Hay algunos que van en buen plan para llegar al norte, otros que no, que incluso forman parte del crimen organizado”.

Prefirió arriesgarse al viajar con su esposa y tres hijas en un grupo pequeño, pero que conoce, a no saber con quiénes va, si tienen antecedentes penales o qué intenciones tengan. Además, reconoce, que así podría ser más fácil sortear las retenciones que agentes migratorios realizan en la frontera sur como la que ocurrió este lunes en Pijijiapan, Chiapas.

“Venimos en familia. Nos subimos en el tren en Tenosique, Tabasco. Estuvimos tres días, transbordamos en Coatzacoalcos, Veracruz. De ahí, pasamos a Tierra Blanca, fueron nueve horas y llegamos a Orizaba, luego a Lechería. Fue una odisea donde pasamos hambre, frío. No tengo palabras para decirle a mis paisanos qué es un camino bien peligroso”.

Fernanda Rivero, coordinadora de comunicación de la asociación civil Sin Fronteras IAP, que brinda apoyo a migrantes y a solicitantes de asilo, explica a LA SILLA ROTA que en este momento se da un fenómeno curioso. Antes, las personas de origen centroamericano que migraban lo hacían en caravanas para sentirse protegidos o seguros. Esto lo comenzaron hacer de manera masiva y reiterada a finales del 2018.

Sin embargo, la situación ya cambió. Ahora los migrantes prefieren viajar solos, porque dicen que en caravana son más vulnerables a ser víctimas del crimen organizado e incluso de las policías o agentes migratorios. “Se ha sabido que en algunas zonas del país ha habido secuestro de personas migrantes, aún cuando van en éxodo. Los grupos migratorios son distintos y ahora están regresando a viajar solos”.

Una de las causas de este fenómeno, considera, es que luego de que el gobierno federal actual se mostrara en un inicio abierto para con las caravanas migrantes y permitiera su paso controlado, ahora se ha cerrado. Eso ha provocado que las personas de origen centroamericano tengan miedo de que los detengan.

“Un gran ejemplo es lo que sucedió en Pijijiapan, Chiapas, que varios migrantes de una caravana no quisieron ser registrados, aunque en México no es delito no tener un documento migratorio. Lo que se vio en las imágenes de que hubo una división familiar, bajaban a los niños para revisarlos, es terrible. Quizá están migrando de nuevo solos o en grupos reducidos es porque no quieren ser detenidos o presentados”.

“No me arrepiento de viajar solos aunque es difícil”

El grupo con el que viaja José va a cumplir un mes que salió de Honduras. En sus palabras ha sido una odisea. No es lo mismo andar solo que con niños. “Venimos caminando y en el tren, ha sido muy difícil. Salimos de nuestro país por la alta delincuencia y porque nuestro gobierno no nos ayuda. Gracias a Dios estamos ya en México”.

En su piel quemada por el sol y en la mirada cansada se le nota el caminar. Ha sido la travesía más exhausta. Relata su historia para que otros compatriotas lo piensen dos veces antes de salir de su país o no pasen lo que él. 

En estos días, luego de descansar en un albergue en Lechería, Estado de México, seguirán el arduo camino. Tomarán el tren que los lleve a Celaya, Guanajuato. Con José, además de su familia, también viaja su hermana y sus dos hijos, uno de ellos recién nacido. Todos se sienten más seguros de no venir en alguna caravana.

Una de las desventajas, reconoce, de emprender su camino solos es que andan sin dinero, les cuesta más trabajo conseguir para comida y que les den un raite o aventón en la carretera. Por eso, aprovechan su estadía en Lechería para ir al centro de la Ciudad de México y pedir en las calles algún apoyo.

Con relación a los policías mexicanos que les ha tocado en el camino, refiere que han tenido varias experiencias, aquellos que les han dado para comprar comida otros que los han intentado extorsionar. 

“En Tabasco, nos trataron de molestar, pidiéndonos mordida para dejarnos transitar por México. Ahí se dan muchos casos porque es la frontera sur, es la entrada de todos los que quieren cruzar para ir a Estados Unidos. No quieren que pasemos. A nosotros nos bajaron de un camión y nos revisaron todas las mochilas. He sabido de paisanos que les han sembrado droga”.

A pesar de lo duro de la travesía, José no se arrepiente de haber dejado Honduras. “Me siento más seguro en México que en mi país, allá está muy violento y el gobierno que no nos ayuda. Él tiene la culpa de que queramos salir a buscar algo mejor. En México, nos ha tocado gente bien solidaria y humilde. Les damos gracias por eso”.

Su meta es llegar a Los Ángeles, California, Estados Unidos. En esa ciudad tiene familia. Su idea es cruzar la frontera norte. Para ellos no es opción pedir asilo. “Siento que eso es pura mentira, hay personas que traen a sus hijos para entregarse en la frontera y escudarse en ellos. No es mi caso. Mi mentalidad es cruzar sin asilo”.

Viajar con sus hijas ha sido una experiencia muy complicada. “Nos hemos que tenido que quedar en las calles. Hubo albergues donde nos dieron la mano, otros donde por la hora y por políticas del lugar ya no nos querían abrir la puerta, porque luego llegábamos de madrugada. A veces aguantamos frío o hambre”.

Identifican a migrantes con antecedentes penales

En varias ocasiones, el gobierno federal ha reconocido que en las caravanas migrantes viajan personas con antecedentes penales. El 20 de febrero pasado, el subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación dijo que habían detectado presencia de presuntos delincuentes que se querían aprovechar de los éxodos para poder ingresar a México.

El 28 de ese mismo mes, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló en un foro organizado por el Instituto de Política Migratoria de Estados Unidos, que menos del 1 por ciento de los centroamericanos que han cruzado México tienen antecedentes penales.

También en febrero, el gobierno del estado de Coahuila informó que un grupo de 100 centroamericanos que venía en una caravana fueron retornados a sus países de origen por tener antecedentes penales. Varios de ellos, dijo, que pertenecían a la banda “Mara Salvatrucha”.

La migración siempre ha existido en México

Fernanda Rivero comenta que la migración centroamericana existe desde hace mucho tiempo, pero en los últimos años ha sido más notoria y evidente, por las caravanas. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración, en 2018 de las 138 mil 612 personas que fueron retenidas por las autoridades, 31 mil 117 eran menores de edad, es decir cerca del 22 por ciento.

En tanto, en ese mismo año fueron deportadas a sus países de origen ,112 mil 317 personas, de ellas, 86 mil 352 eran menores de edad, lo que representó el 77 por ciento. Esta cifra es mayor en relación a las personas detenidas o presentadas por agentes del INM, porque se contemplan a los migrantes que han solicitado de manera voluntaria su retorno.

En lo que va del 2019, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó en su último comunicado que 5 mil 336 personas migrantes están siendo atendidas en albergues o estaciones de Chiapas. Además, dijo que mil 500 estaban a punto de regresar a sus países.

“Lo que nos preocupa y que estamos viendo reflejado es que no se le está dando una posibilidad de solicitar asilo. La mayoría de estas personas huye de una violencia generalizada en sus países, tanto que prefieren cruzar México con todo y los peligros, a seguir viviendo la inseguridad y la situación económica en Centroamérica. Esta desesperación los hace migrar y muchas veces son víctimas de la trata de personas, del crimen organizado”, indica Rivero.

Dice que justo la responsabilidad del Estado es garantizar a las personas que crucen México su seguridad y ofrecer una política efectiva e integral. “Que no solo esté lleno de policías o que toda la carga recaiga sobre el INM, sino que también participen otras dependencias como Salud, SEP o el DIF. Estamos viendo que niños están migrando y muchas veces vienen solos, quizá buscan alguna reunificación familiar en Estados Unidos”.

Aunado a ello, con el anuncio del presidente López Obrador en su conferencia de prensa matutina de este martes de que por seguridad, los migrantes en México no tendrán libre paso, dijo que podría aumentar su vulnerabilidad al intentar cruzar el país.

“Con estas acciones contradictorias a su discurso, creemos que México está respaldando la políticas migratorias de Estados Unidos y Donald Trump. Esto va totalmente en contra de todos los tratados internacionales que el país ha firmado. No podemos ser el filtro”.

Gobierno dice que respeta derechos humanos

Luego de la detención de cerca de 400 migrantes en Chiapas, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón informaron este martes, en conferencia de prensa conjunta, que la visión del gobierno federal respecto de la migración, tiene tres ejes fundamentales: la protección de los derechos humanos, el desarrollo económico y social de los países de la región, y el registro ordenado de los migrantes que ingresen a territorio nacional.

La Secretaria de Gobernación reiteró que se ha registrado desde el año pasado un comportamiento inédito en el flujo migratorio centroamericano, especialmente el originado en Honduras y en menor medida, en Guatemala y El Salvador.

Indicó que ha crecido también de manera inédita la proporción de mujeres y de menores de edad. Han arribado a México en cantidades inusuales, personas migrantes provenientes de otras naciones. “Estamos haciendo todo lo que está en manos del gobierno federal para atender a estas personas y brindarles atención humanitaria”.

AJ