CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- Desde 2010 hasta la fecha, 17 mujeres periodistas han sido asesinadas en México. Esta cifra incluye el homicidio de Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada, ocurrido en Chihuahua el pasado 23 de marzo.
Lucía Lagunes Huerta, directora de Comunicación e Información de la Mujer (Cimac), dijo en entrevista que en los últimos años se ha incrementado la violencia y agresión contra mujeres periodistas por su condición de género. Situación que se muestra en el informe “El poder del cacicazgo. Violencia contra Mujeres Periodistas 2014-2015”.
El homicidio de Miroslava se agrega a la lista de mujeres periodistas agredidas en el país que, tan solo de 2014 a 2015, sumaron 147, es decir, cada cuatro días una mujer periodista fue agredida por su labor en ese mismo periodo. Fue un incremento del 70 por ciento de violencia en relación al periodo bianual anterior: 2011-2013.
“Esto nos llama mucho la atención porque cuando en México comenzó el registro y la documentación de casos e intimidación contra periodistas y medios de comunicación, las mujeres periodistas prácticamente no existían, razón por la cual Cimac comenzó a documentar y a partir de ahí tenemos que se ha atentado contra la libertad de expresión y en el caso de las mujeres hay un incremento y también hay una violencia más cruenta”.
La agresión que Cimac ha documentado en contra de las mujeres periodistas tiene que ver con su propia condición de género. Esto se agrava cuando investigan actos de corrupción o denuncian impunidad, señaló Lagunes Huerta.
Cimac
“Normalmente los agresores, que pueden ser hombres y funcionarios o miembros del crimen organizado, se sienten doblemente atacados cuando una mujer los pone en evidencia. Es una concepción machista de los hombres que tienen poder. La respuesta es mucho más virulenta. Buscan hacer un daño más cruel y el hecho de lo que ocurrió con Miroslava frente a su casa es también una situación que ha ocurrido con otras mujeres”, indicó.
Recordó el caso de Anabel Flores, asesinada en enero de 2016 en Veracruz. Fue sacada de su casa a la fuerza y después su cuerpo fue encontrado en la carretera, previo a ello, hubo una campaña de desprestigio, intimidación, amenazas contra sus hijas e hijos. Esto no ocurre con los hombres reporteros.
A las agresiones contra las periodistas se suman el hostigamiento y acoso que sufren tanto en los centros de trabajo como al momento de coberturas informativas. Especialmente en marchas y mítines las mujeres periodistas han reportado tocamientos a su cuerpo, así como jaloneos.
“En el proceso electoral de 2012 fue detenida por policías sin ninguna razón, una compañera en Querétaro, los policías le rompieron la blusa y le dejaron al descubierto el torso, ese tipo de agresiones, son intimidaciones muy fuertes para las mujeres porque las deja en una condición de mucha vulnerabilidad por la exhibición del cuerpo”.
Agregó que antes había un mayor prejuicio para que las periodistas denunciaran la violencia por su labor periodística.
Cimac
“Cuando ellas empezaban a denunciar hubo toda una estigmatización de que las mujeres se quieren hacer las víctimas, que se quieren hacer famosas, de que las periodistas quieren ganar estrellato a partir de la denuncia de la agresión, cosa que no ocurre con los hombres periodistas”.
Con ellos, añadió, se suele aceptar más rápido que la agresión es por su trabajo. En el caso de ellas no, se pone en tela de juicio que la agresión o violencia tiene que ver con su labor o con lo que en ese momento investigan, porque se considera poco importante.
“Se cree que más bien es una exageración de las periodistas y que no tiene que ver con su trabajo y cuando se desdeña la palabra, la acusación de las periodistas, también se inhibe que ellas denuncien. Una de las cosas que dice en especial el gobierno estatal y federal es que Miroslava no había informado que estaba siendo amenazada. Ella dijo en una reunión que tenía amenazas por su trabajo periodista y no la protegieron.
Esta visión machista de creer que exageran las mujeres y por lo tanto disminuir lo que están diciendo, es lo que tenemos hoy como consecuencia que Miroslava haya sido asesinada porque si las autoridades hubieran valorado la palabra de Miroslava, quizá estuviera con nosotros”.
Cimac
Es por ello que Lagunes Huerta responsabilizó al Estado por el asesinado de Miroslava.
“Lo que sucedió con Miroslava es precisamente esa irresponsabilidad del Estado de no aplicar la ley. La ley general deja claramente que tienen que creer a las víctimas y cuando el Estado y sus instituciones no le creen a la víctima. No solo la dejan en desprotección, sino que configuran esta imagen de violencia institucional. Las instituciones no investigan, no le creen a las víctimas y no acaban con la impunidad y cuando eso ocurre tenemos el caso de Miroslava”.
La directora de Cimac expresó que Miroslava no era cualquier reportera. Su caso le recuerda al homicidio de Regina Martínez, asesinada en Veracruz.
Cimac
“Ellas han dejado huella en el periodismo, han abierto brecha para otros periodistas y son un ejemplo a seguir, ahí la gravedad de los casos, porque ellas denunciaron agresiones y la autoridad no les hizo caso”.
Los estados que más registran en los dos últimos años violencia contra mujeres periodistas, son Veracruz, desde que llegó Javier Duarte se disparó la violencia y los atentados contra mujeres y hombres. La CDMX es otra entidad que presenta mayor número de agresiones contra mujeres, sobretodo en coberturas. Le siguen Oaxaca y Guerrero.
En la investigación el Poder del Cacicazgo, Cimac encontró que cuando las mujeres exhiben a funcionarios relacionados con actos de corrupción, las periodistas son agredidas o intimidadas, y cuando son asesinadas, el tema investigado tiene que ver con el crimen organizado.
lrc