Las embarazadas tienen un riesgo seis veces mayor de sufrir complicaciones por enfermedades respiratorias e incluso de morir por influenza, alertó el Instituto Nacional de Perinatología (INPer) Isidro Espinoza de los Reyes, por lo que destacó que es importante que las mujeres en esta condición se vacunen, sin importar el mes de gestación que cursan.
Osvaldo Miranda Araujo, jefe del Departamento de Obstetricia del INPer, explicó que los cambios fisiológicos que se registran durante el proceso de gestación las hacen más vulnerables y propensas a contraer infecciones.
En las pandemias que han ocurrido de influenza se ha visto que la mortalidad es alta en pacientes embarazadas con influenza. Entonces son grupos de riesgo por eso y por los cambios fisiológicos”, señaló.
El especialista comentó que es indispensable que las embarazadas se apliquen la vacuna contra la influenza para evitar complicaciones. Sobre las dudas si ésta causa algún efecto secundario, explicó que las mujeres pueden vacunarse en cualquier trimestre de la gestación, ya que es seguro e inocuo para el producto.
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El jefe del Departamento de Obstetricia del INPer destacó que la vacuna no provoca afectación fetal, y que por el contrario, los anticuerpos que genera la paciente después de recibir la vacuna pasan a la placenta protegiendo al feto y disminuyendo el riesgo de que al nacer pueda contraer una infección durante las primeras semanas de vida.
Toda mujer embarazada, en época de influenza, debe recibir la vacunación tetravalente para evitar no solamente la infección, sino para dar inmunidad al bebé”, enfatizó.
Si una embarazada se contagia debe recibir atención inmediata, algunas recomendaciones que hizo Miranda Araujo para bajar la fiebre son: darse un baño, usar mantas enfriadoras o realizar un lavado con esponja húmeda, como se hace para combatir cualquier otra infección viral.
En México hay tres tipos de virus estacionales de influenza: A (H1N1), A (H3N2) e influenza B, que son tratables y curables, pero que de no controlarse pueden ser mortales. El padecimiento se transmite a través de la saliva que expulsa la persona enferma cuando estornuda o tose y afecta principalmente garganta, nariz y bronquios.