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Elecciones en Guerrero, bajo la sombra del machismo y el narco

En la entidad 2 millones y medio de guerrerenses están en la pobreza, más del 40% de las mujeres han sufrido violencia y el crimen organizado gana terreno

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Guerrero renovará gobernador el próximo 6 de junio en medio de los problemas que han marcado a la entidad décadas atrás: la pobreza, la violencia machista y el cacicazgo que buscan mantener diversos grupos políticos y bandas del crimen organizado.

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En la entidad 2 millones y medio de guerrerenses en situación de pobreza, más del 40 % de las mujeres que habitan la entidad han sufrido algún tipo de violencia y expertos alertan una cultura de cacicazgo donde el crimen organizado gana terreno.

Gustavo López Montiel, profesor investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, explica que la existencia de cacicazgos se volvió más compleja en entidades como Guerrero, debido al aumento del crimen organizado y el poco control gubernamental que mantuvieron algunos gobiernos. 

En Guerrero, como otras regiones, tuvieron una incidencia importante en la configuración de cacicazgos, fundamentalmente regionales. Estos cacicazgos tienen ciertas características: son personas de familias que controlan no únicamente territorios sino también la producción y todo lo que deriva de ello

“Pero el crimen no solamente ha visto, en los gobiernos, un espacio de control de las policías o del poder local, sino también una fuente de ingresos. Antes los gobiernos recibían dinero de ellos y ahora ellos son los que reciben dinero de ellos para que dejen operar al gobierno y no al revés. Se trata de una condición nueva”, explica el especialista.

En entrevista con La Silla Rota, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, aseguró que el índice de criminalidad disminuyó considerablemente en la entidad. Al inicio de su gobierno, Guerrero ocupaba el primer lugar de la lista nacional de inseguridad; hoy está en el lugar 10, justo antes de la Ciudad de México.

En enero de 2020, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) presentó un mapa que reflejaba la violencia de grupos criminales en el país, para entonces, se identificaba a Los Ardillos, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y la Familia Michoacana.

Al tiempo que los grupos políticos y del crimen se disputan el poder, el proceso electoral en Guerrero ha estado acompañado de escándalos en que los candidatos se han visto envueltos, como es el caso de Morena, con su exaspirante Félix Salgado Macedonio.

VIOLENCIA MACHISTA ES ACEPTABLE

Las estadísticas de abril del semáforo delictivo del gobierno guerrerense mostraron una amplia incidencia en el delito de violencia familiar, con 316 eventos de ese tipo; seguido de los delitos de robo, lesiones, homicidio y narcomenudeo.

Jesús Hernández Jaimes, historiador guerrerense y profesor investigador de la UNAM, aseguró que la violencia delictiva se suma una que parece ser invisible: la violencia de género y en contra de grupos vulnerables, que aún permea en la entidad.

“Hay un sector de la sociedad guerrerense –donde hay mujeres incluidas– que considera que no es tan grave lo que se les atribuye a personajes como Félix Salgado Macedonio, pues forma parte de ciertos códigos de comportamiento aceptables”, advierte el investigador.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 43.6 % de las mujeres guerrerenses han sufrido algún tipo de violencia ejercida por varones, principalmente, sus familiares o parejas sentimentales.

La candidatura de Morena al gobierno de Guerrero, encarnada en Félix Salgado Macedonio, senador con licencia también conocido como “El Toro”, fue cancelada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y la decisión fue ratificada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por no justificar 19 mil pesos como gastos de precampaña.

Previamente, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido había iniciado un procedimiento sancionador de oficio por la denuncia que presentó una de sus excolaboradoras por violación y abuso sexual.

El proceso se demoró varias semanas, mientras Salgado Macedonio organizaba el inicio de su campaña. El órgano partidista ordenó a la Comisión Nacional de Elecciones reponer el proceso de selección de candidato a Guerrero, pero decidió absolver al presunto y permitirle participar en la nueva encuesta, donde resultó ganador.

Después de ese proceso fue que el INE lo sancionó con la pérdida de la candidatura por no entregar el informe de precampaña al que le obliga la legislación electoral y, además, por negar abiertamente haber hecho precampaña en su favor.

El Tribunal Electoral dio a Morena 48 horas para resolver la candidatura, después de realizar una rápida encuesta telefónica, el partido anunció que ésta la había ganado Evelyn Salgado Pineda, hija de Félix Salgado Macedonio y quien no era miembro activo de Morena.

Aunque en la capital del país las acusaciones las acusaciones contra Félix Salgado Macedonio generaron un rechazo total a su figura, no sucedió lo mismo con la sociedad guerrerense, pues su preferencia –y aún hacia su hija– no ha disminuido.

Para Yadira Sandoval, feminista y defensora de Derechos Humanos, que la candidatura de Félix Salgado se cancelara debido a la no justificación de gastos, en lugar de las acusaciones de violencia sexual, representa un problema para la democracia.

“Además de la violencia de género, estamos ante la institucionalización de la impunidad en los diferentes entes, es decir, hay toda una cadena: los partidos políticos que, a sabiendas de todos estos antecedentes, que en una democracia medianamente decente bastaría una acusación o una imputación o una denuncia debidamente conformada ante las instancias correspondientes para tomar cartas en el asunto”, señala.

De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, durante el último año, se registraron 20 feminicidios en la región de la Montaña de Guerrero, 17 de los cuales fueron cometidos contra niñas y menores de edad de entre 6 y 16 años.

La organización además denuncia que la mayoría de las familias decidieron no denunciar penalmente los feminicidios por temor a ser víctimas de represalias y por la falta de condiciones de seguridad.

CACICAZGO Y GRUPOS CRIMINALES

La popularidad de Félix Salgado, explica Hernández Jaimes, no está anclada tanto en un cacicazgo político, como sí en una figura que tiene como sostén la intensa participación política que ha tenido el “Toro sin cerca”, desde hace varias décadas, en la región.

A esto, se sumaría el rechazo que la población del estado tiene por los partidos que han gobernado, como el PRI y el PRD, por lo que la candidatura de Félix Salgado Macedonio –y luego la de su hija– “era un fenómeno completamente previsible”.

“Lo que hubo fue una convergencia de capitales políticos. Morena sin Félix Salgado difícilmente hubiera ganado, de haberlo tenido en contra; y él, si hubiera quedado fuera de Morena, era muy difícil que lograra ganar”, explica el historiador.

Las organizaciones criminales, de acuerdo con Javier Oliva Posada, politólogo especialista en defensa y seguridad, no tienen una predominancia en el estado sino que se trata de pequeños grupos que están constantemente en pugna por ampliar sus territorios. 

"Sí hay que tomar en cuenta que en una demarcación determinada, puede haber una predominancia de algún grupo criminal, pero de ahí a que tengan un control total, hay mucha distancia", explica Oliva Posada.

Para el especialista, además de algunos de los grupos criminales más conocidos como los Rojos o Guerreros Unidos, también se han construido grupos de control criminal que están organizados y controlados por familias. 

"Guerrero tiene una geografía particular y es lo que hay que analizar: colinda con Oaxaca, Michoacán y el Estado de México, entonces es una entidad que tiene una comunicación en términos geopolíticos internos muy importante. Sobre todo las comunicaciones terrestres para el tráfico de drogas resultan ser muy importantes", explica Javier Oliva Posada, politólogo especialista en defensa y seguridad.

Y PERSISTE POBREZA EXTREMA

El reto para el próximo gobierno es amplio, a decir de los especialistas, pues, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Guerrero es un estado con uno de los mayores niveles de pobreza del país.

Según el Coneval, 92.7 % de la población se encuentra en situación de pobreza o de vulnerabilidad por carencias o ingresos y si se consideran únicamente los niveles de pobreza, de acuerdo con la medición del organismo, en Guerrero existen 2 millones 412 mil 200 personas que se encuentran en situación de pobreza y pobreza extrema.

Con estas cifras el estado está por encima de la media nacional, con 24.6 puntos por encima del promedio que es de 41.9 por ciento. En contraparte, únicamente el 7.3 % de la población, que representa a 263 mil 200 personas, no se encuentra en condición de vulnerabilidad o pobreza.

MJP