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El viacrucis del “falso” cómplice de Zhenli Ye Gon

Eric Raymundo perdió siete años de su vida dentro de los barrotes del Altiplano por una serie de acusaciones sin sustento

Escrito en NACIÓN el

Dos imágenes quedaron en el imaginario colectivo cuando se menciona a Zhenli Ye Gon: el decomiso histórico 207 millones de dólares y la famosa frase “o coopelas o cuello”.

Sin embargo, para Eric Raymundo el nombre del empresario chino no le trae más que el recuerdo de un infierno de siete años, cuando fue acusado falsamente de ser cómplice de Ye Gon.

Raymundo creció en la colonia Doctores, en la delegación Cuauhtémoc en el centro de la Ciudad de México.

Muy cerca de ahí comenzó a trabajar en el valet parking en el restaurante de los suegros de Zhenli Ye Gon.

Tras titularse como abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raymundo conoció a Zhenli, quien le ofreció trabajo en uno de los negocios del empresario de origen chino. Así fue como Eric Raymundo se convirtió en el asistente legal de Ye Gon.

En seis meses se encargó de las tareas administrativas del empresario farmacéutico, las cuales iban desde procesos migratorios hasta licencias de construcción.

Todo cambió el 15 de marzo de 2007, cuando autoridades mexicanas catearon cuatro propiedades de Zhenli Ye Gon, encontrando 207 millones de dólares dentro de un cuarto secreto.

Luego investigaron laboratorios, bodegas y oficinas del empresario, pero no hallaron nada más.

Entre los inmuebles cateados se encontraba el lugar donde trabajaba Raymundo, quien se comportó accesible con las autoridades, e incluso le permitió hacer uso de las impresoras para imprimir la orden judicial y fue dejado en libertad.

Pese a los cateos, Zhenli Ye Gon estaba desaparecido.

La cuñada de Ye Gon le pidió a Raymundo que fuera a recoger a su sobrino, quien era menor de edad, a la casa de su jefe.

Al llegar ahí, estuvo esperando al sobrino en el jardín de la casa, donde fue abordado por autoridades mexicanas, quienes lo llevaron a instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) para dar su testimonio.

Sin embargo, lo que sería un par de minutos, se convirtió en siete años de su vida en prisión. Ya no lo dejarían ir.

Lo aprehendieron en el penal del Altiplano por ser supuesto cómplice de Zhenli Ye Gon.

En tanto, el empresario chino se ocultaba en Estados Unidos desde días antes de que se dieran las redadas.

En territorio estadunidense ofreció una entrevista con la agencia AP, donde aseguró que fueros los mismo colaboradores del entonces presidente Felipe Calderón quienes le dieron el dinero a guardar y que sería utilizado con fines electorales. Esto bajo la amenaza de “Cooperas o cuello, lo cual sonaba en su precario español como “Coopelas o cuello

El respecto, Calderón solo diría que la versión de Zhenli Ye Gon es un “cuento chino”.

Zhenli Ye Gon sería acusado de ser un supuesto enlace farmacéutico de los fabricantes de metanfetaminas.

Además, lo calificarían como un inmigrante con amigos poderosos dentro de la política y un apostador compulsivo de Las Vegas, donde llegó a perder hasta 63 millones de dólares en un año, esto con el supuesto fin de lavar dinero.

En tanto, Raymundo, que aseguraba desconocer la doble vida de su jefe, se encontraba aprendido por aceptar una oferta de trabajo.

Eric sostiene que lo incriminaron, que inventaron la investigación para que fuera culpable, incluso recuerda que elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) le confesaron que tenían órdenes de arriba para no dejarlo ir.

No fue hasta 2013 cuando lo absolvieron de todos los cargos luego de que no se le pudieron comprobar.

Once años después de los hechos, Raymundo sigue buscando rehacer su vida como abogado.

Pues tras su liberación, sus viejos amigos de la universidad no querían tener nada que ver con él, mientras que en entrevistas de trabajo el nombre del empresario chino sigue surgiendo.

Por ello, se vio obligado a trabajar como un litigante independiente.

Por su parte, Zhenli Ye Gon sigue esperando sentencia tras ser extraditado de Estados Unidos en octubre de 2016. 

Con información de El País

rgg