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El terror en Zacatecas; disputa de cárteles deja más de 2 mil muertos en un año

Los cárteles Jalisco Nueva Generación, del Noreste y células del Cártel de Sinaloa bajo el mando de Ismael “El Mayo" Zambada, se disputan el control de la entidad

Escrito en NACIÓN el

Mientras las áreas de seguridad del gobierno federal enfocaban todos sus recursos de inteligencia en detener a José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), el crimen organizado preparaba un nuevo escenario de guerra en el país.

La federación comenzó la cacería de “El Marro” a principios de 2020, persecución que llevó a su detención en agosto del mismo año. La captura fue presumida por las autoridades, pero ninguno de ellos distinguió la estela de violencia que se vislumbraba en Zacatecas.

La noche del 21 de abril de 2020, la incursión de un comando armado en el municipio de Valparaíso, Zacatecas, fue el preámbulo de la violencia que estaba por arropar a la entidad. A bordo de camionetas rotuladas con insignias del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el grupo arribó a la localidad colindante con Nayarit, Jalisco y Durango.

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Las personas con los rostros cubiertos dieron un claro mensaje: “venimos por Zacatecas”. La afrenta marcó el inicio de una guerra de tres cárteles por el control de Zacatecas; el primero de ellos el CJNG, con ayuda del Cártel del Golfo; en contra del Cártel de Sinaloa (células de Ismael “El Mayo" Zambada). 

A la batalla se unió el Cártel del Noreste (CDN), quienes, a través de distintas mantas (ese mismo mes) colocadas en Fresnillo, Zacatecas, anunciaron que le disputarían la plaza al CJNG, del Golfo y de Sinaloa.

El alcalde de Valparaíso, Eleuterio Ramos Leal, electo por la alianza PAN-PRD, aseguró que “el personal de Seguridad Pública (del municipio que él gobierna) no hizo nada contra el Cártel porque los superaban en número”.

Diecinueve meses después, la omisión del presidente municipal, de autoridades estatales y federales tienen a la entidad sumida en una nueva estela de violencia, semejante a la que dejó a su paso el cártel de Los Zetas entre los años de 2005 y 2012.

La inevitable barbarie que estaba por llegar a Zacatecas dio su primera muestra el 3 y 4 de mayo de 2020, a través de 10 ejecuciones en los municipios de Guadalupe, Fresnillo, así como Calera. Entre las personas que fueron privadas de la vida durante esos dos días, se encuentra Alexis Isaí Hernández González, ex agente de la Policía Estatal Preventiva e hijo de Isaías Hernández Landeros, ex director general de la misma corporación, quien dejó el cargo en enero de 2021.

Tan solo en mayo, la disputa dejó a su paso 82 víctimas. Los crímenes (119) continuaron en junio en distintos municipios. La mayor masacre durante ese mes se registró el día 23, cuando un comando arrojó 15 cuerpos sobre la autopista Zacatecas-Durango, a la altura del crucero con la comunidad de Ramón López Velarde.

Autoridades del gabinete de seguridad federal comentaron a La Silla Rota que días antes del hallazgo se difundieron en redes sociales imágenes y videos de las 15 personas asesinadas, mientras eran interrogadas por “Las Flechas”, célula de Ismael “El Mayo” Zambada.

El audio relata la presunta colusión de autoridades municipales y estatales con el crimen organizado. Ese mismo día, personal de la Guardia Nacional abatió a seis personas, presuntos integrantes del crimen organizado en el municipio de Juan Aldama.

Al CJNG lo representa un grupo denominado “Guerreros”, mientras que, al Cártel del Golfo, se le tiene identificada una persona con clave “F-25”.

LAS CIFRAS DE LA MASACRE

De acuerdo con registros del secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), así como de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la disputa entre los cárteles ha dejado escenas de terror en distintos municipios de la entidad a través de dos mil 290 personas asesinadas, entre los meses de mayo de 2020 y el 24 de noviembre de este año. 

Los homicidios con armas de fuego, punzo cortantes, así como de forma violenta cometidos entre los meses de mayo de 2020 y noviembre de 2021, dejaron atrás al estado de Zacatecas que se encontraba en aparente “paz”.

Los datos el SESNSP muestran que, entre 2015 y 2019, la entidad tuvo “tranquilidad”, pues solo en 2015 se registraron 286 homicidios dolosos.

La violencia es continúa desde abril de 2020 en Zacatecas. Sin embargo, ésta se incrementó meses antes, durante y después de las elecciones de gobernador que se llevaron a cabo el pasado 6 de junio. La nueva descomposición de la entidad comenzó a mostrar su brillo al finalizar la gestión del exgobernador Alejandro Tello, del PRI.

Tras el cambio de gobierno, la estela de violencia (de septiembre a noviembre de 2021) no ha podido ser atajada por el gobernador David Monreal Ávila.

La violencia que ha generado la disputa entre los cárteles Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y Noreste ha llevado a recordar a los habitantes de Zacatecas la época en que la entidad fue uno de los principales bastiones de Los Zetas, entre los años 2007 y 2012.

Incluso, durante ese periodo, Los Zetas pregonaban una leyenda: “Zacatecas se escribe con Z”, la cual hicieron presente a través de cuerpos colgados en cruceros de distintos municipios. El pasado de una de las peores épocas de violencia en el estado se hace presente de nuevo, a través de las mismas escenas, así como de noticias en las que se informa sobre el hallazgo de cadáveres.

“UNA JOYA” PARA EL CRIMEN ORGANIZADO

De acuerdo con personal de la Guardia Nacional y del Ejército, Zacatecas es uno de los estados más codiciados por el crimen organizado al ser una entidad de paso para el trasiego de drogas y armas, pues colinda con los Durango, San Luis Potosí, Coahuila, Jalisco y Nuevo León.

Zacatecas, explicaron las fuentes consultadas, “es una joya” para las organizaciones criminales que buscan tener un mercado activo de actividades ilícitas en los Estados Unidos.

En febrero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Zacatecas. Un día antes de su llegada se registraron 20 asesinados, 13 de ellos en Fresnillo, municipio que gobierna Saúl Monreal Ávila, hermano del hoy gobernador, David Monreal.

Armando Rodríguez Luna, consultor en Strategic Affairs, considera que la violencia en el estado de Zacatecas se divide en dos frentes. El primero de ellos se ubica en los municipios colindantes con los estados de San Luís Potosí, Coahuila, Tamaulipas, así como Aguascalientes.

“Es evidente que el gobierno federal descuidó la seguridad nacional mientras perseguía a José Antonio Yépez Ortiz, ‘El Marro’. Zacatecas tiene dos frentes. Uno que colinda con San Luis Potosí, Coahuila y Tamaulipas, donde en los últimos meses se han registrado enfrentamientos entre los cárteles de Jalisco y Noreste, mientras que el segundo, donde hay disputas sólo entre los grupos de Jalisco y Sinaloa se han efectuado en Fresnillo, Valparaíso, Jerez y Cuauhtémoc, municipios cercanos a Aguascalientes”.

El también integrante del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede) menciona que, por el momento, el gobierno federal se ha enfocado en los municipios donde se ha registrado la inseguridad, pero no en la distribución que tiene.

“La estrategia del gobierno federal visualiza la forma en que se da la violencia, pero no en la manera en que la violencia se distribuye. Además, la estrategia de seguridad concentra la mayor parte de los elementos de seguridad en la frontera con los estados de Zacatecas, Nayarit, Jalisco y Aguascalientes. 

“Durante los próximos cuatro o cinco meses se puede esperar una violencia continúa. Hay algo importante. Los homicidios son muy altos pero la forma en que se comente es una diferencia importante, porque la mayoría son ataques armados que se llevan a cabo en zonas urbanas y suburbanas. Esto quiere decir que el despliegue de las fuerzas armadas está hecho para disuadir, pero no para acabar la violencia”, dijo.

La muestra de la violencia que se ha registrado en Zacatecas, a partir de abril de 2020, cuando el CJNG incursionó en Valparaíso, ha dejado a su paso escenas de terror a las que los habitantes se han acostumbrado poco a poco.

Entre los múltiples asesinatos registrados en los últimos meses en la entidad, se encuentra el hallazgo de cinco cuerpos envueltos en cobijas en el camellón central de la carretera federal 45, en el municipio de Fresnillo, en agosto de 2020.

Los reportes de medios locales relatan que, en octubre, 12 cadáveres (10 hombres y dos mujeres), fueron dejados en los límites de San Luis Potosí y Zacatecas, en la carretera interestatal El Barril, Villa de Ramos-Villa de Cos, cerca del entronque de la comunidad de Dulce Grande.

En diciembre, fueron dejados siete cuerpos en los límites de Zacatecas y San Luis Potosí, justo en la carretera federal 49 que se ubica en el kilómetro 122+600 del entronque Salinas, San Luis Potosí-Pánfilo Natera, Zacatecas.

Los crímenes no se han detenido. En junio, las organizaciones criminales comenzaron a exhibir su barbarie a través de cuerpos colgados en puentes. El hecho más reciente se registró esta semana, cuando fueron localizados los cadáveres pendiendo de sogas en un puente y un árbol de la comunidad de San José de Lourdes, en Fresnillo.


(djh)