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“El Rastro de los Cuerpos”: de la impunidad y desesperanza al papel

La Silla Rota entrevistó a José Miguel Tomasena sobre su más reciente novela, una historia derivada de la violencia e impunidad que se vive en México

Escrito en NACIÓN el

La violencia e impunidad, sumada a un ciclo de repetición, fue lo que motivó a José Miguel Tomasena a escribir su más reciente novela “El Rastro de los Cuerpos”.

En entrevista con La Silla Rota, Tomasena nos cuenta detalles sobre “El Rastro de los Cuerpos”, una novela que aborda a una pareja de periodistas, quienes –en medio de un contexto de agresiones contra la prensa– se aventuran a realizar un documental sobre desaparecidos.

“Es una novela sobre el círculo de la impunidad, sobre este ciclo de repetición que precisamente percibía al vivirlo todos los días en la prensa, en las redes sociales”

José Miguel, además de escritor, es periodista y en esa posición se adentró a la violencia e impunidad cotidiana, así como a la desesperación de tener familiares desaparecidos, vivencia misma que se plasma en su novela.  

“Historias terribles sobre las cuales nunca pasaba nada, nunca había castigo a los responsables, nunca hay investigación, nunca hay justicia”

Este ciclo de repetición en los casos de injusticias, detalla Tomasena, provocan la normalización de la violencia y a su vez la desesperanza de quienes la sufren, escenario que refleja en “El Rastro de los Cuerpos”.

“Existe una denuncia, pero las autoridades nunca hacen nada, por su parte los políticos prometen que harán algo al respecto, la sociedad se indigna, viene el día siguiente, sucede otro caso y el primero se olvida […] intentaba reflejar en la novela el desánimo, la desesperanza, que producen este tipo de historias, lo terrible que es”.

Los casos de desaparecidos no son ajenos a José Miguel, él fue coguionista del documental “Retratos de una búsqueda”, realizado en 2014, sobre las madres de desaparecidos, quienes con sus propios recursos y ante una autoridad indiferente tienen que buscarlos.

“Yo experimentaba este desencanto, esta desesperanza, me interesó explorar esto literariamente a través de estas formas de lenguaje que expresan esta sensación de que no había futuro, de que todo está perdido y lo único que queda es la rabia, mentar madres”

Desde el punto de vista del narrador de “El Rastro de los Cuerpos” hay dos críticas enmarcadas. La primera al deber ciudadano de denunciar, al respecto Tomasena dice:

“Me parece retorico todo este llamado a que cada que hay un caso de violencia a seguir la vías institucionales, a denunciar, sin hacer una revisión sobre los mecanismos reales de cómo funciona la procuración de justicia y sin hacer una reforma política seria al respecto”

José Miguel pone como ejemplo la manifestación que feministas protagonizaron en la Ciudad de México por los casos de policías acusados de crímenes sexuales, marcha que terminó en destrozos y pintas en la Glorieta de Insurgentes, así como el Ángel de la Independencia.

“La indignación de un sector de la sociedad de ‘por qué no denunciaban’, como si denunciando se solucionaran las cosas e ignorando todas las fallas en la procuración de justicia y que las manifestantes estaban protestando porque, en efecto, había una denuncia por abuso sexual y las autoridades habían reaccionado de un modo muy tibio”

La segunda crítica es sobre el papel de los periodistas y la trascendencia de su trabajo, al respecto, Tomasena advierte que es una pregunta recurrente en el reportero, una importante, de la cual no tiene respuesta.

“(Como periodista) ¿tiene sentido denunciar estas cosas?, ¿tiene sentido jugarse la integridad psicológica, la personal, la de tu familia por estas cosas? Yo no tengo una respuesta, pero me insertaba llevar al lector a preguntarse eso”, sentencia.

Y añade: “Es una de las preguntas que me hago yo frecuentemente cada vez que leo que un periodista ha sido asesinado, me pregunto ¿qué piensa la familia?, ¿cómo se sienten? y ¿cómo responden a esto?, ¿ha valido la pena el trabajo, el sacrificio?, es una respuesta que no debemos dejársela a ellos, a la familia, es una pregunta que nos corresponde a todos”.

Al cuestionarle sobre el tipo de lector que busca llegar con esta novela, Tomasena tiene claro a dos tipos, el primero uno que esté familiarizado con la situación en México, que entienda las referencias encriptas que aparecen en “El Rastro de los Cuerpos”.

El segundo, un lector ajeno a lo que pasa en tierras mexicanas, incluso que sea del futuro, que lo lea dentro de 20 o 25 años. Al respecto, el escritor pone como ejemplo las novelas históricas.

Al final, José Miguel Tomasena cree que la situación en México mejorará, así lo plasma por lo menos al definir al segundo tipo de lector para el que está escrita su novela, sin embargo, está consiente que eso solo “el tiempo lo dirá”.