En el tiempo en que Joaquín “El Chapo” Guzmán estuvo prófugo de la justicia recibía visitas de varias mujeres en su escondite de la sierra, entre ellas su esposa Emma Coronel Aispuro, de acuerdo con el colombiano Alex Cifuentes, quien trabajó más de un lustro para el líder del cártel de Sinaloa y hora es testigo colaborador del gobierno de Estados Unidos.
Una de las cosas que más llamó la atención, es que en sus visitas, Coronel cocinaba enchiladas suizas, un platillo de sus favoritos.
De acuerdo con una crónica de la audiencia publicada por The New York Times se hicieron públicos varios mensajes que “El Chapo” intercambió en Emma Coronel.
"El jurado pudo ver una página tras otra de estos mensajes íntimos —en uno el Chapo le dice a Coronel que se enamoró de ella después de probar sus enchiladas— durante el proceso en la Corte Federal de Distrito en Brooklyn. Mientras los mensajes eran leídos, Coronel estaba sentada en la sala, estoica y callada, con unos lentes oscuros de diseñador".
Durante su declaración en la Corte de Brooklyn, Cifuentes hizo un recuento de las mujeres que acudían a visitar a El Chapo a la sierra.
Cifuentes dijo que al lugar también iba la segunda esposa del capo, Griselda López, a quien le entregaba propiedades que daban a “El Chapo” a cambio de deudas.
Se habló también de “Tinita”, quien sembraba mariguana y luego le ayudaba a venderla en Los Ángeles, California.
Antes ya había declarado el agente del FBI, Stephen Marston, quien obtuvo las llamadas con ayuda de Christian Rodríguez, un experto en información tecnológica colombiano quien fue el que creó la red privada de telecomunicaciones del cártel.
Martson fue el mismo que presentó a Agustina Cabanillas Acosta, la amante de Guzmán Loera en cuestión.
En las llamadas intervenidas por el FBI, la conversación entre Agustina y Joaquín es muy cariñosa. Ella lo llama “amor”, él le dice que es “la persona más importante para ella”.
Para “El Chapo” fue embarazoso escuchar los mensajes que se había enviado con su amante, más cuando Emma Coronel estaba presente en la audiencia, siento testigo de cómo su esposo le había sido infiel.
El colombiano, quien mostró su molestia al tener que declarar contra su mentor y jefe, detalló lo vivido durante los años en el escondite del capo, en la montaña.
Dijo que en 2007 acudió con el capo para cuidar las finanzas del negocio de su familia, pero se quedó a trabajar a las órdenes del sinaloense.
Cifuentes trabajó desde fines de 2007 hasta por lo menos en noviembre de 2013.
JGM