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El plan de Osiel Cárdenas para atentar contra Felipe Calderón

Ejército informó a Calderón que el Cártel del Golfo y “Los Zetas” tenían un plan para liberar a Osiel del penal del Altiplano, el capo que amenazó con matarlo

Escrito en NACIÓN el

Las amenazas provenientes del crimen organizado han sido una constante para Felipe Calderón, pues durante su sexenio, el expresidente comenzó la conocida “guerra contra el narcotráfico”, en la cual varios cárteles resultaron debilitados y otros favorecidos.

Sin embargo, la primera amenaza real que Calderón Hinojosa recibió por parte del narcotráfico vino antes de tomar posesión como Presidente de la República. 

Osiel Cárdenas Guillén, el exlíder del Cártel del Golfo, fue el capo criminal detrás de dicha amenaza de muerte contra Felipe, así lo asegura el propio expresidente en su libro “Decisiones Difíciles”.

Cárdenas Guillén había sido detenido en 2003 y recluido en el penal del Altiplano, una cárcel de máxima seguridad en el Estado de México. 

Al frente del Cártel del Golfo, Osiel se encargó de llevar al cártel en sus mejores años criminales, creando un brazo armado formado por puros desertores del Ejército, “Los Zetas”.

Sin embargo, la mira del gobierno de Estados Unidos sobre él terminó con su captura a manos del Ejército y la entonces Procuraduría General de la República (PGR) en Matamoros, Tamaulipas. 

Felipe Calderón recuerda que, luego de haber sido nombrado presidente electo tras las polémicas elecciones del 2006, recibió una llamada de Daniel Francisco Cabeza de Vaca, entonces titular de la PGR para reunirse lo más pronto posible. 

Calderón, entonces, llegó a la casa de Cabeza de Vaca, quien sin rodeos le dijo: “Mira, presidente, no ha llegado información, tanto del Ejército como de las agencias americanas con las que tenemos contacto frecuentemente, de informantes que tienen la certeza de que existe un plan para asesinarte”.

El entonces procurador señaló que Osiel Cárdenas era quien estaba detrás del atentado en su contra. 

En ese entonces, Cárdenas Guillén se encontraba en el penal del Altiplano, desde donde seguía dirigiendo al Cártel del Golfo. 

“Dicen que él y su equipo consideran que es altamente inconveniente para sus intereses tu llegada a la presidencia”, dijo Cabeza de Vaca a Calderón Hinojosa.

Felipe, entonces, se reunió con Gerardo Clemente Ricardo Vega García, entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Roberto Aguilera Olivera, entonces jefe del Centro de Inteligencia Antinarcóticos del Estado Mayor de la Sedena.

“Efectivamente, hay informantes que están trabajando para la DEA y el FBI insertados en la organización de Osiel Cárdenas. Ellos han corroborado por distintas fuentes la decisión del cártel de asesinar al presidente electo. Hemos interceptado conversaciones que lo confirman”, le dijeron ambos generales a Calderón en la reunión.

En respuesta, el Estado Mayor Presidencial incrementó las medidas de seguridad para Calderón y su familia.

Por esas amenazas, Felipe relató que no pudo dormir, que se sintió vulnerable como nunca lo había hecho. 

Posteriormente, Calderón -ya como presidente constitucional- supo sobre información del Ejército en la que aseguraban el Cártel del Golfo y “Los Zetas” tenían un plan para liberar a Osiel del penal del Altiplano. 

Las labores de las Fuerzas Armadas arrojaban que el cártel tenía mapas del penal e incluso había recreado la cárcel en un campo de Zacatecas.

La PGR le hizo saber a Calderón que Cárdenas Guillén tenía una solicitud aprobada de extradición a Estados Unidos, desde 2005, que no había sido efectuada. Por ello, en 2007, el líder del Cártel del Golfo terminó en una cárcel estadounidense.

En 2010, Osiel se declaró culpable de narcotráfico, lavado de dinero y extorsión evitando la cadena perpetua y siendo sentenciado a 25 años de prisión.

Las otras amenazas

Esa, sin embargo, no es la única amenaza que recibió Calderón durante su gestión. En 2013, El Universal dio el nombre de otros capos que pensaron acabar con la vida del expresidente. 

En agosto de 2012, cuando Felipe cumplió 50 años y estaba a punto de dejar la presidencia, confesó en una fiesta en Los Pinos a amigos, políticos y empresarios, que en el primer tercio de su mandato el narcotráfico amagaron con derribar el avión presidencial.

Sin decir nombres, excolaboradores de Calderón aseguraron que la amenaza era de Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40”, en ese entonces segundo al mando de “Los Zetas”.

El gobierno sospechaba que la intención era tirar el avión presidencial durante una gira en Tamaulipas.

“Un día me buscó el general (Jesús Javier) Castillo (jefe del Estado Mayor Presidencial) para decirme que se había recogido información de que querían atentar contra el avión presidencial. Me dijo que no era la primera vez que había amenazas contra el Presidente, pero que esta vez eran creíbles y por eso me las comunicaba”.

Calderón fue amenazado en cinco ocasiones, según consta en averiguaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO, hoy SEIDO), dependiente de la extinta PGR.

Las amenazas a Calderón ocurrieron en marzo de 2008 y en enero, mayo, junio y agosto de 2009. 

En marzo de 2007, Calderón Hinojosa declaró que él y su familia habían recibido amenazas. Tras la declaración del entonces presidente de México, otro ciudadano pidió datos al respecto, pero las secretarías de Marina y Defensa le respondieron que no tenían información.

El 11 de agosto de 2009, el mando de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño, cercano a Genaro García Luna, dijo que el entonces presidente había recibido una amenaza del Cártel de Sinaloa, particularmente de Ismael Zambada García, “El Mayo”. 

Pequeño García detalló que Dimas Díaz Ramos, presunto operador financiero del Cártel de Sinaloa, habría declarado un plan para atentar contra Calderón.

Durante su administración, el Cártel del Golfo fue uno de las organizaciones criminales más golpeadas, mientras que “Los Zetas” comenzaron su auge criminal al independizarse, en tanto el Cártel de Sinaloa se consolidó aún más.. 

Actualmente, tanto “Los Zetas” como el Cártel del Golfo se encuentran en declive y completamente fracturados, con presencia en el golfo del país y en la frontera noreste de México con los Estados Unidos. 

Mientras que el Cártel de Sinaloa es la organización con mayor presencia en Estados Unidos y la segunda en México, operando el pacífico mexicano y al noroeste del norte del país.