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El otro Duarte: sus delitos y por qué sigue prófugo

El endeudamiento en el estado, desvío de recursos y hasta descuentos al salario de los trabajadores con fines electorales son algunas muestras.

Escrito en NACIÓN el

No es una, sino dos las fichas rojas que tiene en la Interpol el exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez. Primero por peculado y meses después por ese mismo delito, pero en su modalidad de electoral.

Armó una red de corrupción para desviar miles de pesos, que según el gobernador panista Javier Corral -quien lo sucedió en el cargo-, podrían ser hasta de 42 mil millones de pesos disfrazados como deuda en el estado.

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Lo más preciso son los reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que encontró en la cuenta pública 2015 una malversación de recursos por 107.2 millones de pesos en la compra de medicamentos. También en obra pública.

Otro dato certero es de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), que encontró en documentos oficiales, a la vista de la Secretaría de Hacienda, un desvío por 79 millones de pesos en efectivo para el PRI de su estado.

El dinero lo obtuvo del salario de trabajadores del gobierno de Chihuahua, a quienes les descontaba entre el 5 y 10 por ciento de su sueldo, desde luego, en contra de su voluntad.

Por este hallazgo, a finales de junio la Fepade solicitó una orden de aprehensión para el exgobernador. De haber asistido a una audiencia en persona, la orden estaría suspendida, pese a que nunca han podido notificarle los procesos en su contra porque desconocen su ubicación.

Duarte Jáquez cuenta con diversos amparos para ser detenido, un mismo recurso legal que interpusieron sus excolaboradores y hasta su hijo, César Adrián Duarte Gómez. El último es para evitar que la PGR pueda aprehenderlo.

El aún priista triplicó la deuda en Chihuahua en tres veces el promedio nacional, que es de 4 mil pesos, pero en la entidad roza los 12 mil pesos por habitante, como calculó la asociación “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad”.

Además, de 2014 a 2015 los delitos crecieron casi un 30 por ciento; la extorsión es el más frecuente. Por ello, la percepción de inseguridad repuntó hasta el 63.1 por ciento de los chihuahuenses.

(Archivo, Cuartoscuro).

Incluso se le acusa de poseer una pintura de la fallecida actriz María Félix, que habría realizado  Diego Rivera en la década de los 50. Dicen que ella no la quiso y tras varios dueños acabó en manos del cantante Juan Gabriel.

El “Divo de Juárez” podría haberle regalado la obra al gobernador chihuahuense, pero al tratarse de una pieza artística, la donación o venta tuvo que notificarse al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

De no estar en el país, la pintura requería de un permiso para abandonar el territorio mexicano. Lo más lamentable es que se desconoce su actual paradero, al igual que el de César Duarte, aunque se le busca en 190 países.