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El mito detrás de la creación del impuesto de la tenencia

¿La tenencia tuvo su origen por las Olimpiadas del 68? Descúbrelo aquí

Escrito en NACIÓN el

El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que resurja el cobro del impuesto de la tenencia vehicular y aseguró que no habrá impuestos nuevos.

Un día antes, el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, afirmó que se encontraban analizando revivir para 2020 el impuesto de la tenencia, para que la federación tenga ingresos adicionales de entre 100 mil y 120 mil millones de pesos al año en estados y municipios.

En este contexto, vale la pena recordar el origen del pago de la tenencia, el cual no fue por las Olimpiadas del 68.

Contrario a lo que se podría creer, el impuesto de la tenencia tuvo su origen en el sexenio de Aldolfo López Mateos, en el año de 1963, cuando entró en vigor la Ley del Impuesto sobre la Tenencia o Uso de Automóviles.

De acuerdo con El Universal, dicha ley se destinaría a modelos de autos posteriores a 1950, con excepción de los de uso diplomático, ambulancias de servicio público o privado, a los cuales se les otorgaba una calcomanía para distinguirlos de los que sí tuvieran que realizar el pago.

En la publicación del Diario Oficial de la Federación (DOF) del 29 de diciembre de 1963, se explica que el impuesto sería anual y se debería “quedar cubierto dentro de los primeros meses de cada año”.

En ese entonces existían tres categorías con un pago distinto para cada una dependiendo el modelo y costo comercial: la “A”, con un costo de 250 pesos; la “B”, 300 pesos; y la “C”, 500 pesos. Cuando se realizaba el pago, las autoridades entregaban una calcomanía que lo acreditaba.

A quienes no pagaran la tenencia, se les impondría una sanción del 20% de costo del impuesto para el vehículo en cuestión.

Así empezó a funcionar el pago de la tenencia cuando entró en vigor el 1 de enero de 1963.

Esta información pone en duda la teoría que se ha sostenido por años sobre el origen del impuesto: que fue creada para pagar la celebración de las Olimpiadas de México 1968.

Sin embargo, según el diario, los mexicanos ya habían pagado la tenencia mucho antes que México formalizara su candidatura como anfitrión ante el Comité Olímpico Internacional, la cual ganó el 18 de octubre de 1963.

El origen de la confusión

Si bien el financiamiento de los Juegos Olímpicos no fue el motivo que llevó a la creación del impuesto de la tenencia, el dinero que recaudaba terminó pagando las habitaciones de los atletas del mundo.

El libro “México, Solicita XIX Juegos Olímpicos” del Comité Olímpico Mexicano (1963), que realizó el gobierno mexicano para solicitar la sede de los Juegos Olímpicos del 68, señala que las villas olímpicas serían construidas y posteriormente utilizadas como un programa de habitación popular.

Lo que no se detallaba de forma oficial en el documento es que los recursos para levantar los edificios provendrían de la recaudación de la tenencia.

De ahí que este impuesto adquiriera mucha importancia para el Estado.

cmo