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“El Mayo” Zambada se desesperó con el gobierno por tanto dinero que entregaba

Vicente Zambada Niebla, hijo del líder del cártel de Sinaloa, reconoció que su padre se desesperó por el flujo de dinero dado al gobierno

Escrito en NACIÓN el

Vicente Zambada Niebla, el hijo mayor del jefe del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, criticó que la organización criminal se dedicara a trabajar par el gobierno por las grandes cantidades de dinero que debían entregar mes con mes, además de que siempre los perseguían

“El Vicentillo”, recluido en una prisión federal de Chicago, por eso buscó la manera de enviar una tonelada de cocaína a Chicago “para ganar un poco más” porque estaba perdiendo liquidez.

“Esas fueron las palabras de mi papá: ‘Trabajamos para el gobierno; nos traen a la carrera (los persiguen constantemente) y aparte trabajando para ellos’”, reclamó el capo, según el relato de ‘El Vicentillo’.

La periodista Anabel Hernández hojas sueltas con narraciones que “El Vicentillo” fue elaborando como pasatiempo y durante su colaboración con el gobierno de Estados Unidos (como parte de ese acuerdo él testificó en el juicio de su socio y compadre Joaquín "El Chapo" Guzmán en una corte de Brooklyn). De ese material surgió el más reciente libro de la periodista, Traidor. El diario secreto del hijo del Mayo.

“No hay un funcionario que no tome dinero”

Para tener en el bolsillo a “comandantes amigables” en Sinaloa y en estados donde tenía presencia el cartel o por donde pasaba su mercancía, desembolsaban más de un millón de dólares cada mes. Cuando llegaba un nuevo jefe policial a Sinaloa, "El Mayo" y su socio "El Chapo" los recibían personalmente. “Mi papá siempre los saluda y platica con ellos, más bien como una cortesía”, señaló.

‘El Vicentillo’ subrayó que es difícil toparse con un oficial mexicano honesto. “El 99% de la PGR (siglas de la que ahora es la Fiscalía General de la República) es corrupta y nosotros les damos todo el dinero (…) No hay un solo funcionario que no tome dinero”, afirmó.

También recordó que con los militares, esa colaboración ganada con fallos de billetes les ayudaba a evadir revisiones y cateos del Ejército, y les facilitaba el cruce de narcóticos por la frontera México-EU.

“Ellos nos hacían saber cuándo y en qué partes de la ciudad iban a estar patrullando o poniendo retenes, así nosotros no pasaríamos por la zona y ser detenidos en un retén. Ese era el acuerdo y por eso nos tenían que avisar desde antes, porque ellos no podrían hacer nada si alguno de nosotros era detenido en un retén”, describe ‘El Vicentillo’, cuyas funciones como operador financiero era distribuir esas “mensualidades” y ser emisario de su padre, quien se la pasa escondido en la sierra.

En una ocasión, militares le pidieron un favor a ‘El Mayo’: que les ayudara a localizar a integrantes de Los Zetas, que en la ciudad de Comitán, en el estado de Chiapas, “estaban secuestrando, robando y asesinando personas”. El capo aceptó ayudarles para seguir teniéndolos de su lado.

Pero ‘El Mayo’ llegó a desesperarse por tanto dinero que tenía que desembolsar mes con mes para mantener las operaciones de su grupo. Su hijo reveló que una vez buscó la manera de enviar una tonelada de cocaína a Chicago “para ganar un poco más” porque estaba perdiendo liquidez.

AJ