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El maestro rural que enseña a sus alumnos a protegerse de la violencia

El profesor de la primaria “Guillermo Prieto” realiza simulacros con sus alumnos para que sepan qué hacer en caso de un enfrentamiento o ataque armado

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LÁZARO CÁRDENAS.- Jaime Arellano Sosa es un maestro rural que imparte clases en una comunidad marginada de la Sierra-Costa de Michoacán, donde educa y protege a sus alumnos de la pobreza, el hambre y la violencia.

Es egresado de la escuela normal rural de Arteaga, donde se tituló en 1998 en una generación de docentes que confirmaron su vocación.

Ahora, relata, sus retos se han enfocado en combatir la pobreza, el hambre, la desigualdad social, la marginación y la inseguridad que acecha a sus alumnos.

A 41 grados de temperatura ambiente y con un sol a plomo que techa la comunidad de Colomo (San Miguel), del municipio de Lázaro Cárdenas, el profesor se dice contento.

Recuerda que cuando vio las adversidades a las que se enfrentaba cada comunidad que recorría con sus clases, quiso desistir, pero fue más su amor por la educación.

Mis responsabilidades son múltiples: atiendo los grupos de cuarto, quinto y sexto grado. Esta es una escuela bidocente, mi compañera atiende primero, segundo y tercero

Esa zona, localizada a tres kilómetros de la carretera costera Lázaro Cárdenas-Colima, es disputada por el crimen organizado y eso ha implicado que su labor aumente.

El profesor de la primaria “Guillermo Prieto” realiza simulacros con sus alumnos para que sepan qué hacer en caso de un enfrentamiento o ataque armado durante clases.

Para llegar a esa comunidad, la cual carece de servicios básicos, el maestro tiene que recorrer varios kilómetros por carretera libre y terracería.

En ese plantel, una hoja reciclada hace las funciones de libreta para los niños y los envases de plástico, de contenedores o lapiceras.

ADVERSIDADES

Jaime también dirige la escuela. Estas escuelas no son de organización completa, por lo tanto, no tiene una dirección, entonces toca aparte asumir esa responsabilidad y otras. 

Antes de la pandemia los principales obstáculos son la infraestructura, en equipamiento y en los ambientes escolares, los problemas intrafamiliares.

“En infraestructura por las deficiencias de la escuela. Si se fijan esta lámina a partir de primavera y verano hace muchísimo calor, cuando llega la temporada de lluvias en ocasiones tememos que suspender las clases porque llueve; sí cimbra la lámina y no deja escuchar nada, aparte de que entra la brisa de la lluvia y humedece los trabajos de los niños”, reconoce.

¿LA POBREZA?

La comunidad del Colomo, San Miguel, es de alta marginación. Existen muchas carencias. Es titánico el esfuerzo que hace los padres de familia para que sus hijos asistan a la escuela con todas las carencias que representa.

“Yo como docente me siento orgulloso de ellos por su labor, a pesar de que no hay dinero para comer, no se diga el uniforme, el calzado, las libretas, materiales que se ocupan en la escuela y muchas veces los maestros tenemos que buscar los medios para compensar este tipo de adversidades y generalmente tenemos qué hacer uso de los recursos propios para tratar de solventar esto y hacer que esta brecha de marginación no sea tan abrupta”, platica Jaime.

- ¿NI PENSAR EN UN HOME OFFICE O CLASES A DISTANCIA?

Después de la pandemia nos presentamos con esta doble dificultad de atender a los niños, pero aquí no hay señal de internet, la de telefonía falla mucho y falla hasta la luz; entonces no hay posibilidad y tampoco recursos de los padres de familia para solventar tener un celular que tenga las funciones para realizar este tipo de actividades a distancia. De hecho, con algunos he logrado conectarme en audio llamadas, pero es muy difícil y se corta; no hay señal, se gastan los datos y no hay recursos para ello.

- ¿PARA USTEDES ENTONCES NO HUBO CLASES A DISTANCIA?

Nosotros desde un inicio platicamos con nuestros compañeros de esta problemática que en esta escuela no hay condiciones para la educación a distancia; entonces teníamos las dos opciones: el aprende en casa vía televisión y nosotros elaborar los materiales, presentarlos a los padres de familia para que se realizara el trabajo en físico. A distancia no hay condiciones y seguimos laborando de esa forma. Todos los lunes asistimos con todas las medidas sanitarias correspondientes, guardando la integridad física tanto de nuestros alumnos como de nosotros para hacerles llegar el material y puedan trabajar a distancia, pero con materiales.

- ¿LES HA TOCADO ESTAR EN SITUACIONES DE VIOLENCIA?

Hemos hecho pláticas con nuestros alumnos sobre el tema de violencia. Es un tema general a nivel nacional, pero aquí hemos hecho simulacros de qué es lo que debemos hace en caso de que se presenta alguna situación como cuando los miembros del crimen organizado se acercan a la periferia escolar. La primera acción es todos tirarnos pecho tierra y no movernos; la otra, alejarnos de esas áreas que representan un riesgo. Afortunadamente no se nos ha presentado una situación crítica pero sí estamos atentos, estamos alerta y he sabido de nuestros propios alumnos de situaciones que han ocurrido a compañeros docentes en carretera, pero son parte de los múltiples riesgos que corren los docentes de este tipo de comunidades.

SU HISTORIA

Jaime cuenta con 22 años de experiencia docente. Antes de llegar a esta comunidad estuvo laborando en la vecina comunidad de El Habillal, en escuela primaria, desde que egresó de la normal.

En febrero de 2015 llegó a la escuela primaria “Guillermo Prieto”. Fue un cambio un poco abrupto, porque “yo estaba acostumbrado a laborar en una escuela de organización completa, atendía a un solo grupo, tenía el apoyo al 100 por ciento de los padres de familia en equipamiento e infraestructura y cuando llegué a El Colomo me encontré con todas las carencias habidas y por haber. Simplemente aquí una cooperación de 20 o 30 pesos para un evento es un dineral”.

Reconoce que ante la falta de recursos, se apoya en los niños de sexto para ayudar al de cuarto o al de quinto; con los padres de familia cada padre tiene designada su propia área de limpieza. “Tenemos una plantilla de 31 alumnos, yo atiendo a 17 y la maestra a 14”.

SATISFACCIONES DE ESTA EXPERIENCIA

“Cuando recién llegué a esta escuela, la verdad me quería regresar de ver las condiciones en que estaba, pero ya estaba aquí; lo que me quedó fue echarle ganas. Metimos a la escuela a programas y la fuimos equipando poco apoco. Ya cuenta con butacas nuevas, equipo de cómputo para el grupo de la maestra y para mi grupo; tenemos cada quien su impresora, un video proyector, gabinetes, equipo deportivo y afortunadamente hemos recibido mucho apoyo. Aquí es trabajo en equipo, con los alumnos, los compañeros maestros, los padres de familia, la supervisión y la Secretaría de Educación Pública para sacar adelante el trabajo. Me siento satisfecho con lo que hemos logrado”, cuenta con orgullo.

Con motivo a la celebración del 15 de mayo, Jaime Arellano Sosa es claro:

Si quieres entrar a la docencia te va a dejar muchas satisfacciones emocionales, pero no es una carrera para hacerse rico. Yo le quiero decir a todos los estudiantes que tengan la intención de entrar a una escuela normal que esta es una de las profesiones más nobles que puedan existir porque trabajamos con niños y los niños es lo más puro en una sociedad donde hay tantos conflictos, tantas negaciones, tantas frustraciones y tantos choque de ideologías, lo más puro es la niñez y cuando un niño te da un abrazo, te da un agradecimiento, de lo da de corazón, te lo da sinceramente sin esperar nada a cambio y es lo más poderoso que te puede dar la docencia.

MJP