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El InDRE, al quite para autorizar pruebas contra covid-19

Alejandro Macías, epidemiólogo y excomisionado para la atención de la influenza en 2009-2010 descarta que haya corrupción en ese proceso

Escrito en NACIÓN el

El sistema de salud del gobierno mexicano ha logrado acelerar el proceso para elevar el número de pruebas que se aplican a los sospechosos de contagio de covid-19 mediante  la participación del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), que ha reforzado en este sentido la tareas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), aseguró Alejandro Macías, quien es un experto epidemiólogo y fue Comisionado Especial para la Atención de la Influenza en México en 2009 y 2010.

Macías detalló que el InDRE está otorgando autorizaciones para la comercialización de pruebas del sector farmaceútico privado, una vez que ha validado su eficacia al compararlas con pruebas desarrolladas por la propia institución.

“El InDRE está haciendo un trabajo emergente, muy intenso. A mí me parece que es muy buen trabajo, es un trabajo extraordinario. Y además no pensemos que el instituto tiene un presupuesto adicional que le han dotado para esto. Está teniendo que hacer muchas cosas dentro de un presupuesto que está definido y ha tenido que hacer maravillas para sacar su trabajo”.

En entrevista con La Silla Rota, el también integrante de la Comisión Universitaria para la Atención del Covid-19 explica que si bien el registro sanitario de este tipo de insumos médicos le corresponde a la Cofepris, en la situación de emergencia sanitaria que vivimos había una demanda intensiva de autorización de varios productos que son básicamente formas de detección del virus a través de pruebas serológico-moleculares que demandan la sociedad y los fabricantes que las producen.

“Lo que pasa es que éstos no son tiempos normales. En tiempos normales todo esto lleva un proceso que termina precisamente con la autorización de Cofepris. Entonces el InDRE entró al quite. De manera emergente lo está haciendo el InDRE, pero esta institución no certifica; el InDRE ha desarrollado sus propias pruebas contra covid-19 y funcionan bien y las compara con las que los laboratorios les presentan para obtener autorización.  Con ese análisis se determina si hay equivalencia y si las nuevas pruebas son de utilidad”.

Si las pruebas son seguras y eficaces, se les entrega un oficio que autoriza a los fabricantes a venderlas.

Macias, quien en días recientes en un tuit respondió a comentarios periodísticos atribuyendo corrupción en el InDRE dentro de este proceso, apuntó que le pareció inapropiado e injusto pues si un equipo de pruebas no se comporta bien después de haber sido autorizado puede deberse a distintas razones.

“No hay siquiera oportunidad para la corrupción ahí. Es muy poco probable, se hace muchísimo trabajo y hay muy pocas posibilidades de la corrupción porque ellos no dan un certificado que sirva como un registro sanitario ni mucho menos”.

Precisó que el InDRE no tiene los mecanismos de vigilancia que tiene Cofepris ni tiene inspectores. “Dicho de otra manera, el InDRE no tiene dientes para certificar que el comportamiento de esos kits después ya en uso, sea el apropiado”.

El doctor Macías subrayó que hay distintos tipos de pruebas y muchos solicitantes de autorización. Y ante esta situación el trabajo que ha tenido que hacer el InDRE ha sido un trabajo extraordinario, sobre lo que de por sí ya es una sobrecarga de trabajo. “Se ha estado haciendo de manera adecuada”.

De acuerdo con el epidemiólogo, las pruebas tendrían que pasar posteriormente por otro procedimiento para que la Cofepris, una vez cumplidos los requisitos necesarios, pueda dar el registro sanitario.

“Aquí hay que entender que había una demanda amplísima en México de pruebas de laboratorio y había muy pocas pruebas. Entonces lo que se pretendía es que existiera oferta de pruebas para satisfacer la demanda de manera emergente, pudiendo liberar a estos proveedores. De ese modo puede existir la prueba en el mercado de manera emergente y transitoria, porque eso eventualmente se tendrá que llevar a los mecanismos habituales”. Las pruebas que se están analizando y autorizando para su venta son las que buscan el ácido ribonucleico del virus (ARN), que son las pruebas de la reacción en cadena de polimerasa PCR. También se analizan las que buscan anticuerpos, las pruebas serológicas, que son completamente diferentes.