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El huachicol, desde la época de Carlos Salinas de Gortari

De acuerdo con estudio del IPN entre 1994 y 2003 se registraron 304 tomas clandestinas en ductos de Pemex

Escrito en NACIÓN el

Desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Petróleos Mexicanos (Pemex) comenzó a detectar tomas clandestinas, de acuerdo con estudio publicado por la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME)  del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El documento menciona que enlista los accidentes por diferentes motivos registrados en poliductos de Pemex entre los años 1994 y 2003. Según documento publicado el 23 de mayo de 2005, en el año 1994, se documentaron nueve; en el 95, 21; en el 96, 45; en el 97, siete; en el 98, 46; en el 99, 51; en el 2000, 35; en el 2001, 37; en el 2002, 45; y para el año 2003, ocho. En total, durante este periodo se registraron 304.

“Los casos más significativos, con mayor número de registros de accidentes, son debidos a: tomas clandestinas (304 casos), corrosión (125 casos) y golpe mecánico (6 casos), entre los más importantes”.

El “Estudio del riesgo en ductos de transporte de gasolinas y diesel en México”, menciona que “los derrames en ductos de –Pemex Refinación- PR se deben, en orden de importancia, a tomas clandestinas, daños o averías provocadas por terceros y corrosión.

Los riesgos que representan las tomas clandestinas, indica el documento, originan que un derrame de 30 minutos origina una pérdida de 30 mil litros de hidrocarburos, lo que equivalente a dos pipas.

“Como causa principal de emergencias en Pemex, se destaca el robo de gasolina que durante 30 minutos puede llegar a los 30 mil litros en una toma clandestina (según estiman los especialistas en el tema) y se identifica al registrarse una baja sensible en la presión de los instrumentos de medición que dura por varios minutos. En ese momento se inicia la búsqueda del incidente”.

Ante los riesgos que representaban las tomas clandestinas, el estudio sugiere a Pemex atender la problemática, a lo que la institución respondió que no era posible.

“Consecuentemente, detectar los robos de combustibles al analizar los reportes finales de distribución, no es posible, explican los operadores, porque son tan pequeños que pueden confundirse con los estimados de pérdidas aceptables en el bombeo [8]. La figura 3 representa una toma clandestina típica en poliductos”.

El documento finaliza con una serie de recomendaciones para la empresa, así como para el personal que labora en la institución

“Incrementar la vigilancia (mayor frecuencia en el celaje y modernización del equipamiento del personal) en los DDV y tender a disminuir eficazmente el grado de vulnerabilidad física en estas instalaciones del país a través de la automatización del monitoreo y equipos de seguridad”.