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Turismo impulsa cuarta ola de covid; ¿el home office llegó para quedarse?

Además de largas jornadas, 89.8 % de quienes laboran a distancia usan su propio celular como herramienta de trabajo

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Escrito en NACIÓN el

México registra 15,000 nuevos casos de covid-19. Los contagios en las zonas turísticas impulsan la cuarta ola y los casos se han duplicado en menos de una semana. Los estados más afectados analizan replantear las recomendaciones y la principal es el regreso al trabajo en casa.

Además, la falta de supervisión de las condiciones laborales, indefensión respecto a accidentes ocurridos en casa en horario laboral y ciberacoso, son parte de las incidencias que se registran en el trabajo a distancia, mejor conocido como teletrabajo o home office, y que no cuentan con tanto detalle en la Ley Federal del Trabajo, así lo consideró Manuel Fuentes, experto en temas laborales.

La modalidad de trabajo que formó parte de las medidas sanitarias impuestas durante la pandemia de la covid-19, llegó para quedarse. Aunque la emergencia de salud ya ha sido controlada gracias a las campañas de vacunación, que han permitido reducir el número de contagios, hospitalizaciones y muertes por el coronavirus, algunas empresas han optado por continuar con esta modalidad de trabajo.

De acuerdo con el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública, de la Cámara de Diputados, en los últimos meses se redujo la proporción de empresas que seguirán con el modelo de teletrabajo como alternativa permanente. De 1 millón 873 mil 564 negocios a los que se aplicó la Encuesta sobre el impacto generado por covid-19, sólo 5.7 % se mantendrá en esta modalidad. Eso equivale a 93 mil 678 negocios

Sin embargo, su legislación aún deja algunas lagunas que abren la puerta a riesgos y desventajas para los trabajadores que ejercen el teletrabajo, consideró Fuentes Muñiz, quien también es abogado laboral.

“Tiene una deficiente legislación, que le falta sobre todo operatividad, tiene aspectos dañinos para los trabajadores al no haber una inspección de trabajo, que se cheque quienes están en teletrabajo, entonces se vuelve fantasmal al no haber un control de las autoridades u organizaciones sindicales que puedan atender los casos de los trabajos de esa modalidad, lo cual deja a quienes trabajan así, en estado de indefensión”.

Entre los aspectos dañinos para la salud del teletrabajo están el sedentarismo, la vista cansada y el estrés, pero también los accidentes de trabajo, que en la legislación están en una zona nebulosa, añadió.

“¿Qué ocurre si un trabajador va al baño y se tropieza en horas de trabajo? Hay vacíos legales al respecto. Así como está la ley, un accidente en casa no es accidente, es hasta salir del domicilio, si no hay un contrato que especifique los horarios y ocurre un accidente, el trabajador no está protegido. Si tiene un accidente, por ser en casa, ¿se le paga solo 60 %?”.

“La ley de IMSS dice que se da riesgo de trabajo de traslado de casa al centro al trabajo y al revés, pero en el caso del teletrabajo al no quedar claro el riesgo en casa, mientras se trabaja. En la mayoría de los casos no está reglamentado en los hechos, entonces las empresas no lo han hecho o están sin supervisión de las autoridades, entonces los riesgos son un mundo invisible, eso los deja en inseguridad en cuanto al tema”, agregó

NO TODOS TIENEN EQUIPO PARA HOME OFFICE

El informe del CESOP señala, con respecto al acceso de tecnología, que 91.5 % de los trabajadores en modalidad home office cuenta con equipo propio y 89.8 % usa su propio celular como herramienta de trabajo, lo que significa que la transición del trabajo de oficina a casa no fue planeada.

A 18 meses del inicio del teletrabajo a nivel masivo, las condiciones no han cambiado, pese a que en México la regulación legal del teletrabajo se aprobó en enero de este año. “Los recursos para el desempeño de los trabajadores son por cuenta de ellos”, remarcó el estudio.

El documento del Centro cita el reporte Work Trend Index 2021 de Microsoft, el cual resalta que la tendencia es el trabajo híbrido en el que los empleados tienen la flexibilidad de trabajar desde la oficina y/o en cualquier otro lugar en el que tengan acceso a las herramientas que necesitan para laborar.

A ambos aspectos se refirió Manuel Fuentes Muñiz. Opinó que hay una laguna en no considerar teletrabajo que no se ocupen más allá del 40 % de horas laborales a la semana, que, de 5 días, 2 sean de trabajo a distancia, y que algunos empleadores en el contrato que les llegan a hacer les plantean como si estuvieran solamente dos días a la semana.

“Pero la realidad es otra y cuando llega algún tipo de reclamo por accidentes de trabajo se amparan en esta modalidad. Otro aspecto es que, al ver el tema de eficiencia, no hay reglas”, dijo el abogado.

TAMBIÉN HAY CIBERACOSO

Otro tema es el ciberacoso que se está generando de parte de las empresas contra los trabajadores. Se trata de inspectores digitales que supervisan que si el trabajador abandona el teclado o ya no aparece su imagen, entonces hacen sonar una alarma.

“Esto hace que los trabajadores se sientan con un nuevo capataz y esto genera estrés y una situación complicada. A veces tienen capataces reales que a cada media hora u hora realizan supervisiones. El ciberacoso genera estrés, tensión y enfermedades derivadas”, criticó el ex consejero de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

Un cuarto escenario que se da es que se comienzan a perder contratos de trabajo, ya que algunos de los que trabajan a distancia están por honorarios y eso hace que pierdan derechos, no les dan seguridad social, su salario no está garantizado y carecen de aguinaldo.

“En esos casos los trabajadores están sujetos a horarios de trabajo o resultados, si es una relación de trabajo y ante los vacíos de seguimiento de su actividad por parte de la autoridad, se genera impunidad, el 90 % de trabajadores no tienen contratos ni sindicato real”.

Por ello propuso que se revise y se subsanen las lagunas de la reforma laboral al respecto, y ver su cumplimiento, ya que pocas empresas han instalado el teletrabajo en el contrato colectivo.

“Es una tristeza lo que legisladores hicieron, fue un copy paste de legislaciones de otros países, no vieron el tema de la operatividad, no vieron los costos del internet, dejan a los trabajadores en la indefensión, el patrón puede o no pagar el equipo para el teletrabajo y no es solo beneficio para el trabajador”.

“Se crea ahora un nuevo modelo de relaciones laborales, el derecho a la desconexión ahí está, pero si se desconecta y el patrón le da una orden y no la cumple, es motivo de separación. Es un modelo donde se instala un esclavismo laboral que beneficia a empresas por ahorros y este escenario tiene vacíos legales, al no contemplar las enfermedades por causas de trabajo, ese es el panorama”.

Pese a la coyuntura, actualmente no hay proyecto legislativo al respecto.

“Los diputados ya la aprobaron y se sienten héroes, pero no se ha resuelto el problema y la Secretaría del Trabajo no tiene recursos suficientes para hacer inspecciones y es una ley que no se vigila”.

MODALIDAD SETENTERA PERO TOMÓ AUGE CON LA PANDEMIA

El Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública consideró en su análisis que las reformas de enero de 2021 a la Ley Federal del Trabajo (LFT) subsanaron vacíos en la regulación del teletrabajo para los empleados de la iniciativa privada, pero para los empleados de la administración pública se generaron condiciones de desventaja.

También recordó que el teletrabajo no es una modalidad reciente, ya que por primera vez se hizo evidente durante la crisis petrolera de Estados Unidos de América en la década de 1970. Después en la Unión Europea, en Alemania y Austria, se implementó el trabajo remoto en las zonas rurales como una forma de solventar las dificultades de comunicación y distancia. En América Latina tuvo lugar en Brasil durante 2004, en Chile en 2006, para el caso de México en 2007, en Argentina 2009 y para Colombia en 2012 para actividades más enfocadas al mercado.

“Esta modalidad de trabajo generalmente responde a momentos de crisis energética, por problema de vías de comunicación, cuestiones climáticas como en el caso de Finlandia o Islandia o debido a situaciones atípicas como es el caso de la pandemia”.


El Centro se refirió precisamente al contexto actual, derivado de la pandemia, y aseguró que los expertos han mencionado que no es lo mismo “optar voluntariamente por el modelo de trabajo a distancia con todo lo necesario para tener buenos resultados, que ser obligados a adoptar esa modalidad en el empleo por razones de seguridad y sin condiciones adecuadas en casa”.

El CESOP mencionó datos de la Organización Internacional del Trabajo que revelan que debido a la crisis de contingencia sanitaria por la covid-19, alrededor de 23 millones de personas en América Latina transitaron al trabajo a distancia, “lo que permitió preservar un porcentaje significativo de empleos”.

También citó el Informe: estado del trabajo remoto en México durante la pandemia de Covid-19, elaborado por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Ahí, se destaca que el teletrabajo ofrecía condiciones positivas a los empleados al considerar la reciente reforma del artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo en 2021, pero en un contexto de pandemia, la transición fue abrupta y no fue tan positiva para todos.

“Aunque la tendencia mayor fue la de conservar salarios y prestaciones sin ninguna variación, la segunda tendencia fue que bajaron salarios y prestaciones para casi una tercera parte de los empleados que participaron en el estudio, lo que contuvo el desempleo, pero no la precarización”, advirtió el estudio.


acz