Desde el inicio de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha lanzado contra la prensa con diferentes calificativos e insultos.
En el episodio más reciente, López Obrador dijo en la conferencia matutina de este jueves que es mentira que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) esté en crisis, pues se trataba de una “calumnia” del “hampa del periodismo”.
No se está despidiendo a nadie, es propaganda para afectarnos. Ya ven cómo es el hampa del periodismo. No todos desde luego. En el hampa del periodismo se usa mucho que la calumnia cuando no mancha, tizna. Ayer tuve una reunión con el sector salud, no hay despidos”, comentó en Palacio Nacional.
“Prensa Fifí”
El 18 de diciembre pasado, López Obrador llamó “prensa fifí” a medios de comunicación que llamaron a su gobierno, conocido como “la cuarta transformación, como “la cuarta simulación”.
Creen que todos somos iguales, que el león cree que todos son de su condición, esto va en serio, esto es una transformación, es un cambio de régimen”, explicó el presidente.
Minutos después, el presidente ofreció disculpas y prometió no volver a llamar “fifí” a la prensa.
La primera vez que López Obrador usó la palabra “fifí” para descalificar a la prensa fue el 22 de junio de 2018, cuando en calidad de candidato presidencial de Morena, se refirió a un medio de comunicación que publicó una nota relacionada con la impresión del periódico Regeneración.
Por medio de un informe, Artículo 19 insistió en la necesidad de que el jefe del Ejecutivo cuide ciertos discursos que “puedan ser interpretados por funcionarios públicos o por sectores de la sociedad como instrucciones, instigaciones, o de cualquier forma autorizaciones o apoyos, para la comisión de actos que pongan en riesgo o vulneren la vida, seguridad personal u otros derechos de los periodistas”.
“No olvidemos que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en América, según la propia CIDH y que cualquier descalificación y estigmatización desde el poder público, tanto en el espacio físico como en el ámbito digital, puede derivar en autocensura ante el temor fundado de posible violencia. Y esto es, hoy en día, el mejor de los casos, porque en efecto, tales discursos pueden derivar en actos reales o materiales de amenaza u hostigamiento contra periodistas”, continúa.
LEER TAMBIÉN EN LA SILLA ROTA: Javier Lozano crítica a AMLO por desabasto de medicinas
“Si ustedes se pasan, pues ya saben lo que sucede”
El 15 de abril, el presidente contestaba la pregunta de un periodista, días después de haber tenido un diálogo con el periodista Jorge Ramos por el tema de inseguridad.
Vi a un columnista diciendo que los que venían aquí no eran buenos periodistas, que Jorge Ramos sí era muy buen periodista. No, yo pienso, con todo respeto discrepo, creo que ustedes no solo son buenos periodistas, son prudentes, porque aquí les están viendo y si ustedes se pasan pues ya saben, ¿no? lo que sucede, pero no soy yo, es la gente”, dijo López Obrador.
En su defensa, el presidente afirmó que no amenazó a periodistas y que fue “malinterpretado”, pues su derecho de réplica fue tomado como una “represalia”.
“Periodistas maiceados y chayoteros”
El 8 de mayo, López Obrador dijo que, en gobiernos anteriores, durante el régimen “neoliberal” el Estado pagaba a periodistas para que hablaran bien gobierno.
El presidente hacía referencia a que medios de comunicación habrían atribuido a su administración la caída registrada un día antes en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y no a las disputas comerciales entre China y Estados Unidos. “Hay sesgos. Y nada más están viendo lo que les conviene”.
Se gastaba muchísimo dinero en el maiceo, en el chayote. Entonces se terminó eso. Ahora tienen financiamiento de otras partes y tienen la consigna de estar en contra nuestra. La economía está muy bien. No tenemos inflación, se están creando empleos”, agregó.
Señaló que el gobierno no daba a conocer la lista de dichos periodistas “porque no lo considero sano, pero sabemos por qué esa actitud”.
cmo