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El futuro de la OEA, ¿en manos de la Celac?

El tema primordial de la reunión es la propuesta de reformar a la OEA, acusada de proteger intereses de EU

Escrito en NACIÓN el

El gobierno federal anunció que durante la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) propondrá la creación de un grupo de trabajo que haga una propuesta de transformación de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que significa que se podría intentar crear un frente unido de todos los países latinoamericanos para reformular la forma en la que la OEA debe trabajar; sin embargo, expertos internacionalistas advierten que la división entre los gobiernos de diferentes gobiernos de la región podría complicar un consenso.

“La OEA tiene, como cualquier institución, logros y cosas que se pueden mejorar. Se puede hacer una reforma de la OEA bien planteada, viendo exactamente cuáles son los intereses más actuales de los países y adaptar a la OEA a las nuevas circunstancias”, explica Miguel Ruiz - Cabañas Izquierdo, diplomático de carrera, miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 1979 y actualmente Profesor y Director de la Iniciativa sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Tecnológico de Monterrey.

La reunión, que se llevará a cabo durante el próximo fin de semana, contempla la construcción de un acuerdo regional contra el tráfico de migrantes, la construcción de un fondo común para desastres en la región latinoamericana, un mecanismo de funcionamiento para la emergencia sanitaria de covid-19 que permita el intercambio de vacunas y la cooperación para el desarrollo biológico-médico, además de la implementación de la Agencia Latinoamericana del Espacio como una manera de competir de manera regional en la investigación espacial que han desarrollado durante los últimos años las principales potencias mundiales.

De último minuto, el presidente de ArgentinaAlberto Fernández, canceló su participación en la sexta Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a realizarse este fin de semana en México. Se confirmó que Argentina será representada por el canciller, Felipe Solá, según anunciaron fuentes diplomáticas.

La cancelación del presidente argentino se suma a la lista de grandes ausentes en esta cumbre, entre los que destacan los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, de Nicaragua, Daniel Ortega y el mandatario de ColombiaIván Duque

Sin embargo, uno de los temas de la VI Cumbre que más ha llamado la atención es justamente la propuesta de reformar a la Organización de Estados Americanos que ha tenido una intensa historia de participación en la política interna de diversos países latinoamericanos y que ha sido acusada por gobiernos de izquierda, de promover intereses de Estados Unidos en la región.

La OEA ya se ha reformado en cuatro ocasiones durante su historia: en 1967, en 1985, en 1992 y en 1993, por lo que una nueva reforma no sería extraña, aunque requeriría un intenso trabajo de diagnóstico y acuerdos.

Sin embargo, a decir de los especialistas, la posibilidad de que se alcance un consenso pronto entre los países latinoamericanos puede resultar difícil sobre todo en el contexto de diferencias que se presentan entre aquellos que tienen gobiernos de izquierda, como Perú, Venezuela, Argentina o el propio México, y los países que tienen gobiernos de derecha como Brasil o Colombia.

Además, la Celac no es específicamente un organismo internacional sino un mecanismo de concertación, debido a lo cual no tiene una sede, o una secretaría, además de que no participan todos los países del continente: Brasil decidió salir de la Celac durante el gobierno de Jair Bolsonaro y tampoco están ni Estados Unidos ni Canadá.

Al mismo tiempo, la OEA ha enfrentado diversas e intensas críticas sobre el trabajo que ha desarrollado en la región y los cuestionamientos no sólo no se han difuminado, sino que se han profundizado con gestión del actual responsable, Luis Almagro.

Para María Cristina Rosas, especialista en Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la OEA ha estado demasiado envuelta en diversas polémicas que ha tenido como consecuencia cierto hartazgo entre las figuras encargadas de las relaciones multilaterales.

Una de las principales críticas es que el organismo fue fundado por Estados Unidos como una manera de impulsar su agenda diplomática y sus intereses políticos, económicos y militares en la región. En los últimos años, la gestión de Luis Almagro, otrora militante de izquierda, ha generado diversas críticas en América Latina.

“Almagro es una persona que divide, a muchos no les gusta su gestión. Acaba de publicar un libro en el que se defiende y dice que actúa como se debe hacer y que, si hay un país que violenta la institucionalidad, que violenta las normas democráticas y los Derechos Humanos, el papel de la OEA es gestionar esas crisis y llevar las cosas a buen puerto”, explica María Cristina.

Uno de los momentos más críticos que ha enfrentado Almagro fue en 2019 cuando se llevó a cabo un golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia, ante lo cual la OEA afirmó que había habido un fraude electoral con lo que dio un espaldarazo al gobierno de Jeanine Añez.

Unos meses después, investigadores del Massachusetts Technology Institute (MIT, por sus siglas en inglés), demostraron que no hubo tal fraude electoral, sino que lo alejado de algunas comunidades bolivianas y la falta de conectividad, ocasionaron que el conteo de votos diera un vuelco hacia el final del proceso electoral.

Sin embargo, la desaparición de la OEA, que el presidente López Obrador ha mencionado alguna vez, no parece ser una posibilidad real.

“El presidente López Obrador ha sido muy crítico de la OEA, hemos escuchado que ha planteado que este organismo no funciona y que va hacer sugerencias para transformarlo o para proponer otro organismo”, explica Rosas.

Sin embargo, es posible que la Celac no sea el espacio adecuado para tratar estos puntos y lograr un frente común que se pueda presentar en la OEA.

Las diferencias sobre todo se han agudizado con los países que han elegido a gobierno orientados hacia la derecha como Brasil, Chile o Colombia, además de los conflictos internos entre países como Colombia y Venezuela cuyas relaciones se han visto seriamente afectadas en los últimos años.

“Realmente no tenemos un clima de concertación en América Latina, quizá por eso la pandemia nos ha pegado tanto. No tenemos estrategias de salida. Está complicado que se puedan generar consensos o se pueda generar una propuesta debidamente armada y fundamentada para reemplazar a la OEA”, afirma la especialista Rosas.

Para lograr una reforma de la OEA, explica la especialista en Relaciones Internacionales, el procedimiento consiste en formar un equipo de notables y especialistas que en el organismo que pueda realizar un diagnóstico sobre el estado de la OEA y a partir de un balance entre los aciertos y los errores, construya una propuesta de reforma, sin embargo, hasta el momento no se ha convocado a notables que puedan realizar este trabajo.

“No veo a ningún grupo de notables que haya sido convocado ni por México ni por nadie para hacer una evaluación imparcial o lo más imparcial posible sobre la OEA, sobre sus logros, sobres sus limitaciones, sobre sus fracasos y que a partir de ahí se articulara una reforma”, afirma Rosas.

“No es buena idea desaparecer a la OEA porque es el único foro donde también participa Estados Unidos y Canadá, entonces ese foro no se puede perder. Es mejor tenerlos para discutir directamente que no tenerlos”, explica Ruiz-Cabañas.

La OEA tiene una larga tradición de participación en temas relacionados con los países que la integran, sobre todo en materia de seguridad, de manejo de crisis políticas, de Derechos Humanos.

“Hay muchas áreas donde la OEA y el sistema interamericano han funcionado muy bien y merecen apoyo. Todo lo que es el área de Derechos Humanos, no hay duda de que la Comisión y la Corte son muy importantes. También es muy importante la Comisión Interamericana de las Mujeres y la cooperación en materia de drogas”, afirma el especialista.

Otra área importante en la que la OEA participa es en la mediación cuando existen conflictos entre los países miembro. Principalmente en América del Sur, se han llegado a generar conflictos que requieren de un ente que medie para resolverlos.

“Reforzar las medidas para la seguridad del hemisferio es muy importante. Para muchos países, la OEA ha sido el espacio donde han podido negociar sus diferencias, aumentar las medidas de cooperación o el aumento de la confianza”, explica Ruiz - Cabañas.

MJP