El USMCA, el nuevo pacto comercial de América del Norte emitido la semana pasada, se caracteriza por movilizar las cadenas de suministro hacia el interior de Estados Unidos, Canadá y México; sin embargo, aleja a estas naciones del resto del mundo, en específico con actores comerciales de Asia, como China. Lo que enraíza aún más la dependencia mercantil de México con Estados Unidos.
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Aquí las claves de ello:
A.- Dentro de las reglas de origen, se establece la cantidad de productos y componentes que deben provenir de los tres países integrantes del Acuerdo, tales como productos químicos, una gama de productos de acero, vidrio y fibra óptica.
B.- Hilo de coser, tela de bolsillos, bandas elásticas angostas y telas recubiertas, son las limitaciones impuestas por Estados Unidos en cuanto a textiles y prendas de vestir, industria en la que China es líder mundial de exportaciones.
C.- Dentro de la industria automotriz, el aumento a 75% como requisito de contenido local y la cobertura de entre el 40 y el 45 por ciento de ese contenido debe ser producido por trabajadores que ganan un mínimo de 16 dólares la hora. En tanto, la mano de obra en China se cotiza en 379 dólares al mes.
D.- De igual forma, se mantienen los aranceles al acero y al aluminio de 25 y 10% respectivamente, lo que para proveedores fuera del renovado TLCAN podría resultar catastrófico, debido a la cancelación de órdenes que corren el riesgo de no reemplazarse, de acuerdo con Deborah Elms, directora ejecutiva del Asian Trade Center en Singapur.
E.- Desde 2001, el papel de México como uno de los principales productores con bajos salarios se vio comprometido con el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio, nación que compite en muchos de los mismos mercados de exportación. Además, gran parte del almacenaje de las principales tiendas departamentales de México, es de productos hechos en China o ensamblados en México con componentes chinos.
DJH