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Duplicar IEPS a refrescos y comida chatarra, opción para fortalecer salud

El subsecretario de prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, dijo que la Secretaría de Salud analiza la implementación de “impuestos saludables” a productos considerados como nocivos para la salud

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Duplicar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) ayudaría a reducir la incidencia de obesidad y diabetes en el país y permitiría que el gobierno tuviera más recursos para programas de prevención, coinciden especialistas, quienes aseguran que este impuesto, que actualmente es de 10% para las bebidas azucaradas y del 8% para la comida chatarra, ha contribuido a que disminuya su consumo

El pasado 31 de mayo el subsecretario de prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, dijo que la Secretaría de Salud analiza la implementación de “impuestos saludables” a productos considerados como nocivos para la salud. 

En entrevista con LA SILLA ROTA, Juan Ángel Rivera Dommarco, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), destacó que nuestro país fue pionero en la implementación del IEPS a las bebidas azucaradas y que se ha demostrado que al aumentar el precio de los productos baja su consumo, hecho al que se le denomina “demanda elástica”. 

“En México ya se demostró que en las bebidas azucaradas, hubo una reducción en las compras de 7.5%, con un impuesto que era como de 9.5%, porque fue perdiendo valor adquisitivo con el tiempo. Quiere decir que es un excelente modelo”, destacó. 

Rivera Dommarco señaló que “el efecto no es tan grande, porque el impuesto es muy chiquito. Por ejemplo, el impuesto para tabaco llega a ser hasta de 70%, 80% o 90%, el impuesto a las bebidas azucaradas llega a ser hasta del 10% y el impuesto a la comida chatarra de 8%, lo ideal sería, de acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, poner un impuesto a las bebidas azucaradas de al menos 20%, es decir, duplicarlo y aumentar el impuesto de los alimentos no básicos con alta densidad energética, si se pudiera aumentar al 30%, mejor”.

Coincide Simón Barquera, director del Área de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP, quien expresó que los resultados obtenidos con estos impuestos en México han sido tan buenos y prometedores que ya 30 países también pusieron gravamen a refrescos y comida chatarra. 

Señaló que ante las altas tasas de diabetes y obesidad que hay en México, lograr aumentar a 20% el IEPS sería de gran utilidad, “porque le daría más recursos al gobierno para poder hacer programas preventivos y para poder invertir en la salud, sobre todo en las zonas más pobres del país, que justo son las que más se ven afectadas por esta epidemia”. 

 Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, indicó que la evidencia científica ha demostrado que es necesario aumentar el impuesto en beneficio de la salud. Agregó que hay casos como la ciudades de Filadelfia, en Estados Unidos, donde tras aplicarlo han reducido 38% la compra de estos productos.

Al respecto, Rivera Dommarco comentó que en nuestro país se ha demostrado que aplicar estos impuestos no afecta a la industria ni conlleva una reducción en los empleos, ya que las personas dejan de beber refresco, pero ahora toman agua embotellada, que producen las mismas compañías. 

“Entonces el negocio redondo para la salud pública sería duplicar el impuesto, pero lograr que parte de los ingresos fiscales vayan a prevención de la obesidad. Por ejemplo, agua en todas las escuelas y apoyar a los Institutos Nacionales de Salud y hospitales de alta especialidad que están recibiendo personas con diabetes causada por obesidad y por el consumo de bebidas azucaradas, personas con enfermedades crónicas y que requieren urgentemente de más recursos, entonces eso es lo ideal”, resaltó el director general del INSP. 


MJP