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Discrepan periodistas sobre denuncias de espionaje

Integrantes del gremio periodístico concuerdan en que el tema del espionaje no es nuevo, pero sí destacan que el reportaje del NYT pone la lupa sobre el caso

Escrito en NACIÓN el

Aunque para algunos integrantes del gremio periodístico no es tema nuevo y carece de pruebas el reportaje del diario norteamericano The New York Times sobre espionaje del gobierno mexicano en contra de periodistas y activistas, otros han agradecido que esta información haya provocado una respuesta gubernamental sobre un caso soslayado por la administración de Enrique Peña Nieto.

Esto último es el caso del periodista y columnista Raymundo Riva Palacio, quien escribe sobre el tema este martes en El Financiero. Manifestó que “el Times llegó a esta historia del México contemporáneo muy tarde”, pero su influencia mundial ha causado, lo cual agradeció, “la posibilidad de que finalmente provoque una reacción en el presidente Enrique Peña Nieto, que al soslayar lo que durante su gobierno se ha publicado sobre el espionaje político, no sólo avaló lo que sus servicios de inteligencia hacían, sino que, en la negligencia de no obligarlos a que se mantuvieran dentro de los márgenes de la ley, llevará la penitencia de que ahora la responsabilidad de las ilegalidades se le carguen a su gestión”.

Ayer lunes, el periódico estadunidense The New York Times reveló que el gobierno federal, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, espió a periodistas, activistas, defensores de derechos humanos y abogados que luchan contra la corrupción.

Entre las personas a las que le intervinieron sus teléfonos celulares, se encuentran los periodistas Carmen Aristegui, Carlos Loret de Mola, Salvador Camarena, así como Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). La investigación fue realizada por Artículo 19, R3D Social Tic, acompañados con The Citizen Lab.

Riva Palacio recordó que en octubre de 2015, él reveló que el CISEN utilizaba un programa para espionaje político, mencionando dos listas de teléfonos que habían sido infectadas por el spyware.

“No se sabe cuántos teléfonos de actores políticos y sociales, de agentes económicos o periodistas, tiene interceptado el CISEN, pero la sábana con los números, que corresponde a un periodo específico este verano, muestra un enorme abanico de intervenciones”, detalló Riva Palacio en la publicación ¿Para qué sirve el CISEN?

El programa que afecta la comunicaciones, según el Times, se llama “Pegaso”, del Grupo NSO, fabricante israelí de armas cibernéticas, al cual han recurrido al menos tres dependencias federales mexicanas que le han comprado software por 80 millones de dólares, añadió.

Asimismo recordó que en noviembre de 2011, David Vincenzetti, socio fundador de Hacking Team, reveló en entrevista con The Guardian que vendieron sus dispositivos en 30 países en cinco continentes.

Entonces vuelve a citar información que publicó a mediados de 2015, bajo el título “Espionaje a Mexicanos”, en el que Riva Palacio apuntó que “el Ejército, la Marina, la Policía Federal, el CISEN y 11 gobiernos estatales, han espiado masivamente a mexicanos, a través de un sistema que interviene a control remoto dispositivos móviles, copia mensajes de texto, conversaciones de Google, Yahoo, MSN y Skype, y extrae todos los datos y el historial de las computadoras, sus audios e imágenes de la webcam, que les permiten, además, grabarlos mientras trabajan. Esta es la más grande revelación que se haya dado de cómo en México los gobiernos espían a sus gobernados, y el mayor descubrimiento de cómo la vida privada en este país es inexistente”.

Destacó que nada pasó con estas revelaciones hechas hace ya dos años, tampoco cuando se dieron a conocer detalles del spyware contra personas que discrepaban con las políticas del gobierno de Peña Nieto.

Concluyó que ya tiene 15 años el espionaje político como herramienta política, por lo que destacó el reportaje del Times, ya que aunque llega tarde, “es vital por la colonización de ese periódico sobre la vida pública mexicana. Si ahora que ventila estas violaciones ayuda a que se ponga fin a las ilegalidades, habrá que celebrarlo. Lo más importante es llegar al fin de estos abusos y que quienes los cometieron, paguen por sus delitos”.


Opinión contrastante

A su vez, Ricardo Alemán, en su columna de Milenio, titulada “¡Periodistas espiados y… periodismo de quinta!”, recalcó que el espionaje en México no es nada nuevo y subrayó que “el problema, sin embargo, no es saber que todos somos espiados. No, el problema es probarlo, con nombre y apellido —santo y seña—, para que la autoridad castigue el crimen llamado espionaje”.

Más adelante, el periodista y columnista resaltó que la revisión elemental del reportaje firmado por Azam Ahmed y Nicole Perlroth arroja una “deficiencia periodística alarmante”. “Falta elemental de ética, rigor y la pieza termina en un grosero “champurrado” entre opiniones, supuestos y presunciones”, lanzó.

Asimismo, exhibió que dentro del texto reconocen: “sin embargo, no hay pruebas definitivas de que el gobierno sea responsable (del espionaje)”.

Entre las inconsistencias que observa Ricardo Alemán en el texto del Times, señaló que no presenta un documento que confirme el gasto que, según Ahmed y Perlroth, realizó el gobierno mexicano por cerca de 80 millones de dólares en un programa de espionaje de origen israelí.

También indican los autores del reportaje que “según decenas de mensajes examinados” y analistas independientes, el software fue utilizado para vigilar a algunos de los más severos críticos del gobierno mexicano, pero sin señalar cuántos ni cuáles, de quién eran, de qué tipo eran, por lo que Alemán apuntó que son “solo especulaciones y el dicho, a manera de opinión, de los ‘periodistas’”.

Agregó que este trabajo periodístico “tiene un evidente tufo militante”.


Loret, uno de los espiados, da su testimonio

El periodista Carlos Loret de Mola, quien está incluido en la lista de espiados por el gobierno federal, contó cómo hace dos años comenzó a recibir en su celular una serie de mensajes de texto inusuales, siempre acompañado de un link para que le diera clic. “No lo di porque pensé que me había tocado uno de esos intentos de extorsión tan comunes”, afirmó en su columna publicada en El Universal.

Aunque los mensajes se fueron sofisticando y llegaron a ser a la medida, Loret de Mola resaltó que no cayó en la trampa: “nunca di clic”.

“Si lo hubiera hecho, mi celular hubiera quedado infectado por un sofisticado software llamado Pegasus y “alguien más” hubiera tenido acceso total a mis mensajes, llamadas, correos, contactos, calendario, y hasta a activar el micrófono y la cámara para escucharme y verme todo el tiempo”, apuntó en su texto.

Detalló que todo apunta a que ese “alguien más” es el gobierno mexicano, según el reportaje del Times.

El gobierno lo niega pero los expertos en forense digital tienen pocas dudas de que haya sido la administración Peña Nieto, remató en su columna de este martes bajo el título “#GobiernoEspía. Mi testimonio”.

Asimismo, destacó que “en un un momento en el que los periodistas en México pagan con sus vidas las denuncias que publican, podría parecer menor el espionaje. No lo es. Porque por el espionaje se abre la puerta para que lleguen más lejos: la intimidación, el acoso, la censura, los despidos, el secuestro, las desapariciones, los asesinatos, la impunidad que favorece que nada de esto se investigue, que nada de esto se castigue. Todo va en la misma dirección, con distintas magnitudes”.

Agregó que seguro el gobierno quiere que los periodistas estén enterados de que los están espiando, para hacerlos sentir vulnerables. “Hay que ser precavidos al extremo, ante este clima de temor e inseguridad para todos los que buscamos difundir verdades incómodas”, apuntó.

Finalmente, expresó su solidaridad con periodistas, activistas, defensores de derechos humanos que han sido objeto de dicho atropello. Mientras que envió sus “pensamientos” a “colegas asesinados, sus familiares y sus amigos, y con todas las víctimas de este entorno tan desgraciado”.


Revisa aquí el documento de la investigación completa:


lrc