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Detectan faltante de 20 mdp en construcción de hospitales, áreas inoperantes y daños en estructura

La Auditoría Superior de la Federación reclama el reintegro de 20 millones 500 mil 299 pesos utilizados por dos gobiernos estatales y el IMSS en tres hospitales

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Por sobrecostos, obras pagadas mas no ejecutadas, deficiencias en materiales de construcción, entre otras anomalías, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reclama el reintegro de 20 millones 500 mil 299 pesos utilizados por dos gobiernos estatales y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en tres hospitales; además, encontró que otro nosocomio, en funcionamiento, no cuenta con permisos para Banco de Sangre y presenta fisuras en trabes que no dan certeza de seguridad estructural.

Al realizar la auditoría 1284-DS-GF al gobierno de San Luis Potosí por la sustitución del Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto, el órgano fiscalizador encontró irregularidades por 14 millones 819 mil 512 pesos. El 95 por ciento corresponde a un sobre financiamiento por pagos en exceso, debido a falta de verificación y análisis de los costos.

De acuerdo con la inspección, parte del segundo informe de la cuenta pública 2018, el estado cargó al erario 103 mil 200 pesos por una supuesta renta de bodegas fuera de la obra que no pudo demostrar.

Otros 483 mil pesos fueron observados por el pago de volumen de concreto al que no se le descontó el volumen que ocupa el acero de refuerzo y 147 mil 200 más por intereses generados debido a falta de aplicación de retenciones por atraso en la ejecución del último programa.

Además, la ASF determinó que hubo una deficiente evaluación de la propuesta ganadora –cuyo nombre no refiere–, ya que la empresa presentó inconsistencias en sus documentos, además de que incumplió una cláusula cuarta sobre la utilización del anticipo, debido a que no adquirió el acero necesario para la construcción de la estructura, por lo que se debió rescindir el contrato.

En la sustitución del Hospital Psiquiátrico al Modelo de Villas de Transición en Mérida, por parte del gobierno de Yucatán, el ente federal también detectó inconsistencias por 5 millones 540 mil 787 pesos, debido a modificaciones al proyecto, sin autorización, en el que se incluyeron trabajos que no encontró.

A la fecha de conclusión de la obra, según el dictamen de la auditoría 1523-DS-GF, no contaba con los permisos de suministro de energía eléctrica, de agua, de drenaje y de telefonía para operar, aunado a que no se aplicaron penas convencionales al contratista por retraso en la ejecución de los trabajos.

También en Mérida, en la auditoría 256-DS realiza al Issste por la construcción de la Nueva Clínica Hospital, constató que hasta agosto de 2019 no había permiso para el servicio de Banco de Sangre, debido a que no solventaron prevenciones emitidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), por lo que áreas, equipo e instrumentos médicos no eran utilizados, aunque el nosocomio opera desde mayo de 2018.

De igual forma, durante la ejecución de la obra surgió una fisura en la trabe precolada del eje G, entre ejes 4 y 5; sin embargo, el Issste no cuenta con el dictamen técnico del estructurista que brinde certeza sobre la seguridad de la clínica.

Los auditores corroboraron que, además de el Banco de Sangre, existen especialidades que no brindan atención, como Gastroenterología y Oncología.

Igualmente, en la construcción del Hospital General de Zona Nuevo en Atlacomulco, en el Estado de México, a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la ASF reclamó 140 mil pesos por cobro de dobles conceptos y porque se pagaron 30 visitas de supervisión, pero en los entregables únicamente se acreditó la realización de 16; asimismo, no se comprobó la asistencia y participación de los corresponsables en seguridad estructural, diseño urbano y arquitectónico e instalaciones (auditoría 276-DS).

MJP