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Destacan postura de México con la ONU

Especialistas ven la decisión del presidente Enrique Peña Nieto, de participar en misiones de la paz, como políticamente correcta

Escrito en NACIÓN el

Ante el crecimiento del terrorismo internacional, que ha tomado un auge desproporcional en lugares como Siria, Nigeria o Somalia, México toma una decisión “políticamente correcta” al decidir participar en misiones de mantenimiento de la paz realizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Lo anterior, de acuerdo con especialistas consultados por La Silla Rota, quienes ven a bien las declaraciones del presidente Enrique Peña Nieto, pues coinciden en que México no podía quedar indiferente ante las problemáticas que aquejan al mundo.

Iliana Rodríguez Santibañez, directora de Estudios Jurídicos y Sociales del Tecnológico de Monterrey, contextualiza la decisión de Enrique Peña Nieto en un escenario internacional en el que el terrorismo ha crecido a la par de los procesos económicos, razón por la cual, “México no podía desvincularse de este tipo de decisiones”.

En principio –asevera la especialista– la declaración del Presidente responde a un llamado del presidente Barack Obama para combatir el terrorismo de manera conjunta y no de manera unilateral como lo hizo su antecesor, pues “en el seno de esta declaración, pide el apoyo de la comunidad internacional”.

Entonces, “responder es una obligación ética, política y moral del Estado Mexicano”.

De ahí, Rodríguez Santibañez explica que una vez que México entra en la internalización con la celebración de distintos acuerdos económicos, hay que entender que no puede sustraerse en otros fenómenos de carácter social como es lo que estamos observando, “cuando adquirimos compromisos en torno a la globalización también tenemos que asumir el costo político y social”.

Sin embargo –insiste– “no hay que ser alarmistas”, pues se trata de una labor humanitaria, no de participación en la conducción, “el pronunciamiento es de actores fuera del conflicto, pero aligerando la carga que supone la expansión del terrorismo”.

 

“Participación light”

Enrique Peña Nieto puntualizó que la participación de México en las operaciones de paz será gradual; atendiendo a un mandato del Consejo de Seguridad; condicionada al consentimiento expreso y a la cooperación del Estado en donde se desplegarían; apoyando a los países a superar conflictos y a crear condiciones para una paz duradera mediante acciones de reconstrucción, asistencia humanitaria y de seguridad.

Sin embargo, la propuesta ya ha causado el rechazo por distintos actores de la vida política nacional, quienes han considerado que México estaría violentando el principio de la No Intervención.

Para Marvin Mitchell Vallejo Pulido, consultor político y especialista en temas internacionales “la iniciativa es muy clara, es únicamente en situaciones de ayuda humanitaria y bajo la autorización de la ONU; además, se contempla enviar civiles, médicos, ingenieros, enfermeros, especialistas en derechos humanos y en temas electorales”.

Es decir, “México estaría participando en un escenario light”.

Aunque la decisión representa “un cambio radical” en la manera en la que se veía la política exterior, ya que en el pasado México tenía una política “de alguna forma cerrada” siempre apegándose al principio de no intervención, hoy por hoy, “Peña Nieto, propone abrirse y convertirse en un actor con responsabilidad global, que es la construcción de la paz, ayudar en conflictos de índole social, humanitaria, entre otros”.

 

Capacitación, el reto

Para Vallejo Pulido, también colaborador de La Silla Rota, el éxito o el fracaso de la propuesta del presidente dependerá de dos factores: la capacitación de los uniformados y en el cómo el gobierno federal transmitirá el mensaje a la población.

“El hecho de enviar personal militar a otras partes del mundo, –explica el especialista– tienen que recibir mucho más capacitación y tienen que estar mucho más preparados para evitar situaciones penosas, que han sucedido con cascos azules que violan los derechos humanos, porque finalmente, provienen de ejércitos de todo el mundo y tampoco son blancas palomitas”.

Además, a su decir, influirá mucho el ejercicio de difusión y un ejercicio de tipo pedagógico para explicar qué es lo que va a ser el ejercito en otras partes del mundo, “porque a la gente no le gustan los retenes, pero sí un ejército apoyando con u plan DNIII, un ejército del que pueda sentirse orgulloso”.

jm