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Desde “El Jefe de Jefes” hasta “El Mencho”: de policías a narcos

Larga es la lista de los policías que abandonaron su uniforme y placa para sumarse a las filas del narcotráfico

Escrito en NACIÓN el

Los bajos salarios, las duras condiciones y el constante contacto con la criminalidad han provocado que algunos de los policías decidan cambiarse de bando.

Larga es la lista de los policías que abandonaron su uniforme y placa para sumarse a las filas del narcotráfico.

Varios de los grandes capos de la droga vieron sus primeros pasos criminales bajo el respaldo de una organización policiaca.

“EL JEFE DE JEFES”

Miguel Ángel Félix Gallardo, mejor conocido como “El Jefe de Jefes”, fue líder fundador del cártel de Guadalajara.

Su incursión criminal cambió por completo el mundo del narcotráfico a como lo conocemos ahora. Sembraba marihuana y fue de los primeros –sino el primero– en realizar acuerdos con los capos colombianos para traficar cocaína a tierras estadunidenses.

“El Jefe de Jefes”, sin embargo, tiene antecedentes policiacos. Apenas a los 17 años se unió a la policía, incluso fue escolta del entonces gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Solís.  

Al pasar al narcotráfico operó bajo las órdenes de Pedro Avilés Pérez, “El León de la Sierra”, pionero en materia.

Cuando este murió en una balacera el 15 de septiembre de 1978, Félix Gallardo se hizo del negocio.

El declive de “El Jefe de Jefes” vino cuando fue plagiado, torturado y asesinado Enrique Camarena, “Kiki”, agente antidrogas estadunidense que se había infiltrado al cártel de Guadalajara.

Autoridades de Estados Unidos exigieron a México la captura de los responsables, así, en 1989 fue detenido, también cayeron sus dos socios, Rafael Caro Quintero, “El narco de narcos”; y Ernesto Fonseca, “Don Neto”.

“EL AZUL”

Juan José Esparragoza Moreno es un fantasma, ni siquiera se sabe con certeza si sigue con vida. Apodado como “El Azul”, es considerado un líder criminal, saltando de cártel en cártel, famoso por ser un sujeto pacificador.

Su apodo viene del color moreno azulado de su piel, pero también por su antecedente policiaco.

“El Azul” fue miembro de la temible y extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), órgano de inteligencia actualmente extinto y que estuvo adscrito a la entonces Secretaría de Gobernación (Segob).

Desde dentro de la DFS ofreció protección a los cárteles de la droga, principalmente a los del pacífico: a Miguel Ángel Félix Gallardo, líder del cártel de Guadalajara; Amado Carrillo, “El Señor de los Cielos, jefe del cártel de Juárez; e incluso a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, fundador del cártel de Sinaloa.   

Desertó de la DFS cuando la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) alertó sobre su incursión en el narcotráfico.

Actualmente hay una recompensa de 30 millones de pesos por su captura ofrecida por la Fiscalía General de la República (FGR).

“EL LICENCIADO”

Cuando Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, fue detenido en 1993 por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, lo recluyeron en el penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.

Posteriormente fue trasladado al Penal de Puente Grande, en Jalisco, de donde se fugó en 2001, a unas semanas de que Vicente Fox llegara al poder.

La fuga se dio gracias a la complicidad de las autoridades penitenciarias, quienes permitieron que “El Chapo” viviera como rey dentro de prisión.

Sin embargo, la pieza clave de su fuga y comodidades fue Dámaso López Núñez, segundo al mando del penal de Puente Grande, quien sabiendo que la fuga venía, renunció a su cargo semanas antes.

Apodado como “El Licenciado”, se sumó al cártel de Sinaloa tras la fuga de Guzmán Loera, donde escaldó peldaños hasta convertirse en mano derecha de “El Chapo” e incluso su compadre.

Cuando “El Chapo” fue detenido, autoridades federales lo catalogaban como su sucesor, lo que llevó a disputarse el liderato del cártel con los hijos de Guzmán Loera, “Los Chapitos”.

El 2 de mayo de 2017 fue detenido en un lujoso departamento de la zona de Polanco en la Ciudad de México, dos meses después, entregado a las autoridades estadunidense, donde se declaró culpable.

Posteriormente se volvió testigo protegido de las autoridades estadunidenses declarando en contra de su compadre, “El Chapo”.

El historial policiaco de “El Licenciado” es largo. López Núñez estudio Derecho y desde los 25 años fue parte de la Policía Judicial, donde dirigió un programa de detección de prófugos.

Luego fue parte del Sistema Penitenciario, donde llegó a ser subdirector de Seguridad y Custodia del Penal de Puente Grande en Jalisco.

“EL MENCHO”

Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), es considerado actualmente el narcotraficante más buscado del mundo.

Una recompensa de 10 millones de dólares de parte de las autoridades estadunidenses y 30 millones de pesos más del gobierno de México pesan sobre sus hombros.

En sus inicios, Nemesio comenzó cuidando sembradíos de aguacate, luego, en su adolescencia se hizo cargo de los campos de marihuana en su natal Michoacán.

Fue a Estados Unidos a probar suerte, donde fue detenido en dos ocasiones por posesión de narcóticos, siendo deportado a México.

De regreso a tierras mexicanas, “El Mencho” se estableció en Jalisco, donde fungió como policía. Ahí fue reclutado por la organización de Ignacio “Nacho” Coronel, ligada al cártel de Sinaloa.

Formó parte de “Los Matazetas”, hasta la muerte de Coronel, donde aprovechó el alejamiento con los de Sinaloa para crear su propia organización criminal.

Esta organización criminal se dividió en dos “La Resistencia” y “Los Torcidos”, siendo esta última, la de Oseguera Cervantes, la que salió avante.

Así, “Los Matazetas” y “Los Cuinis”, familia de la esposa de “El Mencho”, Rosalinda González Valencia, formaron el CJNG.