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De frontera a frontera: dejan a estados solos con cementerio de hospitales

El Insabi no mete las manos para avanzar en la construcción y mantenimiento de hospitales estatales; con ello se deja indefensa a la población

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Escrito en NACIÓN el

Del proyecto para construir un Hospital de Especialidades Médicas en Mexicali, Baja California, apenas quedan algunas huellas sobre el terreno baldío. A casi 4 mil kilómetros de distancia, en Tumbalá, Chiapas, el Centro de Salud Manuel Velasco Suárez se cae a pedazos, entre goteras y charcos de agua estancada, se atiende a uno que otro paciente.

Así, de frontera a frontera, la red de hospitales y centros de salud en México se asemeja más a un cementerio que a un sistema integral de atención médica. A pesar de los trabajos que asegura hacer el gobierno federal para aniquilar este cementerio, los avances no son visibles, ni siquiera concuerdan las versiones que ofrecen las autoridades.

Este lunes, La Silla Rota le presenta la segunda parte del reportaje Agoniza el sistema de salud nacional; reconstrucción de hospitales en pausa, con las historias de quienes acuden, trabajan o requieren de estos centros de atención médica en todo el país.

SE LLEVARON HASTA LA CERCA

“Hasta el cerco se llevaron”, dijo una comerciante de los alrededores en la zona de hospitales de Mexicali, Baja California, sobre el sitio donde se construiría el Hospital de Especialidades Médicas, pero que hoy, para algún visitante foráneo, es como cualquier terreno baldío.

La evidencia de que alguna vez inició una construcción es solo la tierra removida, algo de cemento en una zanja, y por supuesto los rebanados postes de metal que sostuvieron el cerco donde un tiempo una lona anunció una inversión de 589 millones de pesos.

ABQ, el consorcio constructor responsable, todavía promueve en su portal web fotografías de los primeros trabajos realizados para levantar y equipar el hospital que contaría con 135 camas.

La construcción fue anunciada en 2016, con el entonces gobernador Francisco “Kiko” Vega (2013-2019), y se supone que estaría terminada en 2018, pero conflictos entre la empresa y la administración del panista dieron al traste con los trabajos.

En enero del 2019, cuando los mexicalenses ya habían visto detenerse los trabajos y escuchado al gobierno estatal apuntando a un conflicto interno en la constructora como causa del retraso, ABQ emitió un comunicado de prensa para desmentirlo.

La compañía dijo que las autoridades modificaron el proyecto original y eso aumentó la inversión inicial a mil 143 millones de pesos, retrasando así la obra en casi 70 % y por esa razón estaba “parcialmente activa”.

Además, aseguró que en 2018 otorgó a la entonces Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (Sidue), una línea de crédito por 200 millones de pesos, pero el gobierno bajacaliforniano no daba respuesta.

“Los recursos para financiar los trabajos contratados, son aportados al Gobierno del Estado de Baja California por la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, a través de la Comisión Nacional de Protección Salud. (conocido como el Seguro Popular). SIDUE cuenta con el monto para pagar parte de la deuda y poder continuar con este proyecto que es para los ciudadanos”, afirmó ABQ.

Pero el conflicto no llegó a una solución y se detuvo la construcción que pretendía mejorar los servicios del Hospital General de Mexicali.

Miguel Bernardo Romero Flores, director de ese nosocomio donde hay 7 especialidades, se excusa para hablar de la obra fallida porque dice que “no tiene participación directa”, pero admite que necesitan más espacios.

Porque haber perdido tres pisos de lo alto del Hospital de Mexicali –retirados por recomendaciones de seguridad posteriores al sismo de 7.2 grados, en 2010– los hizo retirar 90 camas, sin contar que siguen atendiendo a pacientes covid y para eso requieren un área delimitada, lo que los limita aún más.

“Ocasionalmente nos vemos en algún aprieto en dónde tener espacios para la atención de pacientes (...) hemos planteado la posibilidad de hacer de manera secundaria otra torre de hospitalizaciones, algo que apenas estamos planeando”, indicó el director Romero Flores.

La Secretaría de Salud de Baja California no respondió los cuestionamientos que La Silla Rota les hizo sobre este proyecto o si el Hospital de Especialidades será retomado. Tampoco para explicaron por qué la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme), donde se podrían realizar cirugías ambulatorias que desfogarían la presión en el Hospital General, no ha entrado en funciones.

Ubicado en el otro extremo del área de hospitales de Mexicali, el edificio –licitado también en 2016, por la administración del panista Francisco Vega– luce concluido y está completamente cercado.

Pero en estos cinco años de espera lo único que ha cambiado donde los mexicalenses siguen viendo una obra inconclusa, es que ahora el hospital tiene los colores representativos de Morena.

A UN AÑO DE NUEVO… SE CAE A PEDAZOS

A casi tres años de su construcción, el Centro de Salud con Servicios Ampliados “Manuel Velasco Suárez”, con sede en la cabecera del municipio de Tumbalá, ubicado en la región Norte-Selva de Chiapas, presenta una serie de desperfectos, como humedad en paredes y goteras en al menos el 40 % de su techo.

De acuerdo con organizaciones civiles de esa zona chol, las fallas comenzaron a evidenciarse a menos de un año de que el inmueble fuera inaugurado; prueba de ello es que en la actualidad hay baños en mal estado, con escusados rotos o hasta el plafón del techo se ha caído.

En pasillos y la sala de espera se observa cómo hay charcos de agua de lluvia que se filtran por el techo y algunas paredes; incluso, el mismo personal tiene que colocar cubetas por el sinfín de goteras que se formaron.

El hospital cuenta con sistema de aire acondicionado, pero éste tampoco funciona. Además, empieza a tener problemas con el nivel del desagüe del drenaje y algunas cuarteaduras; tampoco funciona la planta de emergencia de energía eléctrica y no cuenta con internet.

Entre otras cosas, la única ambulancia que hay para el servicio de la ciudadanía está en manos del Ayuntamiento de Tumbalá, no de quienes están al frente del Centro de Salud.

Desde inicios de febrero, un grupo de albañiles trabaja “a marchas forzadas” –según lo dijeron fuentes del centro de salud– para reparar los defectos más visibles.

En todo el edificio hay mucha humedad, huele a humedad; el plafón se está cayendo, incluso esto se pone feo en el área de vacunación o el de laboratorio… todo es un cochinero. Ahorita andan chambeando por una certificación que quieren, porque con esa les dan un recurso. Pero parece que los lavabos de los baños funcionaran con bluetooth porque no dejaron las mangueras de desagüe

Las fuentes del centro de salud aseguraron que no se atreven a decir que el mismo “es una obra entregada, porque ni siquiera existe un inventario como tal”. “A menos que en la Secretaría de Salud lo tengan, pero hasta donde entendemos no hay nada, y ya está cobrada”, dijeron.

Según información pública, este Centro de Salud comenzó su construcción y se concluyó durante el gobierno encabezado por Manuel Velasco Coello –hoy senador del Partido Verde Ecologista– y fue creado para atender a toda la población de Tumbalá, más de 38 mil habitantes, y con ello no saturar el Hospital General de Yajalón, ubicado a 25 kilómetros de allí, que atiende a miles de pobladores de otras regiones como Tila y Sabanilla.

CARENCIAS DE PERSONAL

Las fuentes consultadas por La Silla Rota advirtieron que se vive otro problema: hay suficiente espacio, el edificio es grande, pero no hay personal; acusan que solo son 10 trabajadores, cuando debería haber más de 45 para cubrir todos los turnos y espacios de consulta. El año pasado contrataron algunos, trabajaron dos meses y los despidieron sin finiquito.

Lo que se cree, es que estas contrataciones se realizaron solo para simular la entrega del Centro de Salud. “Les dijeron que habría contratos, que hicieran méritos y a la mera hora, ¡adiós!”, reveló uno de los trabajadores.

En sí, se requiere desde hace tiempo de especialistas en Odontología, Nutriología y Psicología, además del equipo de Trabajo Social, un médico o médica para Urgencias, sobre todo para la atención entre semana.

Pese a que este inmueble, cuya inversión fue de 78 millones de pesos, cuenta con quirófanos, laboratorio sanguíneo, de ultrasonido y rayos x con sus respectivos equipos, estos servicios tampoco son brindados porque no hay quiénes los operen.

En Tumbalá se carece de otros servicios como el IMSS o el ISSSTE, por lo que quien requiriera de alguna atención médica, tendría que viajar a Yajalón o aceptar lo poco que el Centro de Salud con Servicios Ampliados le ofrece.

CONSTRUYEN “EN MEDIO DE LA NADA”

En Tabasco la historia se repite: existen dos hospitales, con capacidad para 90 camas cada uno, pero sin la oportunidad de proporcionar servicio médico a la población. Uno de estos centros está completamente terminado desde hace dos años, pero médicos y derechohabientes se niegan a utilizarlo porque fue construido lejos de la ciudad, “en medio de la nada” según dicen.

Es el caso del nuevo y equipado Hospital General “Daniel Gurría Urgell”, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Su desuso se debe, principalmente, según han dicho las autoridades, a la lejanía de su ubicación y la dificultad de los derechohabientes para acceder –17 kilómetros fuera de Villahermosa, en la Ranchería Coronel Traconis–, pues no existe una ruta de transporte público para llegar. Un servicio de taxi cobra más de 300 pesos, solo de ida.

El terreno donde se construyó este complejo médico del ISSSTE fue donado por un particular, propietario de un extenso rancho, “con la estrategia de que suba la plusvalía de sus terrenos” según lo dicen los pobladores, con la urbanización de esas instalaciones públicas. El mismo propietario donó otros terrenos a instituciones públicas, donde estaría construido el nuevo Palacio del Ayuntamiento, pero ante las críticas por la lejanía, se canceló ese proyecto.

La edificación y equipamiento del Hospital General “Daniel Gurría Urgell” –con una inversión de cerca de mil 4 millones de pesos– fue adjudicado y concesionado a 23 años, mediante una Asociación Pública Privada, a la “Concesionaria Hospital Tabasco SAPI de CV”, integrado por las empresas Promotora y Desarrolladora Mexicana de Infraestructura SA de CV e Infraestructura & Healthcare SA de CV.

En el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto se licitó 3 veces la construcción y se adjudicó hasta diciembre de 2017, luego que 2 veces se declaró desierto el concurso.

Aunque el proyecto obtuvo el registro en la cartera de Programas y Proyectos de Inversión, que integra y administra la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en mayo de 2015, fue hasta el 28 de febrero de 2017 que se publicó la Convocatoria a la Licitación Pública Internacional Mixta número APP-019GYN006-E6-2017.

El nuevo hospital del ISSSTE estaba programado para que lo inaugurara el presidente Andrés Manuel López Obrador, en septiembre del 2020, luego que arrancó su preoperación casi desde principios de ese año.

El 24 de agosto del 2020, durante una visita y recorrido por esas instalaciones hospitalarias, el director general del Instituto y el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández –actual secretario de Gobernación–, estimaron que, para septiembre de ese año, sería inaugurado y puesto en servicio por el López Obrador.

El lunes 24 de agosto del 2020, ambos afirmaron que la nueva infraestructura del Hospital Daniel Gurría Urgell estaba “prácticamente listo y equipado”, para beneficio de más de 800 mil derechohabientes de la región, lo que incluye a pacientes no sólo de la entidad, sino también de Campeche, norte de Chiapas y sur de Veracruz.

Además de sus 90 camas censables, cuenta con 41 unidades para consulta externa, urgencias y auxiliares, cinco quirófanos y ofrecerá 35 especialidades. En ese momento, se estimó que brindaría 103 mil 257 consultas, 2 mil 633 cirugías y 531 mil 167 estudios de diagnóstico al año.

OTRO HOSPITAL MUERTO

En la ciudad de Cárdenas, a 45 kilómetros al noroeste de Villahermosa, luce abandonada y vandalizada la gigantesca infraestructura que inició su construcción hace 14 años. Se trata del Hospital de Especialidades de ese municipio proyectado para albergar 90 camas.

Iniciada la construcción en 2008 y con una inversión de cerca de 500 millones de pesos, en 3 años las instalaciones se quedaron en la primera etapa –o como dicen los pobladores, en obra negra– con 80 % de avance por la administración estatal del priista Andrés Granier Melo. Solo faltaban detalles para la culminación de la infraestructura, así como el equipamiento médico y la contratación del personal.

Lo que se había proyectado como un moderno hospital contaría con un total de 120 camas, laboratorio de patología clínica, quirófano, banco de sangre, tomógrafo, mastógrafo y rayos X, así como 16 consultorios de especialidades.

Al llegar el gobierno encabezado por el perredista Arturo Núñez Jiménez (2013- 2018), empezó a posponerse su inauguración y término, con el argumento de que no existía presupuesto, el nosocomio quedó completamente abandonado.

Con el arribo de la administración estatal morenista, en la autodenominada “cuarta transformación”, esa obra quedó por completo olvidada. Incluso, se anunció que se construiría un nuevo hospital, en otro lugar.

El 7 de septiembre del 2020, el entonces gobernador Adán Augusto López, en gira por la ciudad de Cárdenas, anunció que ya estaba “prácticamente listo el proyecto y un terreno de más de 5 hectáreas para arrancar la construcción de un nuevo hospital. Moderno y bien equipado”, como demanda la población, que cual sería puesto en funcionamiento en octubre o noviembre del 2021.

Luego, el 25 enero del 2021, el ahora secretario de Gobernación dijo que en “breve iniciará el proceso de licitación para la construcción del nuevo hospital de este municipio, a fin de convertir en realidad una obra largamente añorada por la población”.

Sin embargo, hasta este año, nada se ha cumplido. Ni se inició la construcción de un nuevo hospital, ni se rescató la infraestructura abandonada de lo que sería el moderno Hospital de Especialidades.