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Cumple el PRI 92 años; la sede, en soledad entre pandemia y su realidad

El líder priista Alejandro Moreno celebró la presencia "virtual" de 19.7 mil asistentes cuyos aplausos y gritos no se escucharon

Escrito en NACIÓN el

Sin confeti, batucadas, mariachi, ni festín, el PRI celebró su 92 aniversario. El famoso auditorio Plutarco Elías Calles que solía reventar de asistentes hace varios años, luce vacío. Quizá no es solo el pretexto de la pandemia y la sana distancia, sino la realidad política del instituto con apenas 25 asistentes acompañados de una bandera virtual tricolor que ondea al fondo en una pantalla por computadora, según se apreció en la transmisión que realizaron por la red social Facebook.

No obstante el presidente Alejandro Moreno “Alito” celebró la presencia "virtual" de 19.7 mil asistentes cuyos aplausos y gritos no se escucharon. Además, a lo largo de un discurso de 30 minutos, no hubo una sola mención para su alianza PAN y PRD en los próximos comicios.

El PRI, que fue el primer partido político en la historia mexicana, utilizó en su discurso las frases de siempre: “¡Vamos a ganar!, “¡Tenemos la palabra empeñada!”, “¡No les vamos a fallar! ¡El pueblo!"; todo entre los pobres aplausos y gritos de los contados asistentes. No, ya no es dueño de ese discurso: ahora el propietario es Morena.

ALITO “ATACA” A AMLO

En su discurso intentó mostrar su rivalidad con Morena. Comenzó por señalar que la mayoría del bloque oficialista en el Congreso es "servil"

Luego lanzó ataques sin ofrecer nombres y situaciones concretas.

Sin nombrar al presidente, acusó "los poderes del estado no pueden depender de una sola persona ante semejante insensatez, los ciudadanos también lo saben… La gente sabe que después de 27 meses no llegan los paraísos prometidos porque la realidad se impone… La felicidad no llega porque alguien gane las elecciones".

Sin nombrar personajes afirmó "se vulnera el estado de derecho al perseguir opositores procurando impunidad para los suyos”.

Sin nombrar a sus gobernadores, "se debe dar un paso a la serenidad, el respeto a otros que también fueron electos”.

Sin nombrar a Morena, "la estridencia del poder, el avasallamiento legislativo, el radicalismo político, la descalificación, excesos verbales, a nadie le sirven y sólo evidencian la carencia de argumentos y falta de convocatoria al diálogo.

Lo único que sí mencionó por su nombre fue a su partido, con los adjetivos de siempre: los gobiernos priistas son "expertos en gobernar y expertos en administrar”.