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Culiacán: tropiezo táctico y acción precipitada, admite Durazo

“Lo que pudo haberse convertido en un episodio de guerra, se resolvió en el regreso a la paz para la población”, asegura el secretario de Seguridad

Escrito en NACIÓN el

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, reconoció que el operativo fallido de Culiacán, Sinaloa, donde tuvieron que dejar en libertad a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, fue resultado de un “tropiezo táctico” y una “acción precipitada”.

Durante la conferencia matutina, en la que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se dará a conocer toda la verdad de lo acontecido en Culiacán, Durazo comentó que “esos violentos acontecimientos fueron propiciados por una acción precipitada, cabe reconocerlo con toda honestidad”.

“Merece ciertamente una crítica, pero no así la estrategia general (…) Un tropiezo táctico no invalida toda la estrategia”, dijo el funcionario federal.

Agregó que siempre hay probabilidades que un operativo de esta naturaleza salga mal, a pesar de la experiencia de quienes lo realizan. Debido a lo anterior, destacó que la misión ordenada por el presidente fue la salvaguarda de la vida e integridad física de quienes no figuraban entre los beligerantes, lo que es razón de Estado.

“Lo que pudo haberse convertido en un episodio de guerra, se resolvió en el regreso a la paz para la población”, apuntó.

Aprovechó para señalar que “ninguna organización delictiva, por más pertrechada que esté, es más poderosa que el Estado mexicano en términos bélicos”, por lo que en Culiacán hubiera sido fácil recurrir a un combate de exterminio y al final las fuerzas federales habrían ganado.

Sin embargo, cuestionó a qué costo, “si las guerras de sexenios anteriores no sirvieron, si las organizaciones criminales proliferaron y se fortalecieron, de qué sirvió tanta guerra, si los muertos y desaparecidos se acumularon de manera indetenible por décadas, de qué sirvió la aparatosa captura de cabecillas, si la inseguridad y la violencia crecieron exponencialmente”.

Durazo justificó que la guerra contra el narco de sexenios anteriores sirvió de muy poco, pues no se atacaron las causas estructurales que la originaron. “Esa guerra sirvió de muy poco, toda vez que las causas estructurales que la originaron ni siquiera fueron tocadas y ello contribuyó a que se agravaran las condiciones de seguridad en el país”, lanzó.

Estamos iniciando una nueva época en materia de seguridad, que abre la posibilidad de la paz en el futuro, lo cual se basa en el principio: la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia, aseguró.