La salida de Salma Jalife de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la desaparición de la subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico son hechos que evidencian una crisis en el sector de telecomunicaciones, según expertos.
En entrevista con La Silla Rota, Gonzalo Rojon, especialista en el sector telecom, aseguró que la decisión de suprimir la subsecretaría “es la gota que derrama el vaso” para dejar caer los avances del gobierno en materia de desarrollo tecnológico.
“Es una gota que derrama el vaso y con la que la administración actual lo único que demuestra es que no le interesan las tecnologías de información, a pesar de que en campaña se hablaba de la poca conectividad del país”, señaló el especialista.
Rogelio Bustamante, investigador del sector para el Tecnológico de Monterrey, aseguró que la decisión de eliminar la subsecretaría genera un impacto positivo en el sector privado, pues es el que controla -hasta el momento- el sector de conectividad digital.
“La señora Jalife ha sido muy crítica del sistema, de lo que se está haciendo con la iniciativa privada. Ella aparece como una piedrita en el zapato a algunas políticas que, siendo públicas, ya no lo van a ser, que las toman en otros operadores”, dijo.
Este jueves trascendió la noticia de que Salma Jalife presentó su renuncia a la SCT, pocos días después de que el recién nombrado secretario de Comunicaciones, Jorge Arganis Díaz, anunciara la desaparición de la subsecretaría que ella encabezaba.
La Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico era la instancia encargada de elaborar e implementar políticas públicas para el desarrollo de la tecnología y el conocimiento en materia de telecomunicaciones y radiodifusión en el país.
Es decir, debía tener un plan y una ruta, basado en análisis y encuestas de la conexión de telecomunicaciones del país, para poder poner en marcha sus acciones: desplegar infraestructura y promover el acceso a Internet de banda ancha.
Jorge Arganis Díaz aseguró que la desaparición de la subsecretaría no implicaría que esas acciones se pierdan, sino que serían repartidas entre un “equipo de asesores”, del que Jalife formaría parte, eso antes de darse a conocer su renuncia.
Para Gonzalo Rojon, que el gobierno menosprecie las tareas de la hoy extinta subsecretaría “destruye” el futuro de las telecomunicaciones en México, pues en otros países el organismo tiene incluso el nivel de una secretaría de Estado.
“Definitivamente todo esto afecta a futuro, se están destruyendo cosas que se tardaron mucho tiempo en desarrollar, están desmantelando el sector y creo que no es la única razón, pero sí afecta y suma a la doble crisis que vivimos”, aseveró.
Pese a que Jalife tomó posesión de su encargo con un plan de acción en materia de telecomunicaciones -incluso se organizaron reuniones entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los directivos de Huawei México, para poner en marcha la red 5G y conectar a Internet las zonas rurales-, sus proyectos podrían ya no ver la luz.
“Dado que no tuvo mucho tiempo para desarrollar sus proyectos que, además, en mi concepto, los está llevando firmemente el sector privado, no se sabe a dónde va el presupuesto que tenía”, comentó Rogelio Bustamante.
Para el académico del Tecnológico de Monterrey, el gobierno debería invertir los recursos de la desaparición de la subsecretaría en fortalecer las acciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en la materia.
“Eso no implica que no debe haber impulso en otros rubros que sí le corresponden a la SCT como en el desarrollo de transportes inteligentes, por eso es clave que exista una subsecretaría de desarrollo tecnológico”, aclaró.
Ambos expertos coincidieron en que minimizar las acciones que llevaba a cabo la subsecretaría hará que el país detenga el avance tecnológico con inversión gubernamental, y dependerá por más tiempo de la oferta del sector privado.
Gonzalo Rojon lo ejemplificó con los problemas que tuvieron muchos alumnos de educación básica y media para poder acceder a las clases en línea, y la medida que tomó el gobierno federal de transmitir las clases vía televisiva al no poder garantizar la conectividad universal a todos los estudiantes.
“Las telecomunicaciones tienen un impacto en muchos niveles, por ejemplo, de no ser por las telecomunicaciones y la posibilidad que brindan para trabajar a distancia, la caída en la economía hubiera sido aún peor de lo que se vive. Por eso los países le apuestan a las telecomunicaciones, pero con estas medidas México va en sentido contrario”, añadió.
Para Rogelio Bustamante, el desarrollo tecnológico de México aún se encuentra posicionado tres décadas anteriores, y la falta de protagonismo del gobierno en el sector sólo promete dependencia de inversiones extranjeras a alto costo para la ciudadanía.
“Todo esto es muy importante, las telecomunicaciones avanzan a pasos agigantados en el mundo, y esta subsecretaría tuvo que ser la mancuerna perfecta con el IFT para introducir a México en las grandes ligas del desarrollo tecnológico”, agregó.