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NACIÓN

Creel: AMLO debe abrir Palacio Nacional a la oposición en buena lid y sin mentiras

La apuesta del PAN para presidir la Cámara de Diputados asegura que buscará negociar acuerdos directamente en Palacio Nacional

Escrito en NACIÓN el

Santiago Creel Miranda, exsecretario de Gobernación y próximo diputado federal por el Partido Acción Nacional (PAN), asegura que llegará a la Cámara de Diputados para lograr acuerdos entre los partidos de oposición y el bloque oficialista, incluso, aspira a dialogar directamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional. 

 

“El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene tres años de no dialogar con la oposición, convocamos a que lo haga. Que abra las puertas de Palacio Nacional para sentarnos a dialogar en buena lid, sin mentiras ni hipocresías. No buscaremos una provocación o un desencuentro, que tenga esa certeza. Respetaremos su investidura presidencial. Él ya me conoce”.

 

 

La última vez que López Obrador y Creel Miranda se encontraron frente a frente, en el poder público, fue entre 2005, cuando eran los aspirantes a la Presidencia de la República, por sus partidos. En ese entonces, el PRD y el PAN, respectivamente. 

Creel Miranda, entonces secretario de Gobernación, era el alfil panista del entonces presidente Vicente Fox Quezada. López Obrador, jefe de gobierno del otrora Distrito Federal, era la única figura presidenciable de su partido, el PRD. 

 

Se dijo que el desafuero contra López Obrador, en 2005, fue la estrategia política para dejar el camino libre a Creel, sin saber que la precandidatura del PAN le sería arrebatada por el entonces secretario de Energía y no favorito de Vicente Fox, el hoy expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

¿Cómo sería el reencuentro político con López Obrador 16 años después? Cuando éste despacha desde Palacio Nacional y el panista es la carta fuerte de su partido para presidir la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados –donde Obrador perdió fuerza en las elecciones intermedias–.

 

“Si el titular del Ejecutivo está de acuerdo en dialogar con nosotros, de manera directa o a través de sus representantes, estaríamos puestos a partir de mañana. Sentarnos a platicar y buscar, por el bien de México, todas las maneras posibles para abordar temas de salud, seguridad, educación y combate a la pobreza. Buscaremos que lo que está haciendo el gobierno funcione mejor y, lo que no está bien, nos opondremos de manera racional”.

 

“Reconocemos su triunfo en 2018, su legitimidad y el mando que representa. Le pido que, de manera directa, abra el diálogo con la oposición. Queremos que estos últimos tres años (de su gobierno) sean exitosos en los grandes temas nacionales; no es retórica sino una convocatoria directa".

UN PANISTA Y UN PERREDISTA, 27 AÑOS ATRÁS

Santiago Creel recuerda a los desmemoriados que su relación con el presidente no comenzó en 2005, sino mucho más atrás. Y relata algunos detalles para argumentar por qué el mandatario debería confiar en abrir diálogo con la oposición. “Hay una historia entre nosotros. Sabe que tengo palabra, y yo sé que él también”, afirma.

 

"López Obrador recordará cómo fue la custodia de los paquetes del fraude electoral en Tabasco, en 1994, en la elección en la que participó. Yo los custodié y sabe las condiciones en que lo hice; sabe el dictamen que di sobre esa elección y la defensa que hice de la democracia en esa entidad”.

 

Creel devela otros pormenores, describe cuando ambos coincidieron en el plantón del Zócalo capitalino, “ahí estuve acompañándolo, en el juicio político a los dos gobernadores que cometieron los fraudes electorales”.

También se refiere al caso de Chihuahua, en 1986, “con el fraude que hizo (Manuel) Bartlett, cuando quitó el gobierno que ganó Francisco Barrios”. En ese entonces, dice, contaron con la solidaridad de Heberto Castillo y la huelga de hambre de Luis H. Álvarez. 

 

“López Obrador lo sabe. Me conoce perfectamente: yo no juego con la democracia. Los conozco a ellos y ellos me conocen a mí. Saben que, para mí, México va primero. Saben que, cuando competimos, compito fuerte. Y que cuando estoy en una posición distinta, argumento y doy debate”, recalca.

 

En julio de 2000, en la elección de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Creel fue rival político de López Obrador. La diferencia entre ambos fue de 147 mil 441 votos, equivalente a 3.5 puntos de distancia entre ambos. 

Un resultado tan cerrado que, por algún momento, el PAN pensó que ganaría la capital del país. La Alianza por el Cambio, integrada por el PAN y el PVEM, postuló a Creel Miranda y López Obrador fue postulado por la Alianza por México, conformada por el PRD, el PT y los entonces llamados Convergencia, Alianza Social y Sociedad Nacionalista. 

El periódico La Jornada reportó que aquella tarde “Creel se acercó tanto a la votación del PRD, que hubo momentos de alarma entre los simpatizantes de López Obrador”. No obstante, “el panista permaneció en el partido ante los resultados están cerrados; y fue hasta la una de la mañana cuando reconoció el triunfo de López Obrador”. 

López Obrador respondió escueto. “No me proclamaré triunfador hasta que no tenga todos los resultados, queremos actuar con mucha prudencia, no me gusta caer en triunfalismos, pero ya verán que no está tan cerrada la elección”, dijo entonces.

SU LUGAR EN LA OPOSICIÓN

Creel sabe que, en la 65 legislatura en San Lázaro, el primer round será la elección de la presidencia de la Mesa Directiva; una negociación que no se advierte fácil, por dos razones: el natural rechazo de Morena a una postulación panista y tener, dentro de la bancada blanquiazul a una rival en su propio grupo político, como Margarita Zavala. 

 

“Eso es algo que tendremos que platicar entre nosotros, con el presidente de mi partido. Tengo mi propio liderazgo, pero, antes que eso, soy institucional. El partido está primero, yo no me cambio de camiseta. Vamos a ver, nos vamos a acomodar y, también, tengo que buscar el acomodo en la coalición. Habrá espacios para todos”, dice.

 

Dentro de esta coalición –integrada también por PRI y PRD–, Creel adelanta que, antes de buscar contacto con la coalición oficialista, “Juntos Hacemos Historia”, conformada por Morena, el PVEM y el PT, privilegiará los acuerdos al interior de la oposición.

 

“Para nosotros, la contienda ya terminó y ahora es momento de organizarse al interior de la Cámara de Diputados. Creo que puede haber muchos puntos en los que tendremos que buscar las coincidencias. Llegamos con el ánimo de acordar con nuestra alianza y con el resto de los grupos parlamentarios”.

 

 

Primero, destaca, buscarán convertirse en una fuerza política con una agenda específica, “para ser una oposición fuerte y visible, como no lo hubo en la 64 Legislatura”. Para ello, revisarán los 30 compromisos de su alianza parlamentaria, para afinar y ampliar temas. 

“Será un solo bloque dividido en dos Cámaras, con una agenda compartida y propia en cada Cámara y, al mismo tiempo, una agenda propia de cada grupo parlamentario, porque cada quién debe preservar su identidad ideológica y programática”. 

 

“Algunas veces podremos ir juntos, otras veces no. Y eso también tiene que entenderse, porque somos partidos distintos, con programas e ideologías diferentes, que podremos coincidir en ciertos temas, está muy bien. Pero también preservar nuestra identidad”.

 

¿UN PRESIDENCIABLE?

El líder panista advierte que, como oponentes políticos, ambas coaliciones volverán a reunirse en las elecciones de 2022 y 2023.

 

“En este momento, la prioridad es el país. Si no podemos, primero, sentarnos y ponernos de acuerdo en el Congreso, estamos en el mundo al revés. Claro que podemos sentarnos, tenemos mucha experiencia todos los que podemos concurrir a esa mesa”.

 

La pregunta es clara, como carta fuerte del PAN en el Congreso por los próximos tres años, ¿a Santiago Creel le gustaría retomar en 2024 las aspiraciones presidenciales que quedaron truncas en 2006? 

 

“No. Mi papel, en este momento, es el que tengo: buscar la reconstrucción del país. Tengo 66 años. ¡Me siento joven! Tengo todavía muy buenos años por delante, pero quiero ser parte de esta reconstrucción, traigo muchas ideas nuevas, distintas e innovadoras. Me gustaría que, al menos, fueran escuchadas y, si las medallas se las lleven los de enfrente, no me importa. Si ese es el papel del gobierno, que así sea”.

 

 

rgg