Un arsenal que incluye carros bomba, granadas y lanzacohetes, entre otro tipo de armamento, mantiene encendida la preocupación del Congreso de Estados Unidos, ante prácticas “terroristas” que puedan adoptar los grupos criminales y dedicados al narcotráfico en México.
A lo que se suma, según señala un informe del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense titulado “México: crimen organizado y organizaciones de tráfico de droga”, que el gobierno del “líder populista de derecha”, Andrés Manuel López Obrador, carezca de una estrategia en temas de seguridad, por lo que dicha materia es uno de los principales retos para su sexenio, informó Milenio Diario.
Cabe destacar que el documento se fecha en agosto de este año, dos meses antes del conflicto vivido el 17 de octubre en Culiacán entre las Fuerzas Armadas y presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa.
Asimismo, el informe detalla que durante los últimos 12 años el número de cárteles con alta presencia ha pasado de cuatro a nueve, pese a la fragmentación derivada del combate emprendido por administraciones federales pasadas.
Dichos operativos iniciados en el sexenio de Felipe Calderón, resalta el documento, avivó la violencia de los grupos criminales, mismos que al interior de su organización se disciplinan mediante amenazas creíbles a su vida e integridad.
Ello les daría una apariencia de orden ante proveedores, acreedores y compradores.
La inmunidad frente al gobierno se debería a sobornos y corrupción de las autoridades de los tres poderes.
Por otra parte, se reporta que cárteles como el de Sinaloa, de Juárez, del Golfo, o el de Tijuana -de los Arellano Félix- han perdido jerarquía ante organizaciones como Los Zetas, la familia michoacana, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) o el de los Beltrán Leyva, debido a que estas últimas suelen ser más ágiles al estar conectadas en red.
djh