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Contradictoria, declaración de “Juan” sobre suerte de los 43: exfiscal

En entrevista con La Silla Rota, el exfiscal de Guerrero Iñaki Blanco desestima declaraciones sobre el fin que habrían tenido los normalistas; advierte contradi

Escrito en NACIÓN el

Las declaraciones de “Juan” identificado como Gildardo López Astudillo, “El Gil” en las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía General de la República (FGR) por el caso Ayotzianpa, están plagadas de contradicciones por parte de una persona que busca vengarse de los funcionarios que llevaron a su detención y consignación.

Iñaki Blanco Cabrera, exfiscal General de Justicia en el estado de Guerrero, comentó en entrevista con La Silla Rota, que las declaraciones de López Astudillo, ahora testigo protegido, se contradicen con la validez de los hechos que certificaron el Grupo Interdisciplinario de Expertas, del Alto Comisionado de las Naciones Unidad, de los Expertos Independientes (GIEI) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

De acuerdo a la declaración, a la que tuvo acceso el diario Reforma, Juan, como se le identifica al testigo protegido que es un presunto líder de Guerreros Unidos, el cártel responsable de la desaparición de los 43, aseguró que los jóvenes fueron interrogados en el 27 Batallón de Infantería, en Iguala, para luego ser entregados a los narcos, algunos de ellos ya sin vida, para proceder a su desaparición.

Los dichos de Juan llevaron a la captura del capitán José Martínez Crespo, señalado como el operador de la detención de los normalistas, y la liberación de 17 órdenes de aprehensión contra militares relacionados al caso Ayotzinapa.

Además, declaró que los normalistas, una vez asesinados, fueron incinerados en una funeraria de Iguala y sus cenizas regadas en el basurero de Cocula para que la investigación diera resultados rápido.

Ante dichas revelaciones, la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia para el caso Ayotzinapa informa: Derivado de estos hechos, se presentará una denuncia penal ante la Unidad Especializada en Investigación de Delitos cometidos por Servidores Públicos de la Fiscalía General de la República. Como lo hemos señalado, este tipo de filtraciones buscan demeritar los trabajos desarrollados en la investigación del caso Ayotzinapa.

 

El extitular de la Fiscalía de Guerrero, considera que las intervenciones telefónicas que llevó a cabo la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), describen la participación de López Astudillo, así como de otras personas en los hechos del 26 y 27 septiembre de 2014, declaraciones que deben ser tomadas en cuenta en la integración del expediente.

Una de las múltiples irregularidades que, considera el exfiscal de Guerrero, es que los estudiantes no fueron incinerados en un horno crematorio de Iguala, ya que se estableció científicamente que el fuego que llevó a la muerte de los estudiantes en el basurero de Cocula, nunca fue controlado.

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- ¿Quién es la persona identificada como “Juan” en el expediente de la FGR?

Es Gildardo López Astudillo, es una persona que fue liberada por violaciones al debido proceso, principalmente porque se argumentó que aquellos que lo imputaban habían sido víctimas de tortura. Sin embargo, en el expediente lo que encontramos que el grado de participación de esta persona es trascendente. Debemos de tener presentes los chats que interceptó la DEA. En ellos se alude una sería de acciones de ocultamiento y escape de los responsables de los ocurrido a los normalistas. Hay dos testimonios primordiales, El del Duba y el del Pato, quienes mencionan que El Gil los manda a dos distintas localidades a esconderse mientras las cosas se enfrían.

- ¿Cuál es la participación de “Juan” en la desaparición de los alumnos?

En cuanto al traslado y entrega de los normalistas llevado a cabo por los policías, particularmente de Iguala y Cocula a Guerreros Unidos, hay algo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos mencionó en llamar testimonios limpios, y ahí destacan dos en lo particular, el de los hermanos Sotelo Salinas. Ambos coinciden en señalar que El Gil era su jefe y líder en Cocula, resaltando la participación de Gildardo López Astudillo en los hechos. En su momento se practicaron cateos a las propiedades de Gildardo López Astudillo, en donde se encontraron armas y más de 50 mil cartuchos. También lo que menciona la DEA, son los bloqueos en Sabana Grande y Mezcala, los cuales fueron ordenados por El Gil, así está descrito por los propios hermanos Salgado Casarrubias, quienes dan instrucciones para que se lleven a cabo estas acciones. Más allá de las declaraciones de Juan, quien es Gildardo, tenemos que recordar a todo lo que sustenta la investigación.

- ¿Cuáles son las contradicciones de El Gil o Juan en las declaraciones que hizo a la FGR?

Tenemos elementos muy claros que nos permiten demostrar que en el caso tenemos la declaración de un delincuente que incurre en múltiples contradicciones e inconsistencias, es una apología de rencores y venganzas en contra de aquellos que lo perseguimos y consignamos y hoy busca como exculparse de aquello que cometió, de los hechos donde jugó un papel importante.

Él menciona que los jóvenes fueron llevados a un horno crematorio en una funeraria en Iguala. Hay periciales que nos permitieron concluir, en el caso de la Procuraduría General de la República, respecto a los restos hallados en el vertedero de Cocula, al igual que en las bolsas que se encontraron en el río San Juan, se apreciaba que hubo una apreciación térmica diferenciada, esto es que no se trata de un flujo controlado, que no hubo una calcinación sistemática uniforme. Esto es contrario a lo que señala esta persona, porque él dice que los llevaron a un horno crematorio, incluso asegura que algunos de los cuerpos fueron descuartizados. Ese aspecto técnico pericial me parece que es importe, ya que se concluyó que nunca hubo un fuego controlado.

- El expediente menciona sobornos a autoridades estatales y federales

Otro aspecto es que este sujeto menciona que se entregaba dinero a distintos funcionarios. Yo encabecé una investigación meses antes de lo ocurrido en Iguala sobre Guerreros Unidos, por el homicidio de personas de la Unión Popular Igualenses, entre ellos, Arturo Hernández Cardona. Se documentaron señalamientos en contra de José Luis Abarca. Era una indagación en etapa de perfeccionamiento, pero generamos información que se le compartía a Sedena, Semar, Procuraduría General de la República, Cisen y Policía Federal. Eso generó información para que después de los hechos de Iguala, pudiéramos detener a algunos integrantes de Guerreros Unidos, entre ellos José Luis Abarca y Felipe Flores Velázquez. Estas son evidencias que contrastan con las declaraciones de esta persona que se hace llamar Juan. Él pretendía responsabilizar de estos hechos a personas con un nivel muy bajo dentro de la organización criminal.

- ¿Quién es el policía ministerial que supuestamente esparció los restos de los alumnos?

Durante el tiempo en que trabajé en la Fiscalía de Guerrero, fue imposible conocer a las tres mil personas que laboraban en ese momento. No tengo conocimiento. Pero me llama la atención que Juan dice que le entregaron a un policía ministerial los restos para que los esparciera en Cocula para que generara un resultado inmediato. Para ese momento, cuando los restos se encuentran en Cocula, el control estaba en manos de la PGR y no de la fiscalía de Guerrero. También habla de una supuesta ejecución de 20 personas indigentes, esto se quiere relacionar con el hallazgo de las primeras fosas en Pueblo Viejo, nueve fosas donde se encontraron 29 cuerpos completos. No debemos olvidar, que, como parte de la intervención de la PGR, se concluyó que estas personas no eran los estudiantes y que tampoco correspondía en tiempos, es decir que esas personas fueron asesinadas muchos días antes.

- El expediente que integra la FGR menciona la colusión de la Policía Federal, del Ejército y la Fiscalía de Guerrero…

En las escuchas de la DEA, los criminales preguntan que si ¿los militares y los federales no han intervenido? y ¿por qué después intervienen?, y dicen que porque llegó el “puto procurador”. Dicen echémosle la culpa al procurador, a la Gendarmería, que ahí encaja la Policía Federal y al estado.

Deben de contratarse esas escuchas con el dicho de este sujeto. Me parecen que son escuchas que tienen un valor importante en toda esta historia. Las obtuvo una autoridad distinta de otro país. Se nos dieron a conocer mucho tiempo después de ocurridos los hechos en Iguala y describen cual fue el grado de participación de los líderes operadores de Guerreros Unidos aquella noche. Los hermanos Zenén, Ángel y Sidronio Casarrubias y Gildardo López Astudillo, entre otros.

- ¿Desde qué cuándo se investiga una posible infiltración de grupos criminales con la Normal Isidro Burgos?

Le dimos seguimiento a movimientos y grupos subversivos en el estado de Guerrero. El entonces Cisen coordinó mesas de trabajo en todos aquellos estados donde suscitaba este movimiento. Ahí se discutía el vínculo de los colectivos estudiantiles con los movimientos disruptivos, subversivos o lo que comúnmente se llama guerrilla.

Había información en el sentido de que había vínculos de estos muchachos con los llamados grupos de autodefensa y Los Rojos. Meses antes de lo Iguala, se suscitó un incidente en Mezcala, en el que perdió la vida uno de los normalistas, Omar García. Esto ha sido interpretado como parte de aquello que da lugar a que los Guerreros Unidos en el momento en que saben que hay presencia de los estudiantes, tuvieran presente ese dato. Esto es que ese sujeto o algunos otros pertenecían a Los Rojos, esto propicia que los hayan confundido como Los Rojos.

- ¡Se investigó al exrector de la Normal Rural de Ayotzinapa?

-Él ya murió. Nunca declaró el rector. Me parece importante que se nos expliquen quien ordenó el traslado de los alumnos a Iguala, esas son partes de las preguntas que siguen sin responderse, porque los alumnos no iban para Iguala.