El Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, que aprobó la Cámara de Diputados para las universidades públicas del país no cambió ni una coma de la propuesta del Poder Ejecutivo, cuyo titular, el presidente Andrés Manuel López Obrador, las criticara en reiteradas ocasiones durante octubre pasado.
Ese mismo mes, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) advirtió que el poco aumento propuesto –y después aprobado– para éstas abre la puerta a una crisis financiera en todas.
Entre lo aprobado por los diputados federales, destaca el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que para 2022 tendrá un aumento de solo 1.1 %. El mes pasado, la ANUIES adelantó a los diputados que “si contemplan aumentos mínimos, éstos podrían no ser recursos suficientes para las problemáticas que plantea la educación”.
Según estadísticas de la propia UNAM, el presupuesto de la Máxima Casa de Estudios siempre ha ido al alza, año tras año. En promedio, ha recibido entre mil 500 y 2 mil millones de pesos anuales. El porcentaje de aumento no es el menor que ha recibido.
En 2021, la máxima casa de estudios recibió 42 mil 737.5 millones de pesos, equivalente a un incremento del 0.03 %, en comparación con el 2020. Para 2022, recibirá 44 mil 823.28 millones.
“Es la que más tendrá; y la Universidad Autónoma Agraria ‘Antonio Narro’, que tiene un incremento real de 1.6 %. Pero en realidad es nada”, consideró el diputado Mario Rodríguez (MC), integrante de la Comisión de Ciencia y Tecnología.
POR DÉFICIT PRESUPUESTAL, UNIVERSIDADES LIMITAN LA MATRÍCULA
El artículo 62 de la Ley General de Educación Superior establece que “el monto anual que el Estado destine a la educación pública del tipo superior será en términos de lo establecido en el artículo 119 de la Ley General de Educación y dicho monto no podrá ser inferior a lo aprobado en el ejercicio inmediato anterior, en términos de las disposiciones aplicables”. Es decir, siempre aumenta.
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El 25 de octubre, la ANUIES planteó a la Comisión de Presupuesto –que preside Morena– la necesidad de una mayor ampliación presupuestal (4 mil 920 millones de pesos) para las universidades, en 2022.
Su titular, Jaime Valls, subrayó que el Congreso no ha aprobado el presupuesto a las universidades de manera proporcional al crecimiento de la matrícula, plantilla académica, administrativa e infraestructura educativa. Agregó que el presupuesto asignado no contempla el aumento anual que se pacta con los sindicatos anualmente.
“Las universidades han hecho más con menos recursos" dijo; "pero además el Presupuesto de Egresos de la Federación no incluye recursos para atender la política salarial lo que provoca todos los años inestabilidad en las finanzas y un alto nivel de incertidumbre en las universidades públicas estatales”.
Planteó que crecer la asignación presupuestal de 125 mil millones de pesos a 130 mil millones beneficiaría a universidades federales, estatales, tecnológicas y politécnicas. “En los últimos 20 años se sumaron a carreras a técnicas y universitarias un promedio de 2.4 millones de estudiantes”, dijo.
Detalló que eso permitiría solventar problemas económicos urgentes porque desde 2015 se ha asignado menos presupuesto a las universidades que al mismo tiempo han elevado su matrícula.
Valls afirmó que, en algunos casos, el déficit presupuestal es manejable; pero agregó que hay casos críticos donde deben recurrir a préstamos para el pago de aportaciones sociales lo que ha obligado a desacelerar el crecimiento de la matrícula. También subrayó que en términos financieros las escuelas están bajo la observación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Otro factor en contra, según lo señaló el diputado Mario Rodríguez, es que con la aprobación de la Ley de Educación se recortaron los presupuestos plurianuales, lo que afectó a las universidades.
“Fue un duro golpe para proyectos que no terminan en un año sino en dos o tres. Ese es el problema que tienen, se afecta su dinámica de movilidad y crecimiento porque deben cumplir con un presupuesto limitado que va al día”.
Relató que en el presupuesto 2020 se estableció un Fondo Federal Especial para la Obligatoriedad y Gratuidad de la Educación Superior. Pero que, en su debut, este Fondo se asignó en su totalidad a las Universidades Benito Juárez.
En 2021 el Fondo quedó en ceros; sin embargo, hubo una ampliación presupuestal de cerca de 350 millones. “Hoy no aparece nuevamente en el presupuesto”, dijo. El emecista señaló que, dado que la bancada oficialista “ha sido muy sensible y lo toma todo muy a pecho”, la ANUIES tomó esta bandera presupuestal.
Según una comunicación oficial de la ANUIES, publicada el 9 de noviembre, esta asociación destacó que la inversión más redituable que puede realizar un país es en su gente y el desarrollo de sus capacidades.
“Hemos documentado y compartido con la Cámara de Diputados, el preocupante deterioro que ha tenido la inversión en educación superior en los últimos años, mediante oficios dirigidos al diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez, presidente de la Junta de Coordinación Política; al diputado Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública; y a la diputada Flora Tania Cruz Santos, presidenta de la Comisión de Educación”.
El 12 de noviembre, en un evento público en Baja California, Valls reiteró “pedimos a los legisladores que busquen conciliar las necesidades sociales con las necesidades presupuestales de nuestro país, y apoyar a las instituciones públicas de educación superior para que fortalezcan su planta académica”.
LA OTRA CRISIS DE LAS UNIVERSIDADES: NÓMINA Y PENSIONES
El diputado Rodríguez precisó también que "de no tener mayores recursos, podrían presentar una crisis financiera importante. Sí reciben un incremento, eso les permitiría hacer las adecuaciones, cumplir con sus metas de jubilaciones e incrementos salariales. Aunque la UNAM es la más importante esto se repite en el resto de las universidades del país".
Agregó que la ANUIES envió cartas a legisladores. “Han sido muy claros y respetuosos, señalan que no piden más de lo que necesitan porque las universidades no son entes que trabajan en desarrollo constante".
Enlistó que también se afectan sus programas de posgrado, innovación y tecnologías en desarrollo "porque además hay una restricción en los presupuestos de Conacyt que son como fondos complementarios”.
Finalmente, destacó que es injustificado que las universidades entran en un período de detrimento por falta de dinero. Sin embargo, subrayó que a la fecha no se ha presentado ninguna denuncia al respecto.
"Yo creo que ha sido un dolor de cabeza para ellos. El conocimiento del presidente hacia ellos es negativo. Me parece que se ha expresado hasta con dolo, al señalar que no saben administrarse y que incluso hay mafias. Creo que esos comentarios se reflejan en el presupuesto”.
ACZ