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Consejos del FNPI para escribir de mujeres y violencia

Para abordar con respeto los temas de perspectiva de género y desigualdad

Escrito en NACIÓN el

La argentina Luciana Péker es una de las periodistas especializadas en escribir sobre temas de género en Latinoamérica, a quien invitaron a la segunda edición del programa de la FNPI 5 Sentidos.

Este proyecto busca promover la cobertura de derechos humanos en toda la región latinoamericana. 

Péker estuvo en una clase magistral, donde la entrevistó el también periodista argentino Cristian Alarcón, y dio consejos para comunicadores que se dedican a informar de temas sensibles, como e trabajos sobre los problemas de desigualdad de género y violencia que enfrentan las mujeres en la región.

Estas son ocho recomendaciones para investigar y escribir con enfoque de género, que enlista la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI):

* Elige las batallas que quieras dar. Péker les aconseja a los periodistas escoger aquellos temas que realmente les interesen para que los investiguen a profundidad, escriban sobre ellos y luchen para que ocupen un puesto destacado en la primera página, si se trata de una publicación impresa, o en el homepage si es un medio digital.

* Entiende que el cubrimiento de género va más allá de los feminicidios. Una de las primeras tareas de los periodistas interesados en escribir sobre género y desigualdad es ampliar sus temas. Ir más allá de las historias de feminicidios y violencia contra las mujeres porque escribir sobre género y desigualdad es escribir también sobre los retos que ellas afrontan desde la economía, la política, la salud sexual, el cuidado de los hijos o el acceso seguro al aborto.

* Haz un periodismo que convoque y use adecuadamente el lenguaje. El periodismo enfocado en contar historias de género, como cualquier otro tipo de historias, debe cautivar a la audiencia y apostarle a la riqueza narrativa. Es falso que el periodismo de género deba ser frío. Estas historias, tal como sucede con las del periodismo judicial latinoamericano, deben ser placenteras de leer.

* Llama a las cosas por su nombre. Si una mujer fue asesinada debe quedar claro en el texto que lo fue, no basta con decir que murió. No hay crímenes pasionales, porque los asesinatos de mujeres no pueden reducirse a arrebatos. Hay detrás unas características puntuales que desencadenaron en un crimen.

* No culpes ni juzgues a las víctimas. Los periodistas también deben evitar caer en narraciones que terminen culpando a la víctima por lo que le ocurrió. Ir a la playa, viajar como mochilera o vestir de determinada manera no son argumentos para que un hombre viole, mate o acose a una mujer. Describir las circunstancias que rodearon el caso, resaltando particularmente lo que hacía la víctima, podría terminar responsabilizándola por lo que le pasó.

* Haz del equilibrio de género una tarea constante. Otro consejo que Péker les da a los periodistas es la búsqueda del equilibrio de género entre las fuentes. Así, las mujeres tendrán más voz y podrán ser retratadas como expertas en los medios, no únicamente como víctimas. “El género no se chorrea solo. Hay que forzar para que esa igualdad se produzca y darle voz a las mujeres”, dice Péker.

* Ten paciencia, no todas las mujeres serán locuaces. Los periodistas que trabajan las historias de género pueden encontrarse con mujeres que accedan a hablarles, pero no a contarles detalladamente sus historias de vida y, en cambio, a responderles con monosílabos. Especialmente, si son mujeres de áreas rurales. Ante ese desafío, además de paciencia, el periodista debe estar atento a los gestos que acompañan las respuestas de sus entrevistadas. En estos casos, Péker aconseja resaltar en los relatos las circunstancias propias de las respuestas.

* Apela a los datos o a las aproximaciones. Además de narración, las historias con enfoque de género deben tener datos, que suelen obtenerse de organizaciones gubernamentales o de ONG. En caso de no haber estadísticas sobre la historia puntual que se investiga, Péker aconseja valerse de aproximaciones. Es decir, de valores sobre una realidad que aún no esté comprobada, pero cuyas estimaciones estén basadas en fuentes confiables, como el concepto de un especialista.