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Comparan al 'Monstruo de Ecatepec' con el 'Estrangulador de Tacuba'

En su columna, el periodista Héctor de Mauleón se cuestiona si el 'demonio' que apareció en México hace 76 años resurgió en Ecatepec

Escrito en METRÓPOLI el

Hace 76 años el Estrangulador de Tacuba confesaba sus feminicidios delante de autoridades. Ayer, se dio a conocer la confesión del “Monstruo de Ecatepec”, el presunto asesino de 20 mujeres, donde reconoce que seguiría con los ataques.

¿Cuánto tarda un demonio en regresar a la Tierra?”, es la pregunta que lanza Héctor De Mauleón en su columna “En Tercera Persona” de este martes, donde compara a ambos feminicidas.

Fue en 1942 cuando autoridades policiacas encontraron cuatro cuerpos de mujeres en el jardín de Goyo Cárdenas, un estudiante de Ciencias Químicas de 27 años de edad.

El reportero Eduardo Téllez presenció la confesión de Cárdenas, quien confesó haber ahorcado a todas las mujeres.

Cuando ya estaba satisfecho de las mujeres, sentía un odio tremendo hacia ellas, y asegura que por tal motivo les daba muerte. Después se levantaba de la cama, escarbaba en el jardín y las sepultaba”, fue lo que escribió Eduardo Téllez en ese entonces.

Héctor De Mauleón afirma que las confesiones de Cárdenas fueron las de “un monstruo en estado puro, sin remordimientos, ni culpas. (…) Goyo Cárdenas fue un demonio metido en la mente de un hombre”.

Parece que ese demonio estuvo de regreso en México. Su morgue particular la tuvo en Jardines de Morelos. Su morgue particular la tuvo en Jardines de Morelos”, escribe Héctor de Mauleón.

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En un video que se viralizó ayer en redes sociales, se puede observar a Juan Carlos “N”, el asesino serial de Ecatepec, confesar delante de un perito que asesinó y destazó a 20 mujeres.

No creo salir de esta, pero si salgo, de una vez les digo, patrones, voy a seguir matando mujeres”, confesó “El Monstruo de Ecatepec”.

En la confesión, reproducida en la columna, se puede leer que Juan Carlos “N” disfrutaba con los asesinatos y que no se arrepiente, todo lo contrario, seguiría haciéndolo. “Divirtiéndome, hice daño. Porque (lo hice) con todo gusto y lo disfruté. Mientras yo esté aquí, voy a seguir haciéndolo…”

También el presunto homicida asegura haber sido de “lento aprendizaje” en sus primeros años de escuela y que ha sido una persona que ha tenido muchas parejas sentimentales.

Pero al mismo tiempo, confesó que sufría abusos por parte de una mujer que cuidaba de él, cuando su madre trabajaba.

“Esa mujer me hacía hacerle cosas que a mí como niño me desagradaban, ¡que odio rotundamente!”

Juan Carlos “N” asegura que fue la imagen de su padre ante su madre la que lo orilló a pensar de la siguiente forma: “Ni una pinche vieja me va traer cortito, jamás”.

Mi mamá andaba también de puta con otro güey, la veía cómo la ponían… escuchaba yo sus ruidos. Y mi papá trabajando… Mi papá ahí estuvo de mandilón. Mi mamá quería navajearlo, picarlo, acuchillarlo. Y yo viendo todo. Y cómo defender a mi papá si no podía”, reconoció Juan Carlos “N”.

“Es como si el mismo demonio hubiera vuelto”, cierra su columna el periodista Héctor de Mauleón. “El demonio, ya se sabe, es uno de los nombres del odio”.

cmo