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Comparan a AMLO con Belisario y Payán dedica medalla a periodistas asesinados

El periodista advirtió de los peligros que asoman al mundo, cual bestias apocalípticas, como es el fascismo, y le deseó suerte al presidente López Obrador

Escrito en NACIÓN el

La senadora Sasil de León Villard, presidenta de la Comisión Medalla Belisario Domínguez, no tuvo dudas: el presidente de México es comparable al senador asesinado por Victoriano Huerta.

Ay Belisario, cuánto anhelaba el pueblo mexicano tu regreso. Tu necedad, tu perseverancia, tu terquedad, tu valentía y tu espíritu, están hoy vigentes en usted, señor presidente, Andrés Manuel López Obrador”, expresó la legisladora del Partido Encuentro Social, como si se dirigiera a Belisario Domínguez.

Su discurso, expresado en tribuna, en la antigua Casona de Xicoténcatl, durante la sesión solemne de la entrega de la medalla Belisario Domínguez al director fundador del diario La Jornada, ex integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación de Chiapas y exsenador, Carlos Payán Velver, tuvo más palabras dirigidas a López Obrador, a su gobierno y de críticas al anterior régimen, que de semblanza y razones sobre las cuales el periodista merecía el premio.

Recordó que fue asesinado por Gilberto Márquez y Alberto Quiroz, que formaban parte de la Policía Secreta. “Vaya que sí, desde aquel entonces, ya existía el Cisen, con otro nombre. Gracias, señor presidente, que en esta cuarta transformación usted le ha dado funciones distintas a estos órganos de espionaje y represión política”, fue una de sus comparaciones.


Recordó los discursos de Belisario Domínguez y el espíritu de un legislador que es equilibrar poderes y construir un auténtico federalismo.

Julio Scherer y Carlos Payán recibirán medalla Belisario Domínguez

Ayer como hoy, los huertos tras de la modernidad, pretenden asaltar la economía del erario público, para no perder sus privilegios, y con ello subestimar la investidura presidencial, porque ven a un presidente lleno de humildad que camina con el pueblo, sin avión presidencial, sin lujos, sin privilegios. No señores, no se equivoquen, tenemos presidente en este país, un demócrata respetuoso de la división de poderes, un hombre lleno de humildad, de energía, sabiduría y vocación de servicio a la nación”.

Fue algo que no pasó desapercibido para el resto de sus compañeros de otros partidos. El senador priista Eruviel Ávila aplaudía como si le dolieran las manos, y luego del discurso de Payán, que dedicó la medalla a los periodistas asesinados en México, el coordinador de la bancada de Acción Nacional, Rafael Moreno Valle no aplaudió.

Pero cuando retomaron la sesión ordinaria, en el mismo sitio que fue sede del Senado hace años, legisladores criticaron el discurso. Una de ellas fue la panista Kenia López Rabadán.

Le dijo a De León Villard que la escucharon atentos, que entendía que hubiera en la primera parte una referencia al presidente, quien tiene bono de credibilidad y popularidad, pero no podía dedicarle la mayor parte de sus palabras a él y no a Payán.

Quiero presidenta decirte que nosotros aquí no te interrumpimos justo por respeto, justo por sonoridad. No quisimos levantarnos, pero aquí como en otros escaños la molestia se percibía, pero no lo hicimos porque estabas en uso de la palabra representando al Senado y segundo porque aquí estaba una persona, Carlos Payán que nos guste o no nos guste es un icono en este país. Por respeto a ti como a él no interrumpimos, pero quisiera decirte de manera respetuosa, como compañera, que no podemos permitir que en tu discurso el 85 por ciento estuviera destinado a elogiar, a las loas, a las virtudes que desde tu perspectiva tiene el presidente electo (sic) y solo el 15 por ciento al homenajeado”, le reprochó.

La senadora Citlali Hernández, de Morena, y quien durante su paso por la Asamblea Legislativa se distinguió por su combatividad, le respondió a la panista y le dijo que no se podía permitir que ningún senador intente censurar a otro.

Después intervino su compañera de bancada, la comunicadora Lily Téllez, quien calificó de “drama” el reclamo y le sugirió a López Rabadán “con respeto, no con cariño” que leyera el discurso de Payán y su dedicatoria a los periodistas asesinados en México.

A los periodistas se les mata por sus palabras, aquí no”, le espetó.

También intervino el priista Manuel Añorve, quien de manera más mesurada mostró su desacuerdo con participar un discurso que es a nombre del Senado.

La legisladora del PES también pidió la palabra y recordó que Belisario Domínguez fue asesinado por expresarse y alguien intentó interrumpirla, entonces ella reviró “les pido ser escuchada como yo los escuché”.

Félix Salgado Macedonio, de Morena, hombre dicharachero, no desaprovechó para fustigar a quienes criticaron el discurso, y felicitó a De León Villard y se declaró “desde ahora, fan” de la senadora.

El debate por el discurso contó también con la intervención del coordinador de Acción Nacional, Moreno Valle, quien se sumó a las desaprobaciones por su contenido, y del jefe de la bancada priista, Miguel Ángel Osorio Chong, que dio pruebas de su papel conciliador, como cuando fue secretario de Gobernación, y llamó a la calma, y hasta sacó a la época navideña a colación.

El presidente de la Mesa Directiva, el morenista Martí Batres había dicho previamente que la discusión no era para aprobar un punto de acuerdo, sino para escuchar a los compañeros.

Fue precisamente Batres quien en la sesión solemne entregó la medalla a un conmovido Payán, quien se la dedicó a los periodistas asesinados en México, país donde de acuerdo con organizaciones internacionales, es tan peligroso ejercer la profesión, que solo es superado por Afganistán.

Lo quiero dedicar a todos y también a periodistas muertos sembrados a lo largo y ancho de la República. A ellos más que a nadie”.

El periodista y exsubdirector del Unomásuno en su primera época, advirtió también de los peligros que asoman al mundo, cual bestias apocalípticas, como es el fascismo, y le deseó suerte al presidente López Obrador, a quien calificó de “incansable luchador”.

A la ceremonia acudió el titular del Poder Ejecutivo, acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. Entraron por la puerta principal, llegaron al pasillo del patio, doblaron a la izquierda y cuando le ofrecieron al primer mandatario subir por el elevador, respondió “no, por las escaleras”. Entonces su esposa lo tomó de la mano y subieron.

Ya en el Pleno, López Obrador saludó a Payán, quien se paró de la silla de ruedas que usa y se abrazaron.

El recinto lucía lleno, con testigos de honor como el defensor de derechos humanos, el Padre Miguel Concha, a quien Payán saludó. También estaba el empresario y uno de los hombres más ricos de México, Carlos Slim.

Pero llamó la atención que no acudiera el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar y en su representación estuviera el ministro de la SCJN, José Fernando Franco Salas. La ausencia toma relevancia si se toma en cuenta los diferendos entre ambos poderes, por el tema del salario de los ministros, que López Obrador ha criticado.

Al concluir la ceremonia, el ganador de la medalla, el presidente y los senadores fueron al patio donde se erige una estatua de Belisario Domínguez. Ahí colocaron una ofrenda floral y se tomaron la foto.


mlmt