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¿Cómo sobrevivir a la ausencia de música y sin trabajo?: Roberto Aymes

El Emmy que ganó como músico de jazz, profesión que ejerce desde hace 46 años, permiten a Aymes pagar sus deudas

Escrito en NACIÓN el

En esta emergencia sanitaria por coronavirus, Roberto Aymes no puede pagar sus deudas ni con el Emmy que ganó como músico de jazz, el género musical que ha guiado su vida desde hace 46 años. Por eso hoy, como muchos mexicanos, su destacada trayectoria musical es parcialmente borrada por una epidemia que agarra parejo con todo a todos.

Amablemente, Aymes toma la llamada telefónica de La Silla Rota. Sabe que en esta ocasión no habrá preguntas sobre su carrera, ni sus logros como artista independiente, ni los vaticinios de lo que vendrá en este arte. Hoy, las preguntas serán sobre la sobrevivencia tras postear en su página de la red social Facebook la venta de cinco de sus discos por 500 pesos. “Pongo a consideración está opción de un buen presente y con ello ayudar a una buena causa que es ¡sobrevivir a la ausencia de música y trabajo! #musicmustsurvive #sharejazz #supportjazz #jazzwillsurvive”.

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No puedes hacer música a distancia

“La pandemia sabemos que es lo peor. Estar enfermo es terrible; pero la fortuna de no estar infectado ni enfermo es maravilloso. También lo sabemos; pero la cuestión económica hace que uno tenga poca expectativa de poder vivir o al menos vivir adecuadamente fuera de endeudamiento económico”, plantea.

“Esto le está pegando incluso a los que más tienen, pero hay diferencias marcadas porque hay trabajos que se pueden hacer desde casa”, precisa el también conductor del famoso programa de radio “Panorama del Jazz” en radio UNAM. “Desde marzo estoy haciéndolos desde casa, pero hay trabajos que no se pueden hacer así. Y el caso de la música es uno de ellos; el sector musical en términos generales esta muy deteriorado ¡Esto ya no es una cuarentena, sino una noventena! Y la perspectiva para poder tener acceso a trabajo está lejano, muy específicamente a lo que yo me dedico que es el concertismo independiente. Y con independiente me refiero a que no tengo ninguna beca, apoyo, auxilio, ni pertenezco a una fila de preferidos de asociaciones culturales ni nada. Sino que es por mi trabajo y su calidad”.

“Los que saben bien, me cuentan que la recuperación de espacios para dar conciertos en forma, será hasta abril o mayo del año que entra. Y eso implica más de un año sin tener ningún ingreso, aunque finalmente es un trabajo lo que se hace”.


¿Cuánto es el PIB de la cultura?

Este reconocido bajista afirma que la gente desconoce cuánto aporta la cultura en términos económicos dentro del producto interno bruto. Según el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en 2011 fue del 2.7 por ciento y el año pasado fue de 3.2. Con este derecho, cuestiona. “Hace un par de meses se hicieron videos con organizaciones pertenecientes a la OEA (Organización de los Estados Americanos) en relación a la dificultad que está pasando el medio cultural en este momento, pregunte sobre la parte cultural de la música. No tuve ninguna respuesta, ni ninguna institución se conmovió ni se interesó ni apoyó ni mucho menos, que es lo más triste”, lamenta.

“Pero los que saben bien dicen que el PIB que aportamos es grande; quizás no igual al de la industria farmacéutica o automotriz. Pero tiene un significado grande dentro del esquema económico de cualquier país; y eso en México se está despreciando totalmente de parte del gobierno y de quienes manejan la cultura”. ¿A qué se refiere Aymes? En el sector cultural, relata, se habla de que los presupuestos que ya estaban otorgados para este año (mismos que regularmente se entregan en marzo), se les está pidiendo que los regresen a la secretaría de Hacienda con la promesa de una recompensa en 2021, justificando la necesidad de reorientar dinero hacia la pandemia.


“En lugar de ocuparlos como hacen otros países, en darlo a los músicos como una especie de apoyo”, añade. “Cómo ha sido la nota general en este gobierno, esta medida reducirá el presupuesto en cultura y educación; lo más grave es que el concertismo independiente es el último de los rubros que siempre se cubre de manera institucional. El panorama no es muy halagador. En mi caso las deudas por la tarjeta de crédito son impactantes, los bancos me están queriendo demandar porque toda esa supuesta ayuda que los bancos nos están dando por la pandemia, es falso”, afirma.

-¿Cómo está usted sobreviviendo?

-Las clases directas se cancelaron. En cuanto empezó la pandemia intenté dar clases en línea, pero en la música es un poco difícil porque la transmisión no es la adecuada; están saturados los canales en zoom, se cae el video, WhatsApp está muy saturado. Entonces para una charla, plática, entrevista o un momentito con música, sí es útil. Pero para dar clases es un poquito más difícil. Sin embargo, lo continué. Ya estoy recuperando algunos alumnos y con las debidas provisiones higiénicas estamos recuperando clases a nivel personal, presenciales. Pero no con todos ha sido posible.

Entonces es momento de hablar de su anuncio para vender algunos de sus discos por Facebook bajo la “nueva normalidad”. “Sí, estoy poniendo estos cinco discos que son las que están presentes; no se necesita mandar hacer más porque tampoco tengo la capacidad para elaborar otros fuera de producción. Y lo puse como una posibilidad de que la gente tenga música en estos momentos, porque ahorita no hay conciertos ¡Que tengan la música! ¡Que la disfruten! Y de esta manera regresar un poco esa inversión que hice. Pero además significa poder tener un medio de supervivencia ¡Ya no digo pagar deudas! ¡Dudo que se puedan pagar con esto! Pero sí que pueda tener un poquito más de acceso económico y seguir adelante”.


Y admite “no digo que habido una respuesta enorme ¡Afortunadamente ha habido respuesta! Pero uno quisiera una mayor respuesta, especialmente dentro del medio musical. Pero si el medio musical está dañado, económicamente es difícil encontrar respuesta.

-¿Qué le cuentan otros músicos amigos o conocidos? ¿Cómo viven esta pandemia?, se le pregunta.

-¡Terrible! -resume-. La situación de cada uno es particular. He tenido oportunidad de tener conferencias con gente importante; es mundial el deterioro económico en la cultura y la cultura del jazz ¡Pero en el caso particular de México es espantoso! Hay músicos que están realmente pasando hambre al nivel que en algún momento hemos tenido que regalar uno de estos discos para que los estén vendiendo también. Y en otros casos hacer despensa, porque son músicos que no tienen crédito, por ejemplo, no tienen una función crediticia entonces ni siquiera pueden utilizar una tarjeta de crédito para que se endeuden. La mayoría de los casos que conozco, los músicos están viviendo una situación muy difícil: los que hacen fiestas, no hay fiestas. Los que trabajan en bares o restaurantes, no hay bares ni restaurantes. Los que hacen música de otros géneros, no hay foros para eso. Y va a tardar mucho esto en recuperarse, lamenta.

Hacer videos o conciertos remotos, ha sido una opción considerada más no viable. “Hay cosas muy buenas en los medios digitales, en las redes sociales, músicos que hacen cosas muy buenas. Así que decir haré un concierto en mi casa sería muy difícil porque mi instrumento es el contrabajo. Decir voy a cobrar 300 pesos por persona, tendría una respuesta casi nula, quienes lo han hecho y han tenido público, es porque ese público lo hace para apoyar al músico. En realidad, habiendo tanta oportunidad de ver y escuchar cosas y muy bien hechas tecnológicamente, de gente de gran prestigio que son gratuitas en medios digitales, hace difícil querer cobrar”.


“Mucha gente dice ¡Ay, pero tú tienes tu programa de radio! Y no saben que la radio está mal pagada en radio UNAM ¡Me daría vergüenza decir cuánto me pagan por programa! He estado solicitado un aumentan desde hace 17 años y no me lo han querido dar porque quienes dirigen radio UNAM y quienes dirigen la UNAM, están en el plan de la austeridad ¡Pero la austeridad para otros, no para ellos! Entonces esto es muy difícil Lo que necesitaría entonces es tener otra profesión diferente, para dedicarme a esa profesión. Pero bueno, no la tengo”.

-¿A qué conclusión llega con esta experiencia?

-Creo que se necesita concientizar a toda la gente, que todos estamos dentro del mismo barco y nos va a costar porque es una situación muy difícil. Hay quienes están como aquella película del Titanic, que estamos en el fondo de este segmento y que nos va a ser más difícil sin un apoyo. Bueno, esto no es comida como en los anuncios de ‘apoya lo hecho en México’. A lo mejor comprar música no es supervivencia y menos la música de jazz. Pero hay que darle su lugar y pensar que quienes nos dedicamos a esto, lo merecemos. Si cuando las cosas estaban bien y en un concierto toda la gente va, aplaude y lo disfruta, pues, si quieren que eso continúe siendo, es el momento de concientizar y apoyar de una manera económica este movimiento.



(djh)