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Chapulines: los candidatos a gobernador que han cambiado de bando

Del PAN y el PRI han salido la mayoría de los candidatos; Layda Sansores ha brincado de partido hasta en cuatro veces de partido, al igual que Alfonso Durazo

Escrito en NACIÓN el

Entre los 91 candidatos a gobernador, que buscarán ganar la contienda del próximo seis de junio, hay algunos que se han dejado seducir por los votos de otros partidos, distintos a los que pertenecían en un inicio de su carrera. La Silla Rota te presenta los casos más destacados del chapulineo político.

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Es el caso de la candidata de Morena al gobierno de Campeche, Layda Sansores, quien más ha brincado de partido en partido a lo largo de su experiencia política, que inició teniendo sólo 20 años, en el Partido Revolucionario Institucional. 

En 1996, Sansores San Román rompió con una trayectoria de 30 años de militancia en el PRI, incluso su padre formó parte del instituto político, para buscar la candidatura al gobierno de Campeche por el PRD, pero quedó en segundo lugar de la contienda.

En 2001 se unió a Movimiento Ciudadano y 13 años después, en 2014 y siendo senadora por MC, se sumó a la bancada del Partido del Trabajo en el Senado de la República. En 2015 volvió a ser postulada al gobierno de Campeche, pero ahora por Morena.

Otro caso de cambio de camiseta en la política es el del candidato de Morena al gobierno de Sonora, el también exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo. Al igual que Layda Sansores, Durazo inició su historia en el PRI, en 1976, cuando tenía sólo 21 años.

Del tricolor, donde se desempeñó como secretario particular del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, en la campaña de 1994; saltó al PAN en el 2000, cuando el expresidente -entonces candidato a la Presidencia de México- Vicente Fox le encomendó el mismo encargo durante su campaña.

Durazo se mantuvo como militante del blanquiazul sólo cuatro años, cuando dejó la administración del primer gobierno federal panista en medio de críticas a Fox, y se sumó al PRD, apoyando la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, en 2006.

El hoy candidato a gobernador salió del PRD junto con López Obrador, fue uno de los fundadores de Morena en su estado, Sonora; y fue legislador federal. En 2018 obtuvo un escaño en el Senado, pero fue nombrado por el hoy presidente como secretario de Seguridad.

Otros candidatos de Morena, como Lorena Cuéllar, en Tlaxcala; y David Monreal, en Zacatecas, también saltaron del PRI al PRD, apoyando el proyecto de López Obrador. Ambos militaron después en el Partido del Trabajo, cuando el hoy presidente abandonó al partido del sol azteca.

Pero el efecto del chapulineo en Morena también se dio en sentido contrario. Fue el caso del senador con licencia Cristóbal Arias, que saltó del guinda al nuevo partido Fuerza por México, que lidera Pedro Haces, para poder competir al gobierno de Michoacán.

Arias Solís también inició su carrera política en el PRI, luego saltó al PRD y a Morena, acompañando a López Obrador; pero en el proceso electoral de este año, el partido decidió apoyar al experredista Raúl Morón como su candidato.

Cristóbal Arias.

No sólo han sido priistas quienes han saltado a Morena, sino también panistas; como Mercedes Calderón, candidata de Movimiento Ciudadano al gobierno de Michoacán, que inició su carrera política como militante del PAN, luego se sumó a Morena y finalmente a Movimiento Ciudadano.

Este año se concretó la alianza Va por México, entre el PAN, el PRI y el PRD, por lo que varios militantes de esos partidos vieron frustradas sus aspiraciones a cargos públicos, pero encontraron las mieles de las campañas en otros, como Movimiento Ciudadano, Redes Sociales Progresistas y Encuentro Solitario.

Fue el caso de Victoria Bentley, ex panista que, hoy, es candidata de RSP en Baja California; y Eliseo Fernández, candidato de MC al gobierno de Campeche, donde el PAN decidió apoyar al priista Christian Castro, sobrino del presidente nacional del tricolor, Alejandro Moreno.

En Movimiento Ciudadano también se dieron algunos cambios de partido, pues en los estados donde prefirieron acompañar a un candidato ciudadano, que no había militado antes en ningún partido, sus aspirantes internos se decantaron por otra apuesta, como Hipólito Mora en Michoacán, hoy candidato del PES.

Lo mismo pasó con la alianza que, en 2018, formó el PVEM con el PRI, y que se desdibujó cuando el Verde se unió a Morena en el Congreso de la Unión. En ésta destacó el brinco de partido de Ruth Zavaleta, hoy candidata de MC al gobierno de Guerrero.

Zabaleta inició su carrera política en el PRI y luego se sumó al Verde Ecologista, en busca de cargos públicos; pero finalmente contendrá con la bandera naranja el próximo 6 de junio. Lo mismo le pasó a Abraham Sánchez, en Michoacán, que pasó del Verde a las Redes Sociales Progresistas.

En entrevista con La Silla Rota, Nicolás Loza, profesor investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, aseguró que la carrera política no es una que se renueve con mucha frecuencia, y su especialización requiere de muchos años, por lo que es constante el cambio de partido.

“Los políticos no se improvisan, no salen debajo de las piedras, se mueven con enorme pragmatismo hacia el partido que tiene más condiciones para ganar”, dijo el académico.

Así, como en el amor, los políticos saben quedarse en donde les dan valor y, por supuesto, la oportunidad de posicionarse políticamente, para esta u otra ocasión.