Un año fue insuficiente para que Raúl Cervantes Andrade, hoy ex procurador General de la República, concretara los compromisos que en octubre de 2016 suscribió con los senadores que lo ratificaron para el cargo al que renunció el pasado lunes.
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Cuando compareció en el Senado para pedir el respaldo a su postulación como Procurador, Raúl Cervantes se comprometió ante los legisladores a concluir las reformas que permitieran consolidar una Fiscalía General “sólida” y prometió que “no escatimaría esfuerzos” para resolver los casos pendientes de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa; el asesinato de 22 civiles a manos de militares en Tlatlaya, Estado de México; así como el asesinato de ocho personas por agentes de la Policía Federal en Nochixtlán, Oaxaca. Ninguno resolvió durante el periodo en el que estuvo a cargo de procurar justicia.
Al anunciar su renuncia ante la Junta de Coordinación Política del Senado, Raúl Cervantes informó que concluyeron las indagatorias en torno a los presuntos sobornos de la constructora Odebrecht a funcionarios de Pemex, que involucra al ex director de la empresa, Emilio Lozoya; sin embargo, nada informó en relación a los pendientes ya enlistados, ni tampoco sobre otros temas inconclusos como los actos de corrupción cometidos por exgobernadores como Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge, por mencionar algunos; ni concluyó las investigaciones sobre el espionaje a periodistas y activistas a través del programa “Pegasus”.
Sin rendir cuentas
Entrevistado al respecto por La Silla Rota, Ernesto López Portillo, director y fundador del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), criticó que Raúl Cervantes haya dejado el cargo sin antes rendir cuentas sobre su gestión al frente de la PGR, una institución que dijo, dejó en medio de una severa crisis que inició mucho antes de su administración. De acuerdo con el especialista en temas de seguridad, uno de los más grandes objetivos inconclusos del ex procurador fue la falta de consolidación de una institución robusta, efectiva y eficaz en el combate de los delitos y en especial en la investigación de la “macrocriminalidad”, así como en la persecución de la élite púbica y privada involucrada con el crimen organizado. “El principal tema que deja pendiente, desde mi perspectiva, es el mismo que dejaron pendiente todos los procuradores antes, que es la reforma total, la reconstrucción de esa institución. El ex procurador Cervantes deja como pendiente construir una institución capaz de perseguir a las élites públicas y privadas involucradas en el crimen organizado de este país”, expresó no obstante agregó que “Los pendientes rebasan al doctor Cervantes y se convierten en un pendiente de Estado, un pendiente para todos los partidos políticos presentes en el Congreso y especialmente un pendiente para el Senado de la República”. Asimismo añadió entre los asuntos inconclusos, los casos de corrupción que involucra especialmente ex gobernadores y empresarios. “No han logrado someter a proceso a personajes de la política y del mundo de la élite empresarial”, criticó. Importante, no olvidar temas pendientes El primer pendiente que deja el doctor Cervantes es no informar qué cambió en su gestión respecto a los problemas que él mismo presentó al Senado de la República (…) se fue Cervantes como se han ido tantos y tantas: sin rendir cuentas. Porque ellos mismos ni siquiera tienen la posibilidad de consolidar un plan de reforma institucional y un plan efectivo de persecución del delito”, señaló.
Por separado Gabriela Capó, directora Ejecutiva del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C., consideró que los pendientes más importantes del ex procurador son en materia de combate a la corrupción y la impunidad que tiene un nivel del 98% en nuestro país; así como en la falta de fortalecimiento al sistema de justicia penal acusatorio.
“Es momento de que vayamos teniendo investigaciones sólidas, que la gente que sea culpable realmente reciba un castigo. Me parece que se sigue posponiendo el tema como se sigue posponiendo también el fortalecimiento del sistema de justicia penal acusatorio para que los mexicanos tengamos la justicia que nos merecemos (…) Hoy en día México hay un 98% de impunidad y mucho se debe a la mala procuración de justicia”.
Asimismo, consideró que además de los casos relativos a la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, o los asesinatos a periodistas y defensores de derechos humanos, queda inconcluso el fortalecimiento del sistema de justicia penal acusatorio. No obstante consideró que más allá de centrarse en los temas inconclusos, es primordial seguir exigiendo a las autoridades el cumplimiento de su deber para evitar que queden en el olvido.
"Sigue estando pendiente el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, ha habido muchos casos de agresiones contra periodistas, siguen registrándose casos de corrupción que involucran a muchas autoridades. Yo creo que la lista de todos los pendientes es muy amplia, creo que sería difícil lograr mencionarlos a todos. Sabemos que hay pendientes, hay muchos más a esos y creo que aquí el tema es que no se olvide que esos casos están ahí”, expresó.