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Cárcel de Rosario Robles, inaugurada por AMLO

Este “icónico” penal fue inaugurado el 29 de marzo de 2004 por el entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, López Obrador, el ahora presidente de México

Escrito en NACIÓN el

Desde ayer martes y los siguientes –al menos– dos meses, Rosario Robles, exsecretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), estará recluida en el penal femenil de Santa Martha Acatitla.

Este “icónico” penal fue inaugurado el 29 de marzo de 2004 por el entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, el ahora presidente de México.

Ese mismo año fue marcado por los “videoescándalos” protagonizados por René Bejarano, entonces presidente del congreso capitalino, y Gustavo Ponce, en aquel momento secretario de Finanzas, en plenos actos de corrupción.  Bejarano recibiendo 45 mil dólares del empresario argentino Carlos Ahumada y Ponce apostando en un casino de Las Vegas dinero del erario.

Robles y Ahumada fueron señalados como los orquestadores de dicha filtración que fue el inicio de la caída de la primera candidatura presidencial de López Obrador, misma que le valió la salida a Rosario del PRD.

Hoy, 15 años después, Rosario Robles pisa esta cárcel por el indebido ejercicio del servicio público, derivado de “La Estafa Maestra”. Aunque algunos analistas aseguran que se trata de una venganza de Andrés Manuel ante la supuesta traición se rosario en 2004.    

López Obrador, sin embargo, no ha hecho otra cosa más que llamar “chivo expiatorio” a Robles Berlanga.

La celda en la que está es de cuatro metros cuadrados, apenas dos metros y medio de altura, dos planchas de concreto para dormir, una mesa y banca también de concreto, así como un baño con regadera que solo le cubre medio cuerpo.

De acuerdo con El Heraldo de México, el menú de Rosario Robles dentro de prisión fue ayer: Mortadela a la mexicana, frijoles y café para el desayuno; caldo de pollo con verduras, sopa de codito y agua para la comida; y té, ensalada rusa y postre para la cena.

Tiene derecho, además, de recibir visitas familiares martes, jueves, sábados y domingo; tendrá comunicación constante con el abogado y no habrá contacto con la población penitenciaria.

Con al menos mil 227 reclusas, el penal de Santa Martha Acatitla tiene una calificación de 7.62 sobre diez, según el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Las irregularidades detectadas en esta cárcel, sin embargo, son de tomarse en cuenta, según la propia CNDH.

Carece de vías para la remisión de quejas por violaciones a los derechos humanos, tiene insuficiente personas de seguridad y custodia, además que abundan las actividades ilícitas.

La segregación de los reos dependiendo su situación legal, es decir entre procesados y sentenciados, también es deficiente.     

Sin mencionar que hay una insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.  

En el penal de Santa Martha Acatitla, al menos 57 mujeres se encuentran viviendo con hijos, siendo 61 los menores al interior de la cárcel al resguardo de sus madres.