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“Capi Beto”, el negociador de “El Mayo” Zambada

Operador financiero y coordinador de envío de drogas, Heriberto Zazueta Godoy lideraba además una célula del cártel de Sinaloa

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Heriberto Zazueta Godoy, alias “Capi Beto”, era una de las piezas más importantes en el engranaje criminal del cártel de Sinaloa, particularmente del ala liderada por Ismael Zambada García, “El Mayo”.

Nacido el 3 de febrero de 1960 en Culiacán, Sinaloa, el nombre de Heriberto Zazueta Godoy salió a relucir en 2014.

Aquel año el Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo acusaron de tráfico de drogas y lavado de dinero.

La acusación en su contra detalla que “Capi Beto” era operador financiero y coordinador en el trasiego de drogas para dicha organización criminal; pero, sobre todo, se encargaba de negociar el precio de la droga obtenida en Centro y Sudamérica.  

La habilidad para negociar de Heriberto hacía que los costos de esta disminuyeran y la ganancia se incrementara.

La droga que obtenía el “Capi Beto” provenía de socios en Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras, y Guatemala.

Zazueta Godoy gustaba de traficar principalmente cocaína encargándose de la descarga de grandes envíos internacionales de esta droga dentro de México.

Incluso él fue uno de los coordinadores en el transporte de 19 toneladas de cocaína escanciadas dentro del motor de una embarcación incautadas en aguas internacionales frente a la costa de Panamá, considerada como una de los mayores decomisos marítimos al narcotráfico.

También, pero en menor medida también, traficaba otras drogas como heroína, metanfetamina y marihuana.

Posteriormente, “Capi Beto” se dedicaba a meter la “mercancía” a territorio estadounidense para su distribución.

Los principales centro de distribución de Heriberto se encontraban en Los Ángeles, California; Detroit, Michigan; Cincinnati, Ohio; Filadelfia, Pensilvania; Washington DC.; Nueva York, Nueva York; Columbus, Ohio; Milwaukee, Wisconsin; Boston, Massachusetts; incluso Canadá.

Por si fuera poco, Zazueta Godoy lavaba el dinero obtenido por la venta de la droga y transfería las ganancias fuera de Estados Unidos.  

El dinero era lavado a través de contrabando de efectivo a granel, depósitos bancarios estructurados, transferencias electrónicas, cambio de moneda, sistemas alternativos basados en crédito, entre otros.

Esta red de lavado de dinero era conformada con ayuda de sus familiares como su tío, Leopoldo Zazueta Gómez, y su cuñado, Demetrio Romero Zevada.

Tres empresas fueron señaladas por el Departamento del Tesoro como propiedad de “Capi Beto”, con las cuales lavaba el dinero proveniente del narcotráfico.

Dos con sede en Mazatlán, Sinaloa: una compañía de productos del mar, Comercializadora y Frigoríficos de la Perla del Pacífico, y una empresa de pesca, Producción Pesquera Doña Mariela; más un restaurante con sede en Guadalajara, Jalisco: Taipen, SA de CV.

Con ese dinero, “Capi Beto” adquirió automóviles, helicópteros, aviones y demás bienes, también adquirió armas y sobornó funcionarios.

Zazueta Godoy participó en actos de violencia, secuestro, amenazas policía, narcotraficantes rivales y miembros de sus propias organizaciones de narcotráfico.

Heriberto fue una pieza fundamental en el narcotráfico que incluso lideró una célula criminal del cártel de Sinaloa.

Desde su puesta al público por las acusaciones en su contra provenientes de Estados Unidos, “Capi Beto” duró únicamente dos años prófugos siendo detenido en 2016 por elementos de la Interpol en México.

Hoy, cuatro años después su captura, su nombre sale de nuevo a relucir tras su extradición concedida por un juez federal y dada a conocer por la Fiscalía General de la República (FGR).