La oficial Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro Sánchez, es una de las mujeres que tiene más poder en el gobierno de la Cuarta Transformación, ya que lo mismo se encarga de aprobar la contratación directores, subdirectores, secretarias y redactores de las dependencias y órganos desconcentrados de la administración federal, que de hacer las compras de medicamentos, libros de texto y hasta la de escobas, jergas y detergente.
Una de las principales decisiones que tomó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desde el 1 de diciembre del año pasado fue desaparecer las Oficialías Mayores que había en cada dependencia y convertirlas en Unidades de Administración y Finanzas (UAF), las cuales quedaron bajo la tutela de la Oficialía Mayor de Hacienda.
El pasado 6 de agosto LA SILLA ROTA dio a conocer que del 1 de diciembre al 15 de febrero de este año, Buenrostro Sánchez designó a 21 titulares de UAF de las dependencias del gobierno federal y a 59 encargados de áreas de administración de órganos desconcentrados. Asimismo, intervino en la designación de 230 trabajadores de esas áreas, ya que los propuso para algún puesto específico.
Cabe recordar que la facultad para designar a los titulares de las UAF fue recuperada por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, en un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación el 5 de agosto.
Sin embargo, el área de manejo que tiene la oficial Mayor de Hacienda va más allá, ya que también se encarga de autorizar o rechazar la contratación de personas y la apertura de plazas para las dependencias y órganos desconcentrados.
De acuerdo con oficios firmados por la oficial Mayor que obtuvo LA SILLA ROTA vía la Ley de transparencia, ella dio el visto bueno para que se contratara a personal correspondiente a diversas áreas, a petición de los encargados de las Unidades de Administración y Finanzas.
Por ejemplo, en uno de los documentos autorizó la contratación de personal en 18 vacantes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, entre los que se encuentra la creación de 11 plazas de director general, así como alguien para el cargo de personal ejecutivo y una secretaria ejecutiva.
En otro caso, avaló la contratación de un redactor “AA” para la agencia Notimex.
En el oficio emitido se señala que “considerando los elementos expuestos por esa unidad, la comunico que esta Oficialía Mayor no tiene inconveniente alguno en que se gestione la contratación de servicios personales en la plaza referida”.
Asimismo, en otro de los oficios dio su visto bueno para que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano contratara a 54 personas para puestos como Subdirección Digital, personal para el Departamento de Fotografía y secretario auxiliar.
Lo mismo sucedió en otro de los documentos, en el que la Oficial Mayor permitió la contratación de 72 personas en el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, en cargos como Coordinación de Transparencia y Acceso a la Información, analista, Administración Titular Eventual y ocho delegados para varias zonas de la República.
Sin embargo, las principales atribuciones de Raquel Buenrostro no son en recursos humanos, sino en materia de adquisiciones. Al desaparecer las Oficialías Mayores de las dependencias con el fin de consolidar las adquisiciones en aras de eliminar la corrupción y lograr ahorros, ahora la Oficialía Mayor de Hacienda es la que se encarga de hacer las compras de toda la administración federal.
Esto ha causado dudas sobre si ella es quien se encarga de hacer todas las compras de la administración federal. En una conferencia, Buenrostro Sánchez explicó que el área a su cargo no hace todas las compras del gobierno, solo siete estratégicas para 20% de los rubros que concentran 80% del gasto.
De acuerdo con un oficio emitido el 18 de febrero de este año, la oficial Mayor indicó a los titulares de las Unidades de Administración y Finanzas “la programación de las acciones de consolidación que se llevarán a cabo en el transcurso del primer semestre del ejercicio fiscal de 2019: arrendamiento de equipo de transportes; arrendamiento de ambulancias; combustibles; limpieza, jardinería y fumigación; servicio de vigilancia y material y útiles de oficina”.
En el arrendamiento de equipo de transporte que consolida la Oficialía Mayor se incluyen vehículos terrestres para uso de servidores públicos con nivel de mando, así como para personal de apoyo administrativo que así lo requiera por sus funciones.
Mientras que las ambulancias entran en el segundo rubro, al ser consideradas como vehículos y equipo de transporte terrestre para la prestación de servicios públicos.
Asimismo, el área que encabeza Buenrostro Sánchez se encarga de la compra consolidada de gasolina que se requiere para los automóviles de servidores públicos y del personal de apoyo.
Una de las adquisiciones que hace también la Oficialía Mayor es la de servicios y artículos de limpieza, jardinería y fumigación que se ocupan las dependencias y órganos desconcentrados, “tales como escobas, jergas, detergentes, jabones y otros productos similares”.
La contratación de los servicios de vigilancia que se necesitan en las dependencias y entidades está a cargo también de esta área de la Secretaría de Hacienda. Asimismo, es la que lleva a cabo la compra de materiales y artículos de oficina, que de acuerdo con el oficio van desde libretas, carpetas, vasos y servilletas desechables, engrapadoras, cestos de basura artículos de envoltura y valijas.
“Cabe señalar que la OM (Oficialía Mayor) podrá definir otros rubros que se sujetarán a un proceso de contratación consolidada, los cuales serán informados con oportunidad mediante oficios durante el transcurso del ejercicio fiscal”, se indica en el documento.
En los rubros que no se mencionaron entran los casos de la compra consolidada de medicamentos y material de curación para el segundo semestre de 2019 y el procedimiento para licitar los libros de texto gratuitos.
La cantidad de atribuciones que tiene le ha causado señalamientos Buenrostro Sánchez, así como inconformidades de otros funcionarios, algunos que ya renunciaron como el ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa y el exdirector del IMSS Germán Martínez Cázares, quienes se quejaron de su injerencia en varias áreas bajo el proyecto de austeridad del gobierno.
djh