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Bartlett y la "caída del sistema" que dio triunfo a Salinas de Gortari

Hace 32 años sucedió una de las contiendas electorales más polémicas del país, protagonizada por un personaje que hoy forma parte de la 4T

Escrito en NACIÓN el

El 6 de julio de 1988, México vivió una de las contiendas electorales más polémicas en su historia democrática: la llamada “caída” del sistema y el triunfo de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia de la República. 

El priista competía con dos fuertes candidatos: Cuauhtémoc Cárdenas, un expriista que, molestó por el nombramiento de Salinas a la candidatura del PRI -el llamado “dedazo”- y no por un método democrático, formó el Frente Democrático Nacional, uniendo a la mayoría de los partidos de izquierda y con otros desertores del tricolor.

Y Manuel Clouthier, un empresario panista que ya había hecho su carrera en política desde la oposición, siendo incómodo a los gobiernos priistas de Luis Echeverría y José López Portillo. 

Con una menor posibilidad para ganar, pero presentes en la contienda estaban también: Gumersindo Magaña, del Partido Democrático Mexicano; y Rosario Ibarra de Piedra, del Partido Revolucionario de los Trabajadores.

“Se calló del verbo callar”

La elección inició con mayor normalidad, hasta la tarde-noche, cuando la Comisión Federal Electoral (CFE), a cargo entonces de la Secretaría de Gobernación (Segob), comandada por Manuel Bartlett, comenzó a recibir los primeros resultados.

Antes de la contienda, Bartlett se había comprometido con los candidatos a compartir los datos preliminares de la contienda, prácticamente en tiempo real. Al principio lo hizo, peor avanzada la contienda dejó de hacerlo, presuntamente porque las líneas se habían saturado.

Fue entonces cuando vino la famosa frase dicha por el representante electoral del PAN, Diego Fernández de Cevallos: “Se nos informa que se calló la computadora, afortunadamente no del verbo 'caerse', sino del verbo 'callar’.”.

Manuel Bartlett se volvió hacia Fernando Elías Calles, secretario técnico, quien confirmó:

“Efectivamente, el sistema se cayó”, utilizando la idea del verbo caer, no callar, como lo hizo Fernández de Cevallos. Esto último lo relata Martín Moreno en su libro “El abuso del poder en México”.

El adelanto del PRI y el retraso de la CFE

Todos los partidos acordaron esperar los resultados oficiales, sin embargo, el líder nacional del PRI, Jorge de la Vega Domínguez, presuntamente bajo órdenes del presidente Miguel de la Madrid, se adelantó y la madrugada del 7 de julio dio como ganador a su candidato, Carlos Salinas de Gortari. 

Este adelanto de PRI, más el retraso de las autoridades electorales en los resultados, aumentaron más las dudas sobre la “caída” del sistema en las elecciones. 

Una semana después de la contienda, la CFE dio los resultados: con 50.36% le daba la victoria a Salinas de Gortari, seguido de Cárdenas, con 31.12%; Clouthier, con 17.07%; y Ibarra de Piedra, con 0.42%.

Las movilizaciones y la quema de votos

Pese a la “caída” del sistema y a irregularidades como la supuesta votación de personas ya fallecidas, las casillas con todos los votos a favor de Salinas y las llamadas “casillas embarazadas”, es decir, que ya tenían votos adentro antes de que comenzara la votación; el Colegio Electoral de la Cámara de Diputados validó los resultados.

Esto provocó movilizaciones convocadas por el resto de los candidatos presidenciales acusando fraude electoral.

Luego, tres años después, las bancadas del PRI y el PAN en la Cámara de Diputados aprobaron la incineración de las boletas electorales de 1988, argumentado que era suficiente prueba de los resultados de la elección las actas firmadas por los representantes de todos los partidos.

Las declaraciones, negaciones y consecuencias

Salinas de Gortari también ha rechazado el supuesto fraude, señalando que los votos están evidenciados en las actas, mismas que están guardadas en el Archivo General de la Nación, que cualquiera puede consultar.

Pese a ello, el gobierno de Salinas cargó el estigma de liderar una presidencia que nació rodeado del fantasma del fraude electoral.

Cárdenas, por su parte, aprovechó la fuerza de su movimiento para crear el Partido Revolucionario Democrático (PRD). 

De la Madrid, en tanto, confesó en su libro “Cambio de rumbo. Testimonio de una presidencial” que se había declarado ganador a Salinas de Gortari sin tener ningún dato que lo sostenga.

Bartlett, encargado de las elecciones, siempre negó la llamada “caída del sistema” señalando que los encargados de darle visto bueno a los resultados fue la Cámara de Diputados, no la Segob. 

Desde entonces, Manuel Bartlett es considerado desde el imaginario colectivo el orquestador de la “caída del sistema”. 

Tres décadas después de la elección de 1988, Bartlett fue nombrado director de la Comisión Federal Electoral (CFE) por Andrés Manuel López Obrador.

López Obrador fue criticado por sumar a su gobierno a un expriista señalado por hacer posible el sexenio de Salinas de Gortari, quien Andrés Manuel ha criticado tanto. 

Hoy, la contienda electoral de 1988 cumple 32 años.