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Así vivieron el colapso del multifamiliar en Tlalpan

El edificio 1C colapsó durante el sismo del pasado 19 de septiembre; fallecieron nueve personas y rescataron con vida a 15

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Juan José Arias Rivera vivía en el departamento 41 del edificio 1C del multifamiliar del ISSSTE Tlalpan. El 19 de septiembre estaba con su hija en su casa cuando tembló. En unos segundos la torre comenzó a colapsarse. 

Sigue aquí la cobertura del sismo de 7.1 grados

En su intento por bajar y resguardarse vio como los ventanales se quebraron, los muros se fracturaban y las escaleras se desprendían. En el caos, su instinto le dictó lanzar a su hija al vacío y luego él se aventó, cayeron en un pequeño jardín al mismo tiempo que el edificio se derrumbó.

“Estaba sentado cuando sentí un coletazo que me alzó del sillón como unos 15 centímetros. Me levanté y le dije a mi hija que nos fuéramos. Abrimos la puerta y se atoró, logramos salir del departamento, en ese momento empezó a vibrar muy fuerte y comenzaron a botarse los vidrios, las paredes se partieron de manera horizontal, como si fuera un oleaje. 

Cuando llegamos a las escaleras se estaban derrumbando, nos quedamos parados y en ese instante inició a colapsar el edificio, se comprimieron los pisos como un acordeón, ya en el último pegó, se reventó la pared, quedó un hoyo, y que por ahí aventé a mi hija y luego yo. Caímos y se vino todo abajo”.

Juan José no vio a qué altura cayeron, debido a las celosías. Recuerda que se pegó fuerte y de lado. Su hija estaba a un costado desmayada, la despertó y él quiso levantarse, no podía por los golpes, el caos y había una nube de polvo. De inmediato se acercaron unas personas que los ayudaron a retirarse del lugar. 

“Caminamos a Tlalpan y nos fuimos al camellón del Tren Ligero. Pasaron 10 minutos y llegaron las ambulancias y nos llevaron al hospital, estuvimos una semana. Tuvimos hematomas, pero salimos bien”.

El señor de 65 años de edad y con un dolor visible en el cuerpo por las secuelas de los golpes, dice que ese día volvió a nacer y su experiencia le cambió la vida.

“A parte de toda la pérdida material que fue en tan solo unos minutos. Veo las cosas de otro modo, el valor que tiene la vida para no desperdiciarla”.

Cuenta que su hija todavía tiene secuelas postraumáticas. No quiere aceptar que todo se perdió y lo que ocurrió. Él intenta reponerse y continuar. Por el momento se queda con un pariente y cuando puede va al multifamiliar para asistir a las asambleas y recibir algunas despensas.

Juan José llegó al multifamiliar a los cinco años de edad. Sus padres lo llevaron en 1957 cuando se inauguró la unidad. Pasó ahí toda su vida. Ahora con otra actitud, trata sobrellevar lo qué pasó y de alguna manera seguir avante. 

El edificio 1C colapsó durante el sismo del pasado 19 de septiembre. Fallecieron nueve personas y rescataron con vida 15, a parte están los vecinos que lograron evacuar a tiempo. El inmueble tenía 40 departamentos distribuidos en cinco pisos. En la planta baja estaba la administración y un salón de usos múltiples. 

Debido a la hora que fue el temblor, 1:14 pm, la mayoría de los vecinos estaban fuera, ya sea en sus trabajos o en la escuela. Sin embargo, otros, que normalmente están en sus departamentos, por alguna causa, se salvaron de estar adentro.

Como fue el caso de Angelina Ávila, una mujer pensionada con tres hijos. Como a medio día fue hacer unos pagos al banco y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Casi a las 13:00 horas llegó al multifamiliar, antes de subir a su departamento se encontró al arquitecto, que también era su vecino, y al trabajador que remodelaban el sótano.

“Me quedé un rato platicando con ellos, nos entretuvimos y eso implicó que nos quedáramos abajo y no nos tocara el sismo en los departamentos, sino nos hubiéramos quedado adentro. Antes de subir, fui con una vecina para que me prestara una manguera, ahí comenzó a temblar y se cayó el edifico”.

Comenta que fue muy impresionante ver cómo donde vivía se colapsó en unos segundos. “Todo mundo nos dice que algo tenemos qué hacer. Dios nos vio con buenos ojos. Muchos salimos a hacer cosas, ¿por qué? no sabemos, pero la mayoría salimos. Comentamos ahora que si hubiera sido el sismo en la noche o muy temprano a todos nos hubiera agarrado”.

Después que se cayó el edificio y en medio del caos, Angelina estaba muy preocupada porque su hijo menor, que estudia en el Unitec en Ermita, salía de la escuela a la 1pm y temía que hubiera llegado temprano. Sin embargo, no estaba en el departamento. 

Cuenta que su otro hijo, gemelo del que estudia en el Unitec, cuando llegó al multifamiliar vio el edificio colapsado y comenzó a buscarla, a gritar su nombre. No se había podido comunicar porque las líneas de teléfono no funcionaban. Algunos vecinos lo vieron y le comentaron que su mamá estaba a salvo.

Patricia Amador es otra vecina del 1C que por salir a realizar pagos no estaba en el edifico durante el sismo. Ella, junto con su esposo, vivía en el departamento 45 piso cuatro. 

“Estaba en mi casa, ya pasaba de medio día, me iba a quedar porque ya iba a llegar mi esposo para comer, pero mi obligación me hizo moverme. Tomé la decisión de salir, alcancé a llegar al metro General Anaya cuando tembló”.

Al regresar al multifamiliar vio que su edificio estaba colapsado. Se quiso meter a la zona del siniestro y la detuvieron. La angustia fue que su esposo pensaba que Patricia estaba en el departamento y viceversa. En el momento se puso muy mal, personas que estaban en el lugar la ayudaron a respirar y controlarse. 

Como tres horas después del temblor y del colapso, su esposo y ella se encontraron. Al verse se abrazaron. Después de un mes, Patricia ve con buena cara la tragedia, pues, dice está viva, aunque la realidad la sobrepasa. 

Francia Gutiérrez Hermosillo es activista y creció en el multi, así como le dice de cariño. Sus abuelos fueron originarios y luego su mamá heredó el departamento. Cuando ella era niña se mudaron de ahí. Lo rentaron. El 19 de septiembre estaba en San Miguel Allende en cuestiones de trabajo, al enterarse que el edificio donde nació se colapsó viajó a la Ciudad de México. 

Señala que sus padres, después de muchos años de no habitar en el departamento 46, iban a regresar. Incluso lo mandaron a remodelar y el día que tembló, un trabajador ya estaba a punto de terminar las labores, no estaba en el momento que fue el sismo.

Desde que llegó al multifamiliar, Francia comenzó a coordinar a los vecinos del edificio 1C. Ayudó a que organizaciones les donaran mantas y herramientas. A un mes, trata de que reciban apoyo del gobierno y que no se queden desamparados.

Dice que debido a las pérdidas humanas y patrimoniales los hace diferentes a los demás edificios del multifamiliar. 

“Socialmente y estructuralmente seguimos siendo parte de la unidad. Se tiene que revisar en su conjunto, porque la colocación de los edificios obedece a una función. Por ejemplo, una de las hipótesis de topógrafos voluntarios que han hecho es que al 1C le llegó la onda sísmica de lleno por la posición en la que estaba, es el único que estaba completamente perpendicular a calzada de Tlalpan, era el más alto y tenía una sola escalera”.

Indica que toda la unidad tiene que evaluarse en su conjunto. Lo que se ha logrado a partir de la interlocución con las autoridades es que se van a realizar estudios de mecánica de suelo. 

“Tienen que saber si la placa donde estaba construido ese edifico quedó dañada, porque si hacen una remodelación externa no va a servir de nada en otro sismo”.

Todavía no saben si van a reconstruir el edificio. “Nos dieron una falsa expectativa, nos dijeron que van a construir con más departamentos de los que había, para que eso se ponga a la venta y pague la construcción de abajo. No estamos que en un terreno con estas características se construyan más departamentos que existían por cuestiones de seguridad”.