El Senado de la República aprobó un decreto para cambiar el etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas por el sistema de advertencia, esto con el fin de que los consumidores conozcan de manera clara el contenido de los productos al momento de adquirirlos.
El objetivo principal de este cambio es mejorar los hábitos de consumo de la población y que esto a su vez tenga un impacto positivo en su salud, al disminuir los índices de obesidad y sobrepeso que hay en el país, así como las enfermedades crónico degenerativas que conllevan.
El etiquetado que próximamente podrás ver en los artículos cuando vayas a la tienda o al supermercado es el sistema de advertencia, un modelo que se creó en Chile y que ha tenido resultados positivos en la salud de la gente, ya que ha fomentado la reformulación de los productos para que sean más nutritivos.
Este modelo consiste en cuatro octógonos de color negro que tienen en letras blancas las leyendas “exceso calorías”, “exceso azúcares”, “exceso grasas saturadas” y “exceso sodio”.
Estos sellos sencillos advierten claramente al consumidor que el alimento que le interesa comprar es alto en algunas de estas sustancias y puede ser poco saludable, por lo que la decisión de consumo es más consciente.
La Organización Mundial de la Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Unicef y el Instituto Nacional de Salud Pública recomiendan este etiquetado de advertencia.
Además, estudios han demostrado que este sistema de advertencia también es de fácil comprensión para los niños, un factor determinante para que se definiera este modelo de octágonos.
Este nuevo modelo sustituirá al etiquetado actual denominado Guías Diarias de Alimentación (GDA), que está basado en una dieta de 2 mil calorías, el cual resultó ser difícil de entender para la mayoría de la población y por lo tanto no logró el impacto esperado en la disminución de los casos de obesidad y sobrepeso.
Sin embargo, se mantiene la tabla nutrimental de alimentos que encuentras comúnmente en la parte trasera de los productos, la cual incluye el contenido total de calorías, azúcares, grasas, proteínas y sodio, entre otros.
De manera paralela la Secretaría de Economía realiza la consulta para cambiar la Norma Oficial Mexicana NOM-051 que es sobre este tema, ahí se propone incluir también las leyendas “exceso grasas trans” y “contiene edulcorantes, evitar en niños”, “contiene cafeína, evitar en niños”, así como prohibir el uso de personajes, dibujos animados, famosos o incluir regalos en los productos que tengan al menos un sello de advertencia.
El decreto aprobado en el Senado fue propuesto por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y con él se reforman y adicionan diversas disposiciones a Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Víctor Fuentes, senador del Partido Acción Nacional, destaca que lo que se busca es que el etiquetado sea más claro y de fácil lectura para que la población tome mejores decisiones de compra y de alimentación, especialmente en beneficio de los menores.
“Definitivamente los más afectados son los niños, principalmente a edades más tempranas. Tengamos presente que los niños se comen lo que los padres les damos y muchos de estos productos se presentan de tal manera que son muy fáciles de proveer, de utilizar.
“A medida que vaya fluyendo la mayor información posible y esto aumenta nuestra consciencia a la hora de decidir, va a ayudarnos a todos, pero muy especialmente a nuestros niños, que lamentablemente son los principales afectados ante esta falta de información y de conciencia de los padres de familia”, expresa el senador por el estado de Nuevo León.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, destaca que es un logro histórico, ya que las organizaciones de la sociedad civil habían buscado este cambio desde hace años, pero la industria había confabulado con administraciones anteriores y en esta ocasión se temía que hubiera un revés debido al intenso cabildeo que hicieron.
Expresa que “es un etiquetado que entienden los niños, que es muy sencillo y que ayuda mucho a los padres a tomar decisiones. Es lo que se ha visto en los países en los que se ha aplicado y en las evaluaciones que se han hecho, es un etiquetado que va a funcionar mucho para las familias con hijos pequeños, para las personas que quieran cuidar su salud y para las personas que tienen algún tipo de enfermedad o que tienen sobrepeso u obesidad”.
Recuerda que para proteger la salud de los menores de edad, aún están pendientes algunos temas como lograr que se cumplan los lineamientos en escuelas y la regulación de la publicidad dirigida a niños.
Obesidad y sobrepeso, la razón para modificar el etiquetado frontal
La obesidad y el sobrepeso son los principales enemigos de la salud en México. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra estadísticas alarmantes ya que uno de cada tres mexicanos adultos son obesos y viven 4.2 años menos a causa de estos males, la mayor reducción de esperanza de vida de los países que conforman el organismo
En su informe La Pesada Carga de la Obesidad, la OCDE indica que “en el periodo 2020-2050, el sobrepeso y sus comorbilidades reducirán la esperanza de vida alrededor de 3 años en los países de la OCDE”, se indica en el informe, mientras que México destaca en este listado, porque esta cifra disminuye a 4.2 años, seguido de Polonia, Rusia, Estados Unidos, Hungría y Letonia.
En el caso de los niños, México tampoco ocupa una buena posición. Las cifras indican que en el rango de 5 a 19 años de edad, 14.8% de los menores tiene obesidad, mientras que 20.6% presenta sobrepeso.
En la Recomendación General 39/2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos también alerta que esta situación es una emergencia epidemiológica y señala que el Estado mexicano ha presentado fallas y omisiones en el cumplimiento de las garantías de niñas, niños y adolescentes, debido a la falta de acciones integrales para la prevención, control y eliminación del sobrepeso y obesidad infantil, lo que ha propiciado el incremento de su prevalencia.
Explicó que de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social de 2014, “el 27.6% de la población menor de 18 años presenta carencias en el acceso a alimentación; el 16.2% no cuenta con acceso a servicios de salud; 24.8% carecía de servicios básicos en su vivienda, y 8% presentaba rezago educativo.
“Lo cual resulta relevante debido a que el acceso a alimentos saludables y de calidad, el cuidado de la salud y las decisiones sobre qué productos consumir dependen en gran medida de las posibilidades económicas de las familias y de que se cuente con acceso a servicios de salud y educativos que permitan a las personas tomar elecciones saludables”.
La OCDE alerta de un círculo vicioso relacionado con el sobrepeso y la obesidad, ya que estos padecimientos se presentan con mayor frecuencia en la población que tiene menores recursos y se encuentra en situación vulnerable, pero al mismo tiempo fomentan el que haya más inequidad en la población.
Detalla que las personas que tienen menor nivel educativo y socioeconómico tienen mayor tendencia a llevar una dieta poco saludable, esto aunado a una vida sedentaria son dos factores que elevan el riesgo de ganar peso y tener problemas de salud.
“Los niños en particular están pagando un alto precio por obesidad. Los niños que tienen sobrepeso presentan menor desempeño escolar, tienen calificaciones más bajas, tienen mayor posibilidad de faltar a la escuela y cuando crecen, tienen menos probabilidad de completar estudios de nivel superior. Asimismo, muestran menor satisfacción en la vida y tienen el triple de probabilidad de sufrir bullying”, advierte el organismo internacional.
El impacto de la obesidad es también económico, ya que representa un impacto de 8.9% del gasto en salud, en este tema nuestro país también está por encima del promedio de naciones de la OCDE, que oscila en 8.4%. Sin embargo, el primer lugar de gasto en salud asociado a estos problemas de salud lo ocupan Estados Unidos y Alemania.
El Producto Interno Bruto también se ve afectado, por ejemplo, el sobrepeso reduce el PIB de México en un 5.3%, la mayor cifra en las naciones analizadas para este estudio, seguido por Brasil, Letonia, Turquía, Arabia Saudita y Estados Unidos.
MJP