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Así fue el pacto de “El Chapo” con los narcos colombianos

Juan Carlos Ramírez Abadia, “El Chupeta" es el tercer testigo protegido en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera en Brookyn, Nueva York

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En 1990, en el lobby de un prestigioso hotel de la Ciudad de México, se reunieron dos capos de la droga, uno relativamente novato y mexicano, el otro de origen colombiano considerado un “peso pesado” del narcotráfico.

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Se trataba de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder del Cártel de Sinaloa, y Juan Carlos Ramírez Abadia, “El Chupeta”, jefe del Cártel del Norte del Valle.

Ramírez Abadia es el tercer testigo protegido en el juicio contra Guzmán Loera en Brookyn, Nueva York.

El colombiano relató que en esa ocasión ambos capos de la droga acordaron un trato. “El Chupeta” enviaría cocaína a México y “El Chapo” se encargaría de enviar a Estados Unidos, particularmente a Los Angeles.

Del total de cocaína que Guzmán Loera mandara a tierras estadunidenses, él se quedaría con el 40%, ese sería su pago.

El pago que recibía “El Chapo” era preferencial, un costo muy alto que se permitía “El Chupeta”, sin embargo, lo valía. No había capo que le traficara la droga tan rápido como Guzmán Loera.

En una semana, el líder del Cártel de Sinaloa trasladaba de Michoacán a Los Ángeles 400 mil kilos de cocaína.

“Fue la primera vez que un traficante mexicano me entregó la cocaína tan rápidamente"

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El Cártel de Guadalajara, anteriormente, también se alió con el Cártel de Cali y el de Medellín, ambos colombianos.

Amado Carrillo, “El Señor de los Cielos”, con su flotilla de aviones era considerado el mejor traficante tras la caída de Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, líder del Cártel de Guadalajara.

Aun así, Guzmán Loera era el más veloz. Por ello, otro de los apodos por los que era conocido “El Chapo” era “El Rápido”.

¿Quién es “El Chupeta”?

Líder del Cártel del Norte del Valle, Juan Carlos Ramírez Abadia fue acusado por ordenar matar hasta a 150 personas.

Es apodado como "El Chupeta" debido a su gusto por las paletas.

Fue detenido en 2007 en Brasil y extraditado a Estados Unidos donde se declaró culpable.

Su enorme fortuna rondaba el billón de dólares, cifra que le fue confiscada por autoridades colombianas.

Antes de ser detenido, se había hecho varias operaciones para cambiar su apariencia. Actualmente es descrito como un lagarto por lo estirado que tiene el rostro, lleva guantes puestos, y una voz entre confiada y orgullosa.

Varios eran los capos mexicanos con los que delinquía. Desde los hermanos Beltrán Leyva, Ignacio “Nacho” Coronel, Ismael “El Mayo” Zambada, los Carrillo Fuentes y Héctor “El Güero” Palma.