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Así fue el 2 de octubre en la mirada de Díaz Ordaz

Así sucedieron los hechos de la matanza del 2 de octubre de 1968, según la versión del mismo Gustavo Díaz Ordaz

Escrito en METRÓPOLI el

Luego del ataque a estudiantes ocurrido el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, Gustavo Díaz Ordaz escribió en sus memorias su propio testimonio de lo que ocurrió.

En un video publicado por Ciro Gómez Leyva para Grupo Imagen, se muestran fragmentos del texto del entonces presidente, donde habla de los estudiantes y el papel del ejército.

No habiendo podido apoderarse de Palacio Nacional, se les ocurre posesionarse del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, situado precisamente a un costado de la plaza. Y con ello dar un golpe de incalculables proporciones a la organización de los Juegos Olímpicos”, escribió Díaz Ordaz.

De acuerdo con el texto, el ejército tenía órdenes de resguardar la periferia de la plaza y, en caso de suceder, impedir la toma del edificio de Relaciones Exteriores.

Las fuerzas militares habrían acordado utilizar un código, pues creían que los estudiantes intervendrían las señales de sus radios de comunicación interna: las bengalas.

Cuando se da la orden por parte de los grupos alborotadores para tomar la Secretaría de Relaciones Exteriores, se prende una bengala al aire. Esa bengala verde que dio lugar a tantas versiones y especulaciones de misteriosos significados, llenas de espeluznantes amenazas”.

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Al recibir la señal, el ejército, liderado por el comandante de las fuerzas armadas, avanza. Sin embargo, este hombre, con arma en mano, entra y recibe balazos por la espalda de arriba hacia abajo.

Están disparando desde los altos de uno de los edificios cercanos, donde no hay soldados, no hay policías, son ellos los que están disparando”.

Enseguida, se origina una ‘nutrida balacera’, que dura poco tiempo, luego hay disparos aislados, luego se realizan detenciones para luego llevarlos a una “examinación” al Campo Militar No. 1, señala la narración.

Por fin habían ganado sus ‘muertitos’. ¡A qué costo tan alto! Y lo lograron asesinando a sus propios compañeros.”

Al finalizar de su escrito, Díaz Ordaz afirmó, y luego recalcó, que México seguiría igual tras los hechos de Tlatelolco.

México es el mismo antes de Tlatelolco y después de Tlatelolco. Y quizás sigue siendo el mismo en parte por Tlatelolco.”

cmo